Abstract
Una crítica a la falta de compasión e indignación entre los peruanos, particularmente entre quienes dirigen el país, ante la injusticia sufrida durante los años de violencia. Un señalamiento a la ausencia total de imaginación para implementar las recomendaciones de la CVR y para impartir justicia entre las víctimas, acciones necesarias para llegar a la reconciliación. Compasión e indignación, emociones que nos disponen al entendimiento.