El sentido de la antipoesía en el Perfil de la materia de Edgar Guzmán Jorquera
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Abstract
La buena poesía es siempre contenedora de una vitalidad y una significación que
supera el tiempo y los cambios de época, pero sobre todo, largamente el silencio
circunstancial de los críticos. Este es el caso de Edgar Guzmán Jorquera, arequipeño nacido
en la Punta de Bombón, en la provincia de Islay, en octubre de 1935.
Si bien fue considerado como uno de los grandes poetas de la década del 50, por su
metáforas llenas de sueños de la mente (tal como las calificara Raúl Bueno) y de
reflexiones filosóficas, el mérito de Guzmán es haber forjado desde sí mismo y de manera
solitaria, una poética que concilie la forma (no necesariamente tradicional) de la poesía, y
los fundamentos del pensamiento analítico respecto al Hombre y su mundo.
En Perfil de la materia, Edgar Guzmán propone una fórmula «antipoética» que actúe
como una nueva construcción del discurso estético, con la finalidad de generar un nuevo
texto que despersonalice y deforme nuestra realidad para la instauración de una nueva. Es
decir, que su poesía pretende la unificación del hombre (y la materialidad que lo circunda)
junto con la revaloración de una sociedad que puede ser mejor.
Con la presente investigación se trata de establecer una puerta de entrada y una guía
estructural para el encuentro íntimo con la poesía de Guzmán. A través de un estudio lúcido
de los sentidos y técnicas fundamentales utilizados en su obra, así como las definiciones e
ideologías presentes en su poesía, encontraremos una manifestación evidente del fenómeno
de la intertextualidad y un trabajo estético orientado a las visiones universales, donde la
metafísica, la filosofía, la ciencia y el arte, se conjugan dentro de una propuesta unitaria que
convierte al lector en causa y efecto del fenómeno poético.
He ahí la magia y la vitalidad de la buena poesía.