Valores y bienestar subjetivo en estudiantes voluntarios de una universidad privada de Lima
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Abstract
Cuando una persona bebe agua, se puede interpretar, de manera bastante simple, que lo
hace porque tiene, ha tenido o piensa que va a tener sed. Cuando trabaja, percibiendo un
sueldo, en la mayoría de los casos, podría decirse que lo hace por necesidad económica o
por un mandato social. Pero cuando una persona practica el Voluntariado, cabe preguntarse:
¿qué motiva a esta persona a conducirse de esa manera?
El Voluntariado es una conducta profundamente arraigada en estructuras sociales
tradicionales y sus diversas manifestaciones están fuertemente influenciadas por las
historias y las culturas de las cuales emergen (Voluntarios de las Naciones Unidas, 2000).
Si bien es evidencia de las más altas motivaciones humanas, el Voluntariado no es
simplemente algo que se hace por otros. La solidaridad y el interés propio coexisten en la
mente de las personas cuando brindan tiempo (Voluntarios de las Naciones Unidas, 2001).
Se ha dicho que el Voluntariado es un fenómeno altamente importante para el adecuado
funcionamiento de la sociedad, que genera cohesión y autoregulación sociales y que
fortalece el sistema político democrático, desarrollando la ciudadanía y organizando un
balance o contrapeso de poderes (Dekker y Halman, 2003).