La fe en la literatura como una forma de subversión, la figura del escritor como un intelectual que influye en su sociedad, son algunos de los tópicos que aborda el trabajo, tomando como modelo la obra y vida de Mario Vargas Llosa. Se plantea que si el autor arequipeño no hubiera madurado como escritor en los años sesenta y publicado La ciudad y los perros (1963), La casa verde (1966) y Conversación en La Catedral (1969), es probable que no hubiera sido el escritor que es hoy. El trabajo explora, además, a partir de Alberto y Zavalita, personajes vargasllosianos, las relaciones que se establecen con el propio creador. Ellos “realizan en sus novelas, lo que Vargas Llosa ha hecho en su papel como escritor en la sociedad”, sostiene el autor.