Nosotros y los otros. Reflexiones en torno a la alteridad y su configuración en el periodo colonial
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Boletín del Instituto Riva-Agüero; No. 33 (2006)Abstract
Las urgencias de la colonización, la creciente información sobre el Nuevo Mundo y, especialmente, acerca de sus habitantes desembocaron en una polarización de opiniones que, aparentemente, no dio lugar a posiciones intermedias, no solocuando se debatieron los derechos de la Corona española para conquistar y colonizar América sino también al definirse y ponerse en prácticas las políticas oficiales relacionadas a los derechos de los indígenas y al tratamiento que deberíadepararse a los nativos americanos y a sus autoridades tradicionales. El indio fue idealizado como un inocente salvaje, ennoblecido por su vida en contacto con la naturaleza o visto como un ser degradado física y moralmente. En el primer caso,resultaba débil y profundamente vulnerable —incluso por el demonio — mientras que, en el segundo, era la expresión del mal “[...]de donde se sigue que el pecado grave por el cual desde su principio les ha seguido y seguirá, con la maldición dela Divina Mano que les ha aborrecido, haciéndolos por su Divino Saber perversos de iniquidad y oprobio -como de su dura obstinidad se presume-, es parte para que en ellos no se pueda injerir algún pimpollo que dé verdadero fruto. Son tan sucios y malos y viles, de bajo entendimiento medrosos corazones que me atrevo a decir que en ninguna manera son buenos para servir a Dios, si Dios no les muda loscorazones como le mudó a San Pablo[...]” (Álvarez [1588] 1988: 73). No contiene resumen