dc.description.abstract | El creciente envejecimiento poblacional plantea la necesidad de profundizar el conocimiento de distintos aspectos que influyen en el bienestar durante la vejez (Arias & Soliverez, 2009) y que propician un «envejecimiento competente» (Fernández-Ballesteros, 1998). Durante décadas, los estudios resaltaron el deterioro y los aspectos patológicos (Arias, 2009). En contraposición, la gerontología desarrolló un modelo que concibe al envejecimiento como un proceso normal e incluye el estudio de los aspectos positivos, desnaturalizando estereotipos que consolidaban una visión negativa sobre la vejez. Un aspecto positivo cuyo estudio resulta de interés en la comprensión del proceso de envejecimiento y de los aspectos que contribuyen a una vejez saludable y competente es la autoeficacia definida como «los juicios que cada individuo tiene sobre sus capacidades, en base a los cuales organizará y ejecutará sus actos de modo que le permitan alcanzar el rendimiento deseado» (Bandura, 1986: 373). Este nuevo enfoque teórico y los hallazgos de investigaciones, como los anteriormente referidos, dan cuenta de los múltiples recursos y potencialidades de los que disponen las personas mayores y amplían las posibilidades de diseñar estrategias de intervención, orientadas tanto al tratamiento y asistencia, como a la prevención y promoción de la salud (Arias, 2011).El presente artículo intenta hacer un recorrido teórico que permita comprender la influencia de los estereotipos implícitos que circulan socialmente en lo que respecta a la conformación de las creencias sobre la propia autoeficacia para envejecer, y como estos pueden influir negativamente durante elproceso de envejecimiento. Plantea la importancia de diseñar dispositivos que favorezcan la desnaturalización de los mismos y que propicien espacios para incrementar los niveles de autonomía, bienestar y autoeficacia percibida que permitan lograr un envejecimiento competente. | es_ES |