Abstract
Es posible que cada lengua contenga en sí misma un conjunto de formas y concepciones propias de la cultura de sus hablantes. Un problema de gran actualidad sigue siendo la discriminación contra grupos humanos por cuestiones físicas y culturales. Al ser la lengua un signo identitario también es motivo de exclusión social, llegando incluso al lingüicidio, el racismo también mata la lengua. En consecuencia, las características culturales que abstrae se pierden, cuando una lengua muere, muere con ella una visión distinta de cuanto existe, muere un mundo en sí. El racismo lingüístico es un problema histórico, actual en México y América en general.