3. Licenciatura

URI permanente para esta comunidadhttp://54.81.141.168/handle/123456789/7312

Explorar

Resultados de búsqueda

Mostrando 1 - 1 de 1
  • Ítem
    Comunicar para desestigmatizar : iniciativas desde la comunicación para promover la inclusión social de personas con afecciones mentales en Lima Metropolitana
    (Pontificia Universidad Católica del Perú, 2016-10-31) Andaluz Llerena, Claudia Lucero; Calderón Chuquitaype, Gabriel Raúl
    En nuestro país, las personas con afecciones mentales constituyen un grupo humano especialmente vulnerable, debido al fuerte estigma que se presenta hacia ellos y a la falta de reconocimiento de sus derechos. En la actualidad, cuatro de cada diez peruanos presentaría problemas relacionados a la salud mental a lo largo de su vida, según las últimas estadísticas desarrolladas por el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado - Hideyo Noguchi: esto implica a más de once millones de personas. (MINSA, 2012) No obstante, las políticas públicas en salud mental cuentan con un fuerte carácter de postergación en el Perú, lo cual ha resultado en las precarias condiciones para su atención y tratamiento en el país. Desde el punto de vista financiero, la salud mental en el país cuenta con un presupuesto insuficiente: se trata de un promedio del 1.5% del presupuesto del Ministerio de Salud, que a su vez significa una inversión promedio anual de nueve soles per cápita. (Piazza, 2014) Estos datos se encuentran por debajo de la inversión mínima recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para países de medianos ingresos, como el Perú (de 6% a 12% del presupuesto de salud, y de 20 a 26 nuevos soles per cápita). (Piazza, 2014) Además, el 98% del presupuesto de salud mental está dirigido a actividades asistenciales, concentradas en las instituciones psiquiátricas de Lima; los recursos destinados a las actividades preventivas, promocionales y de atención comunitaria son mínimos. (OMS, 2008: 31) La presente investigación busca evidenciar que el estigma hacia la salud mental contribuye en gran medida con esta situación, ya que limita la generación de una cultura sensibilizadora, que fomente la promoción y prevención. Asimismo, se presenta un modo alternativo de ver a la comunicación en salud mental, la cual la constituya como el eje para lograr un cambio a nivel de conocimientos, actitudes y prácticas; el fin último es la desestigmatización de la salud mental, de modo que se dé un paso adelante hacia la inclusión social de las personas con afecciones mentales en nuestro país.