Historia del Arte y Curaduría

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    Julio Málaga Grenet y la renovación de la caricatura en el Perú en la época de Leguía : 1904-1909
    (Pontificia Universidad Católica del Perú, 2016-08-25) Llosa Málaga, Ada María; Villegas Torres, Luis Fernando
    La siguiente tesis se concentra en esclarecer la primera etapa de la creación artística del caricaturista Julio Málaga Grenet. Para realizar este propósito, la investigación se centrará en su producción de caricaturas en torno a la figura del presidente Augusto B. Leguía realizada a lo largo de la primera década del siglo XX. Seleccionar este cuerpo de obra específico, entre otros posibles, responde a la hipótesis defendida en esta tesis: la caricatura política de Málaga Grenet representa una ruptura y una renovación de la plástica y la discursividad de este género cultivado en el Perú al inicio del siglo XX. Con su trabajo asistiremos a una transformación de las estrategias visuales y críticas de la caricatura política peruana. La renovación que representa su caricatura será determinante para la práctica de sus contemporáneos, como Abraham Valdelomar o Pedro Challe, además de suponer un hito en el diálogo sostenido entre el arte y la política. ¿Por qué es importante estudiar la caricatura de Málaga Grenet? En primer lugar, su obra es un registro excepcional de la historia de la nación peruana. Ella realiza una radioscopia meticulosa del entramado del poder forjado por las familias y partidos políticos que articularon a la República Aristocrática. Málaga, como espectador atento, traza en su caricatura los cursos de asociación y ruptura que esta élite desarrolló en su esfuerzo por capturar el control político de la sociedad peruana. Ante su obra, y desde la distancia del tiempo, la historia del arte puede dar cuenta de un devenir en ejercicio del poder que es capturado y cuestionado por una creación artística que interviene activamente en la política. De este modo, el interés histórico por el trabajo de Málaga Grenet no es únicamente documental, es decir, abocado en la reconstrucción de un entramado de actores y circunstancias de la época. Más allá de este enfoque, también es una intensión válida para el estudio hacer la reconstrucción de un imaginario cultural sembrado de tensiones y la identificación de agentes críticos que se distancian de su propio tiempo por vía de la creación. En segundo lugar, la innovación acontecida en la plástica de Málaga merece por sí misma un estudio atento. El cuerpo de caricaturas seleccionado aquí persigue la estela de una creación plástica radicalmente original para su tiempo. Reflexionar sobre este proceso no se justifica bajo la intensión de establecer un estilo en su trabajo o clasificarlo al interior de una corriente artística. El valor de la praxis de Málaga radica en el esfuerzo por innovar e insistir en un lenguaje visual capaz de materializar sus propias inquietudes como artista y ser humano. Por esta razón, el enfoque histórico y social se ve sustancialmente enriquecido al ser acompañado de una reconstrucción de las técnicas y estrategias visuales que materializan y circunscriben el testimonio adjudicado a Málaga. En tercer lugar, destacar el trabajo de Málaga en tanto artista que concibe a la caricatura dotada de un potencial crítico, permite poner en cuestión los límites y la potencia que el arte mismo encierra. El caso de Málaga, como el de cualquier otro artista, ilumina una problemática propia del arte y su historia. ¿Qué límites tiene la fuerza creadora del arte y a qué obedece el desplazamiento y la subversión de dichos límites en un momento particular? Lejos de legitimarse bajo la expresión del genio original de un artista, las caricaturas de Málaga evidencian una elaboración acuciosa en torno al rol que las imágenes pueden ocupar en la vida social. Ellas no pretenden expresar ningún ideal de belleza ni animar un humor circunstancial o banal. Por el contrario, su valor radica en su capacidad de generar un nuevo lenguaje de la creación plástica. Es en este sentido que la caricatura de Málaga cuestiona aún la función y el propósito del arte en la actualidad.
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    Un palacio para el presidente : el Salón Ayacucho (1924) identidad y nación en el mecenazgo artístico de Augusto B. Leguía
    (Pontificia Universidad Católica del Perú, 2016-08-25) Di Franco Ochoa, Carla; Majluf, Natalia
    El tema de investigación de esta tesis es el salón Ayacucho un recinto de recepciones dentro del Palacio de Gobierno que hizo construir el presidente Augusto B. Leguía en 1924, en el contexto de las celebraciones por el centenario de la Batalla de Ayacucho. El diseño arquitectónico del salón estuvo cargo del arquitecto y escultor español, Manuel Piqueras Cotolí, mientras que el programa iconográfico estuvo bajo la responsabilidad de Daniel Hernández, Director de la ENBA. Las diecisiete obras, entre óleos y sargas, que componían el programa iconográfico fueron realizadas por el propio Daniel Hernández, por José Sabogal, profesor de pintura de la Escuela y, finalmente, por los alumnos más destacados de la primera promoción: Elena de Izcue, Camilo Blas, Wenceslao Hinostroza y Jorge Vinatea Reinoso. El salón es un espacio que no ha sido investigado de forma exhaustiva, existen varios motivos para explicar esto; de un lado, fue destruido cerca de 1935, por lo tanto, actualmente no quedan rastros de su estructura arquitectónica dentro del Palacio de Gobierno, de otro lado, el material gráfico y documental del salón es escaso y está disperso en distintos archivos y bibliotecas. A pesar de su destrucción y del olvido en que permaneció, este fue un espacio importante. De un lado, fue un claro ejemplo de la política de mecenazgo artístico que desarrolló Leguía durante el Oncenio, a través de la cual promovió una idea de nación ajustada a los requerimientos del proyecto político de la “Patria Nueva”. De otro lado, porque el salón es un espacio que nos permite ver un momento de transición en la plástica peruana donde se asoman claramente las primeras muestras del estilo indigenista que será, posteriormente, el discurso predominante del arte peruano durante las décadas del treinta y del cuarenta. Sin duda, la generación de profesores y jóvenes artistas que participaron en el salón estarán, una década después, entre los indigenistas más renombrados. En general, los estudios sobre la década del veinte plantean una especie de antagonismo entre el hispanismo y el indigenismo, sin embargo, el salón nos permite ver que, estos discursos convivieron en un mismo espacio, porque ambos fueron políticamente convenientes en el contexto del centenario. En el primer capítulo se investiga el contexto político y cultural en el cual nace el salón, así se analizan los discursos del Estado sobre la significación del centenario de la batalla de Ayacucho, el contexto artístico local, así como un análisis de las primeras exposiciones de la ENBA, que tuvieron una clara relación con las obras que se expusieron en el salón Ayacucho. En el segundo capítulo nos enfocamos en el salón como espacio: se presenta primero el papel que jugó dentro de las celebraciones centenarias y, luego, se analiza, tanto el estilo en que fue construido –el neoperuano–, como su estructura arquitectónica enmarcada en el contexto de la arquitectura peruana de los años veinte. En el tercer capítulo se investiga el programa iconográfico del salón, cada una de las obras son analizadas bajo la retórica oficial de la Patria Nueva y también a partir del recorrido del propio artista. La investigación plantea, entre otras interpretaciones, que las sargas y los óleos del salón buscaron crear una historia “total” de la nación en donde cada etapa histórica retratada –incanato, colonia y república funciona como una alegoría de los valores nacionales que la Patria Nueva buscaba encarnar. Finalmente, a partir de esta investigación se ha reproducido digitalmente y en tres dimensiones el programa iconográfico y la arquitectura neoperuana del salón.