Historia
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Ítem Acceso Abierto Huarochirí en el siglo XVIII. Una provincia entre dos rebeliones(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2012) O'Phelan, ScarlettHuarochirí, por su vecindad con Lima, fue una provincia que mantuvo un activo intercambio comercial con la capital del virreinato. Era, para quienes venían de la sierra central, la puerta de ingreso a la ciudad de los Reyes y, debido a ello, se le conocía como «la garganta del reyno» (Loayza, 1942, p. 169)2 . Además, Huarochirí constituía un punto de parada obligada en el Camino Real que unía Lima con Jauja, Huamanga y el Cusco (O’Phelan Godoy, 1988, p. 109)3 . La presencia de microclimas en la provincia de Huarochirí determinaba que la capital pudiera tener todo el año «variedad de frutas, víveres y menestras»4 . Pero, las relaciones entre Lima y Huarochirí iban más allá del aprovisionamiento cotidiano de frutas y legumbres (Bueno, 1951, p. 33).Ítem Acceso Abierto Indios nobles y advocaciones religiosas en el Perú colonial(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2013) O'Phelan, ScarlettEl presente trabajo intenta explorar las expresiones de religiosidad de un segmento de indios nobles del virreinato peruano a partir de sus testamentos. Si bien la información que este tipo de documentación ofrece se centra —por lo general— en las cofradías a las que el testador pertenecía y que le asegurarían el «buen morir»2 , también se filtran referencias relativas a los lienzos, cuadros y bultos de imágenes religiosas o advocaciones, que aparecen enumerados en los inventarios de bienes de los testadores. Estos datos brindan varias posibilidades interpretativas.Ítem Acceso Abierto El chileno-irlandés Bernardo O'Higgins y la independencia del Perú(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2014) O'Phelan, ScarlettBernardo O’Higgins Riquelme nació en 1778 en Chillán, Chile, y participó activamente en la temprana guerra de independencia de su país hasta que ocurrió el desastre de Rancagua, en 1814, que cerró el período que se conoce como la Patria Vieja (Villalobos, 1977, p. 377). Luego de este suceso, O’Higgins —al igual que otros miembros de familias patriotas— debió refugiarse en la Argentina, donde forjó una sólida amistad con don José de San Martín, a quien había conocido con antelación en España (Mehegan, 1913, pp. 35, 84) y a quien animó a cruzar la cordillera, decisión que luego se vio coronada el 18 de febrero de 1817 con la victoria de Chacabuco, preámbulo de la entrada a Santiago.Ítem Acceso Abierto Abascal y el fantasma de las conspiraciones(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2013) O'Phelan, ScarlettEl virrey Fernando de Abascal, al abandonar el Perú en 1816, hizo hincapié en lo poco que le importaban las ácidas críticas que se habían desatado contra su gestión política - particularmente en la coyuntura de las Cortes de Cádizya que tenía en su haber, «la gloria de haber sido el único punto de apoyo que ha sostenido y sostiene a esta América del Sur, (eso) nadie me lo puede oscurecer» (Díaz Venteo, 1948: 17). Se ha señalado que, probablemente, de no ser por la mano férrea del virrey, Lima no se hubiera convertido en el bastión realista por excelencia, de donde salieron las tropas encargadas de sofocar los brotes insurgentes que estallaron en los virreinatos vecinos del Río de la Plata y Nueva Granada; además de la capitanía general de Chile.Ítem Acceso Abierto Huánuco (1812) y el Cuzco (1814): entre la promulgación y la derogación de la constitución de Cádiz(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2016) O'Phelan, ScarlettLa junta de Huánuco de 1812 y la del Cuzco de 1814 tienen un punto en común: ambas se dan desfasadas con relación a la constitución liberal de Cádiz de 1812. Los disturbios de Huánuco estallaron el 22 de febrero de 1812, semanas antes que se decretara la constitución liberal que sería promulgada el 19 de marzo del mismo año, en Cádiz. Por su parte, la junta del Cuzco se instaló el 4 de agosto de 1814, habiendo ya sido derogada la constitución gaditana el 19 de marzo de ese mismo año, en Valencia. Es decir, Fernando VII ya había retomado el trono de España tres meses antes de producirse el conato cuzqueño, pero con un tiempo ajustado como para que las noticias de su reingreso a Madrid llegaran al virreinato del Perú y circularan por las provincias del interior.Ítem Acceso Abierto 1814 : la junta de gobierno del Cuzco y el sur andino(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2016) O'Phelan, Scarlett; Peralta Ruiz, Víctor; Polo y La Borda González, Jorge; Iberico Ruiz, Rolando; Rizo-Patrón Boylan, PaulEn agosto de 1814 se conformó en la ciudad de Cuzco una junta de gobierno encabezada por los hermanos Angulo y el cacique de Chinchero, Mateo Pumacahua. Si bien no fue la primera junta que se formó en territorio peruano, ya que en 1912 ya se había constituido una junta de gobierno en Huánuco, fue la que tuvo mayor permanencia temporal y, sobre todo, comprometió un mayor espacio regional, llegando su influencia hasta Arequipa, Huamanga, el Alto Perú y Tarapacá. El presente libro, editado por Scarlett O´Phelan Godoy, reúne una veintena de trabajos de especialistas de diversos países que analizan, desde diferentes perspectivas, este gobierno autonomista que demuestran la temprana participación del Perú en la primera fase de la independiencia, la de las juntas de gobierno. Recalca, además, la trascendencia de la junta cuzqueña y sus ecos en América del Sur.Ítem Acceso Abierto Abascal y la contra-independencia de América del Sur(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2013) O'Phelan, Scarlett; Lomné, GeorgesEste libro brinda nuevos enfoques sobre cómo supo el virrey del Perú, Fernando de Abascal y Sousa (1806-1816), encarar la insurrección “en dos frentes” (Brian Hamnett) y afectar a los espacios de la América del Sur que estaban envueltos en la lucha por las autonomías regionales y, luego, en una gesta emancipadora continental. Por ende, se analiza cómo Abascal impidió que el Perú pudiera consumar antes su ruptura con España, convirtiéndose Lima, bajo su mandato, en el bastión realista por excelencia. En el marco del despertar historiográfico que auspicia el bicentenario, los autores esperan así contribuir a repensar el proceso de las independencias y sus particularidades, en lugar de conmemorarlas bajo un solo color interpretativo.