Mi voz queda y todo mi retrato queda: experiencias de autorepresentación de colectivos familiares de Brillo Nuevo y Tsachopen en proyectos audiovisuales financiados por apoyos económicos del Estado durante la pandemia de COVID-19
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Abstract
La presente investigación se centra en experiencias de autorepresentación en
proyectos audiovisuales realizados por colectivos familiares de la comunidad
nativa Brillo Nuevo y de la comunidad nativa Tsachopen beneficiados con apoyos
económicos del Decreto de Urgencia N° 058-2020. Dicho Decreto fue
implementado por el Ministerio de Cultura en el año 2020 y estuvo dirigido a
trabajadores de la cultura de las industrias culturales y las artes, así como del
patrimonio cultural inmaterial, que se vieron impedidos de realizar parcial o
totalmente sus actividades económicas debido a la pandemia de COVID-19. El
estudio presenta al Decreto como un mecanismo de respuesta a la crisis
producida por la pandemia, así como política cultura ya que la cultura es
reafirmada como elemento para el desarrollo sostenible de la sociedad a través
de la cual la ciudadanía accede de manera democrática a la gestión de la misma.
En ese sentido, el Decreto genera la producción de bienes y servicios culturales,
y de diversos de tipos de autorepresentación que ingresan a un circuito más
amplio de resignificación de elementos y relaciones de poder. Los elementos
presentes en las producciones audiovisuales que crean y recrean estas
autorepresentaciones parten de una narrativa propuesta por el estado, la cual
puede ser apropiada, gestionada y resignificada por los colectivos en otros
espacios y momentos. Finalmente, se plantea cómo el uso de tecnologías puede
aportar en el desarrollo o replanteamiento de significados que son considerados
valiosos y representativos por las comunidades con la finalidad de fortalecer las
identidades indígenas y, así, ser utilizados como resistencia a narrativas
dominantes o plantear demandas legítimas al estado.