Abstract
La diversidad de pueblos indios que habitaban Mesoamérica, durante los procesos de
conquista, colonización y evangelización europea, actuaron como agentes activos durante el
proceso de cristianización. Es decir, mantuvieron elementos de la antigua tradición, que con
el paso del tiempo se fueron fusionando con expresiones del mundo católico. Fue así como
se desarrollaron diversas manifestaciones de lo sagrado, que se observaban en las creencias
y prácticas religiosas, actividades que formaban parte de la vida cotidiana de los pueblos
indios.