Abstract
Empezar este ensayo explicitando las incoherencias del proyecto ilustrado no debe
interpretarse como una deconstrucción deliberada del proyecto modernizador. Develar sus
fallas de origen y sus contradicciones estructurales no tiene por qué conducirnos a los
abismos ontológicos del nihilismo post-moderno ni al neoconservadurismo político que le
es propio.