Razón, poder y autonomía: Foucault, Habermas y el legado de la crítica
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Abstract
El presente trabajo se plantea una relectura del “debate” que hubiera en las décadas de los
80‟s y 90‟s entre las propuestas críticas del filósofo francés Michel Foucault y el alemán
Jürgen Habermas. Los pensamientos de ambos autores suelen ser presentados como
opuestos, considerando que, en el caso de Foucault, se partiría de una visión más bien
“pesimista” sobre las sociedades modernas y sus aparatos institucionales, atravesados por
modos subrepticios de poder que se arraigarían en las subjetividades de los agentes
sociales, demandando una ruptura radical con los marcos normativos vigentes en nombre
de la liberación, mientras que en el de Habermas se impondría una narrativa “optimista”, en
el que los procesos de modernización representarían ante todo el despliegue de un potencial
de comunicación intersubjetivo basada en razones, a partir del cual se irían perfilando
criterios normativos universales vinculantes para todo sujeto racional. Si bien en los
últimos años habrían surgido nuevas voces en el campo de la filosofía social que invitarían
a una reconsideración del debate, las posiciones dentro del “bando” foucaultiano llamarían
a los habermasianos a moderar sus ímpetus racionalistas y universalistas, mientras que
estos últimos invitarían a los primeros a reformar su método de modo que incorpore
criterios normativos explícitos que legitimen su ánimo crítico. La posición que yo asumo en
mi tesis es que ni los pensamientos de ambos autores serían irreconciliables, ni haría falta
“adaptar” la posición de uno a la del otro para lograr un trabajo conjunto. Considero, más
bien, que el espíritu transgresor de Foucault y el universalismo de Habermas se articularían
como dos modalidades diferenciadas pero que pueden operar conjuntamente, como parte de
una misma orientación crítica. Para ello he dividido mi tesis en tres capítulos: los dos
primeros serían reconstructivos, y me dedicaría sobre todo a desarrollar tres de los
conceptos principales de cada autor, buscando resaltar en qué medida buscarían responder a
problemáticas muy similares; el último capítulo presentaría las objeciones de Habermas y
autores cercanos a él contra Foucault y las objeciones de Foucault y otros autores
foucaultianos contra la posición habermasiana, reconsiderando la forma “clásica” del
debate, antes de, a la luz de los conceptos desarrollados en los dos primeros capítulos (y
apoyándome en otros autores contemporáneos), tratar de identificar las distancias y
cercanías entre ambas modalidades críticas, evaluando la posibilidad de una articulación
productiva entre ellas.