[Patrimonio popular]: Redefiniendo el Centro Histórico del Rímac desde su rol en la Lima pluricultural a través del espacio común
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Abstract
El centro histórico del Rímac es una de las 4 ciudades patrimonio mundial ubicados en el
Perú. Sus inicios como espacio habitado datan de la época prehispánica al pertenecer al valle
del río Rímac; luego en época colonial y republicana cumplió el rol de periferia de la entonces
Lima amurallada, albergando espacios de paseo como las alamedas, así como espacios de
vivienda reducida destinados a la población relegada en el sistema colonial (esclavos,
trabajadores). Este modelo de ciudad prevaleció en el sector hasta la década de 1940, donde
-debido a la ola migratoria del campo a la ciudad- Lima inició un proceso acelerado de
crecimiento urbano, donde los migrantes ocupaban los espacios entonces vacantes en las
laderas de los cerros. El caso más representativo es el de la primera barriada “Leticia”,
asentamiento de crecimiento espontáneo que se ubica en el cerro San Cristóbal.
Es así como el territorio actual del Rímac histórico está compuesto por 2 tejidos discordantes
entre sí: la trama colonial-republicana del área monumental y la trama autourbanizada de la
ciudad popular que se asentó en la ladera desde mediados del siglo XX. A pesar de sus
características físicas y dinámicas distintas, éstos tipos de ciudad afrontan problemas
comunes como el déficit de espacios públicos, equipamientos y precariedad de la vivienda;
ésta última resalta con mayor fuerza porque el 80% del uso total del centro histórico es
residencial, siendo el 57% vivienda tugurizada, configurando a este sector como una ciudad dormitorio,
con poco atractivo tanto como para los propios vecinos como a visitantes externos,
a pesar de ser parte del centro histórico de Lima.
Esta condición se traduce a una depreciación del suelo, lo cual expone el territorio a la
especulación y un desarrollo urbano que antepone la mayor utilidad económica sobre la
calidad de vida y preservación de la memoria colectiva. En contraposición, en este sector del
Rímac se refleja la identidad cultural de la ciudad a lo largo de su historia, estas
manifestaciones ricas social y culturalmente toman como escenario el espacio común: en el
caso del área histórica los corredores comunes en la tipología de vivienda – callejón como
espacios de cotidianidad y celebración colectiva; y en la ciudad autourbanizada las escaleras calle
que actúan como lugar de juego, encuentro y peregrinajes religiosos.
Ante ello, el proyecto tiene como objetivo la regeneración de la zona teniendo al residente y
su patrimonio inmaterial como protagonista, a partir de la valoración y reproducción del
espacio común como fuente de actividades recreativas, culturales y económicas, que a su vez
mejoren la calidad de vida y combatan el continuo despoblamiento del área histórica. Esto a
través de la reconfiguración de la tipología de vivienda callejón, preservando su capacidad de
fomentar vida comunitaria; y la explotación de capacidades de la escalera-calle como
escenario conector de actividades atractivas al visitante y fortalecedoras de la economía local.