Antropología (Lic.)
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Ítem Texto completo enlazado El círculo de Tiza : Jorge Acuña y su apropiación del espacio público a través del teatro callejero de protesta social(Pontificia Universidad Católica del Perú, 2018-07-30) Pugliesi Acevedo, Renzo Giulliano; Mujica Bermúdez, Luis FelipeEsta investigación antropológica e histórica se centra en las distintas facetas artísticas de la vida y obra del mimo y actor peruano Jorge Acuña Paredes, quien tuvo una importante presencia teatral en la plaza San Martín durante la década de 1970. El teatro callejero iniciado por Jorge Acuña, cambió la manera tradicional de realizar este arte en salas, y dio paso a un teatro popular que se acerca a un nuevo público en las plazas. Sus primeras actuaciones coinciden con una serie de importantes transformaciones sociales para la época. Se realiza un recuento del contexto histórico y social, así como de las repercusiones que tuvo la presencia de Acuña en el espacio público y la transformación que él genera en este, cuestionando el orden establecido en la esfera pública, la que restringía el uso de las plazas y lugares de tránsito masivo. La validación de este espacio se dio a través de un discurso de protesta social, cuestionador de la situación de marginación en la que se encontraban muchos de sus seguidores y potencial público de raigambre popular. La importancia de Jorge Acuña se puede percibir por el impacto que tuvo en su época y su reconocimiento por parte de intelectuales, artistas, pero fundamentalmente de su público, logrando generar un movimiento importante en torno a sus presentaciones. El teatro de calle iniciado por Acuña, tiene aún hoy día distintos seguidores, quienes han buscado continuar su labor de acercar este arte a las clases populares del país. A pesar de la oposición de las autoridades y de una crítica férrea a su labor, Jorge Acuña logró imponerse y destacar, actuando en la plaza San Martín por más de una década. El triunfo de Acuña y de su labor fundadora, puede verse reflejado en la huella que dejaron sus actuaciones en la plaza, así como en los distintos reconocimientos que ha recibido a lo largo de su carrera, incluso por medios periodísticos que en su momento fueron contrarios a su propuesta. Jorge Acuña, con su gran carisma, y a través de un arte combativo, generó una empatía profunda con su público, compuesto mayoritariamente por esa gran masa de provincianos que se apropiaron de la ciudad de Lima en la década de 1970. Asimismo, logró a través del teatro de calle y su discurso social, cuestionar las restricciones que las clases hegemónicas y las autoridades imponían sobre el uso del espacio público para realizar actividades artísticas, poniendo en tela de juicio el dominio de la esfera pública de estos grupos dominantes. La labor de Jorge Acuña mostró que en la plaza se podía cuestionar a los poderes fácticos y, al mismo tiempo, impulsar una sociedad más democrática, donde el pueblo podía recuperar su voz y su sentido crítico, y así buscar poner un límite a las injusticias del sistema social