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Ítem Texto completo enlazado Representación de la figura materna en niños cuya madre falleció a causa de una enfermedad(Pontificia Universidad Católica del Perú, 2011-06-23) Vexelman Kuperstein, EricLa vida de toda persona está fuertemente marcada por las experiencias de su infancia. En los primeros años se establecen las bases para el desarrollo de la personalidad, siendo los vínculos con los cuidadores principales, sobre todo las representaciones mentales de los mismos, los ejes fundamentales sobre los que se construirá el mundo psíquico. Es así que experiencias relativamente satisfactorias con personas significativas en la infancia conducirán a representaciones afectivamente positivas, instaurando las bases para un desarrollo saludable de la personalidad (Blatt, 2003). Es de esperar que un niño que se desarrolla en un ambiente facilitador, con padres suficientemente buenos, sea un individuo con un desarrollo mental saludable (Winnicott, 1994). Cuando los padres están presentes le brindan amor y cuidado, se ofrecen como figuras identificatorias, y a la vez frustran adecuadamente a sus hijos, promueven su salud mental. (Hoffman, Paris & Hall, 1995). Lamentablemente, en la realidad existen diversas circunstancias que pueden interferir con este ambiente facilitador, generando obstáculos e impedimentos en el desarrollo del aparato psíquico del niño (Winnicott, 1994). Entre estas circunstancias es posible señalar la muerte de uno de los padres como una de las experiencias más difíciles por las que puede pasar un niño (Blatt, 1995). De estas muertes, podemos pensar que la de la figura materna será especialmente difícil por la importancia del vínculo temprano entre el niño y su madre (Bowlby, 1958; Stern, 1997; Winnicott, 1962).