‘Encuestitis’ o el ‘boom’ de las encuestas: ¿moda o enfermedad?
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Abstract
Si bien las encuestas no deben ser interpretadas como el reflejo fiel de la opinión
pública, ello no desmerece su valor para el conocimiento de la misma. Las encuestas, a
pesar de sus defectos, brindan información útil, rápida y menos costosa, y son de ayuda
para quienes toman decisiones. Ahora bien, es cierto que las encuestas, al ser publicadas,
influyen en el proceso que sigue la opinión pública. Por ello, resulta fundamental que
quienes acceden a ellas –periodistas, políticos, ciudadanos en general- aprendan a identificar
sus limitaciones para interpretar la realidad política.