Abstract
En Agosto del 2005 está previsto que se instalará en Bolivia la Asamblea Nacional Constituyente que, contrariamente a la postura de la élite económica y política que históricamente gobernó este país, fue una conquista de los pueblos indígenas y de los sectores populares. Dicha conquista, así como otras también de vital importancia, costó vidas y mucho sacrificio a quiénes vivieron en estas tierras – siendo legítimos dueños- como ciudadanos de segunda categoría pero, paradójicamente, éstos ahora se proponen refundar o reinventar Bolivia pero sin excluir a quiénes por más de un siglo y medio los marginaron, explotaron y oprimieron sistemáticamente.