Planificación de rutas accesibles para personas con discapacidad visual utilizando programación lineal entera y el algoritmo de Dijkstra
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Abstract
Esta investigación revela que los factores que caracteriza la situación de exclusión que afrontan
las personas con discapacidad en el entorno urbano son las barreras físicas como los obstáculos
en las veredas y el diseño urbanístico inadecuado de las vías de tránsito. Asimismo, según el
Banco Mundial (2018) esta situación de exclusión no les permite acceder a un empleo, lo que
origina tasas altas de pobreza y privación. Según el INEI (2018c), las personas con
discapacidad en el Perú integran una parte de la población vulnerable y se caracteriza por una
alta tasa de pobreza (22.8%). En el Perú hay 3 051 612 de personas que sufren de alguna
discapacidad (el 10.4% de la población total) donde la discapacidad más frecuente es la
discapacidad visual con 1 473 583 personas (INEI, 2018b).
La revisión de la literatura de este trabajo de investigación revela las diversas soluciones que
se han planteado utilizando algoritmos de optimización de rutas. Estos algoritmos no se
encargan de resolver el clásico problema de la ruta de caminos mínimo, sino de encontrar una
ruta que sea accesible para un peatón con discapacidad visual. Esta tesis usa el algoritmo
Dijkstra para minimizar una función de costos que incluye parámetros valorados por las
personas con discapacidad visual como la cantidad de esquinas en la ruta, cantidad de barreras,
cantidad de claves ambientales y cantidad de puntos de ayuda.
El modelo obtiene rutas que permiten una mejor accesibilidad en el tránsito de las personas con
discapacidad visual. Estas rutas incluyeron más elementos de apoyo (hasta seis esquinas, tres
claves ambientales y cuatro puntos de ayuda adicionales) que la ruta más corta, lo cual permite
al peatón invidente una mejor orientación. Además, se evitaron obstáculos que las personas
con discapacidad visual consideran peligrosos: hasta ocho barreras menos que en la ruta corta.
Por otro lado, las rutas accesibles resultan más largas que la ruta más corta (hasta 596 metros
adicionales en total). Por último, estos resultados demuestran que los parámetros incluidos en
el modelo generan rutas óptimas en términos de accesibilidad para un peatón invidente.