El trabajo analiza los cuentos “Los perros vagabundos” y “La rebelión de los indios” del libro Los perros vagabundos (sombras de arcilla) (1987), de Manuel Robles Alarcón. En ambos relatos, la comunidad indígena, entendida como un todo orgánico y con agencia, propone un desacuerdo con la categoría que la fija dentro del espacio de la subalternidad. Así, su proyecto de sublevación es una búsqueda de justicia por encima del deseo de venganza. Se recurre a categorías psicoanalíticas (como el goce y el deseo) para trazar lógicas de despojo en la que la rabia (aumento de tensión) sirve como detonador de las acciones de la comunidad. Se utilizan estudios de Rancière respecto de las políticas de la literatura para así sostener que la narrativa de Robles Alarcón propone un reordenamiento de lo sensible en el plano del indigenismo.