Escuela de Posgrado

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    Los singulares cautiverios de Susana Higuchi: la primera mujer (des)leal del fujimorato
    (Pontificia Universidad Católica del Perú, 2023-04-27) Almeida Goshi, Claudia Kazuko; Vich Florez, Victor Miguel
    En este estudio de corte exploratorio bosquejo, a partir de un trabajo de hemeroteca, la biografía de Susana Higuchi (1950-2021), ex primera dama del régimen de Alberto Fujimori (1990-2000), y la interpreto a través de una constelación de voces provenientes, principalmente, de diferentes perspectivas que se enmarcan en los Estudios de Género. Autorxs como Maruja Barrig, Hélène Cixous, R. W. Connell, Simone de Beauvoir, Silvia Federici, Luce Irigaray, Marcela Lagarde, Marta Lamas, María Emma Mannarelli, Kate Millett, Carole Pateman, Adrianne Rich, Gayle Rubin, Flora Tristán y Monique Wittig (entre otrxs) me ayudan a contemplar y a tomar distancia de la existencia de Susana Higuchi, a quien distingo como la primera mujer (des)leal del fujimorato: ejecutora de la primera denuncia pública por corrupción que apuntó al círculo presidencial más íntimo antes del autogolpe del 5 de abril de 1992. Ella pagaría las consecuencias de su traición y de develar parte del suplemento obsceno (Žižek, 2003, 2011) del régimen (la corrupción como núcleo estructurador) al ser arrinconada en lo que denomino el cautiverio de la paria; esto es, un abismo signado por la soledad y por la desprotección extremas, donde las mujeres pueden ser arrojadas como castigo por desequilibrar el status quo, por lo que dicen y por lo que hacen. Susana Higuchi se salvó de caer en este encierro. Previamente, transitó por singulares cautiverios (en tanto hija, esposa y madre) en los que supo maniobrar y acumular recursos simbólicos, así como económicos. Su ocaso comenzó cuando se convirtió en la primera dama del fujimorato (1990-1994) y enfrentó los escarmientos por ir más allá de los límites de «lo esperable». Ella sobrevivió y en su momento habló en más de una ocasión. Con este trabajo, busco dar cuenta de su historia e intento escuchar con atención su voz y sus silencios, los cuales atravesaron la tan poco estudiada en nuestro país historia del tiempo presente.
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    El fujimorismo a través del crimen: un análisis de los discursos sobre las tragedias de Barrios Altos, La Cantuta y el homicidio de Mariela Barreto en la prensa escrita peruana
    (Pontificia Universidad Católica del Perú, 2017-09-25) Almeida Goshi, Claudia Kazuko; Zavala Cisneros, Virginia
    Esta investigación parte de las siguientes preguntas: ¿cómo fueron representados los crímenes de Barrios Altos, La Cantuta y el asesinato de Mariela Barreto en los discursos de la prensa escrita peruana publicados durante el régimen fujimorista?, ¿qué mecanismos lingüísticos fueron utilizados para (de)velar el uso del terror estatal? y ¿cómo fueron (in)visibilizados los actores sociales implicados en las tragedias? Para contestar estas interrogantes he analizado artículos informativos en torno a los siniestros mencionados, correspondientes a los diarios El Comercio, La República, El Peruano y el semanario Sí. Gracias al empleo del Análisis Crítico del Discurso desarrollado por Fairclough (1992, 1995, 2001 y 2003) y de herramientas teóricas-analíticas propugnadas por Halliday (1994), van Leeuwen (2008), Žižek (2003 y 2011), Butler (2006), Agamben (1998), entre otros, he podido hallar, describir y explicar usos del lenguaje específicos con los que se soslaya o denuncia el uso de la violencia estatal por parte del gobierno encabezado por Alberto Fujimori. Sostengo que a partir del empleo de estrategias lingüísticas específicas (como, por ejemplo, el uso de recursos del sistema de transitividad, del habla reportada) se construye el andamiaje ideológico del régimen fujimorista. Este aparato está conformado por tres representaciones dominantes de la “realidad”, las cuales simbolizo con las máximas QUIEN MATA ES TERRORISTA, LAS MUERTES SON PARTE DE LA GUERRA y LA MUJER ES UN OBJETO (DESECHABLE). Su función principal fue la normalización del espanto, es decir, constituir los crímenes señalados no como “operativos” de (contra)inteligencia del Estado; sino como el inevitable producto de una violencia extrema, cotidiana y ajena al gobierno. Sin embargo, el aparato ideológico señalado también fue socavado gracias a que un sector de la prensa escrita difundió discursos disidentes con los que se visibiliza aquello que el régimen fujimorista se empeñaba en ocultar: el uso del terror estatal.