El debido proceso en el procedimiento de despido. Un análisis normativo y jurisprudencial
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Abstract
Antes de proceder con el despido, el empleador debe iniciar un procedimiento con la
finalidad de otorgar al trabajador la oportunidad de ejercer su defensa contra la imputación de
cargos. Dicha acción formalmente constituye una acusación; sin embargo, tal como se encuentra
regulado el procedimiento previo, no otorga garantía suficiente cuando el empleador no cumple
con precisar los cargos ni tipificar debidamente el hecho, o no ofrece pruebas respetando las
formalidades. Ante ello, consideramos necesario analizar si es posible aplicar y exigir el debido
proceso, que, como sabemos, es un derecho fundamental orientado a proteger la dignidad de toda
persona sometida a proceso. Siendo nuestro objeto de estudio el procedimiento previo al despido,
hemos recurrido al método análisis – síntesis, mediante este, en primer lugar, hemos observado
por separado los aspectos, requisitos, etapas y sujetos que intervienen. Luego, hemos integrado
dichos elementos para tener un nuevo y amplio conocimiento. De ello, podemos decir que se trata
de un procedimiento donde intervienen solo particulares, no participa la autoridad pública y el
empleador ejerce doble función: acusa y decide. Sobre esto, hemos determinado las características,
facultades, derechos y deberes de cada sujeto. A partir de nuestra investigación, concluimos que
el debido proceso resulta aplicable y exigible por tres razones: por el efecto horizontal de los
derechos fundamentales, para evitar abusos por la doble función del empleador y para generar
equilibrio entre las partes, desigualdad que no solo deriva de la propia relación laboral sino del
mismo procedimiento, por ser impropio. Consideramos que el debido proceso correctamente
aplicado puede generar un despido justificado. Con ello, se puede aligerar la carga procesal a nivel
judicial por impugnación de despidos.