Fondo Editorial
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Ítem Texto completo enlazado Lecciones sobre Espinosa Medrano(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2023) Cisneros, Luis Jaime; Guibovich Pérez, Pedro; Rodríguez Garrido, José A.La obra de Juan de Espinosa Medrano, apodado en su tiempo «El Lunarejo» (c. 1629-1688), fue uno de los mayores focos de interés académico de Luis Jaime Cisneros (1921-2011). En 1980 aparecieron sus primeros trabajos dedicados a estudiar los textos capitales de Espinosa Medrano (el Apologético en favor de don Luis de Góngora, la Panegírica declamación por la protección de las ciencias y estudios, los sermones de La novena maravilla), que se prolongaron prácticamente hasta sus últimos años de vida. En ellos Cisneros desplegó una aguda indagación sobre todo desde la perspectiva de la estilística y la filología, pero atendiendo siempre a la necesidad de estudiar la producción de Espinosa Medrano como manifestación de la cultura y el saber de un clérigo en el contexto de la cultura colonial peruana. Esta compilación, editada y prologada por Pedro Guibovich Pérez y José A. Rodríguez Garrido, reúne la casi totalidad de los trabajos escritos por Cisneros en torno a la obra del afamado clérigo cuzqueño. Muchas de las preguntas y de los caminos de investigación que fueron allí planteados aún continúan vigentes y constituyen un estímulo y un referente para todo aquel interesado en la obra de Espinosa Medrano.Ítem Acceso Abierto Ortega : el 98 y la lengua(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2001) Cisneros, Luis JaimeEn el umbral de la adolescencia, los hombres de mi generación descubrimos en los textos escolares y periódicos a los hombres del 98. De otro lado, los diarios nos mostraban aspectos de su vida pública, pues algunos de ellos tenían representación política, y los acontecimientos europeos los perfilaban empeñados en hacerse oír. Hablar para nosotros de Azorín o de Valle Inclán, mencionar a don Miguel de Unamuno, eran cosas distintas de cuando hablábamos ciertamente de Moliere, de Milton o Rousseau. De vez en cuando, algún noticioso europeo nos regalaba, aunque fugazmente, con su voz. A algunos de ellos alcanzamos a conocer; y cuando puedo reconstruir ahora la húmeda y temblorosa mano con que Azorín estrechaba la nuestra, o la tosca, pero segura y cálida, de don Ramón Menéndez Pidal, en su casa de Chamartí, he aquí que nos damos con este centenario y comprendemos cómo el tiempo ha ido cincelando matices y perfiles y cómo ha adquirido robustez y consistencia propia la obra de cada cual. No «las obras», con esa clasificación que tanto entusiasmó a quienes viven empeñados en analizar argumentos, disecar influencias e intuir designios. No las obras, ya fueran de ensayo o de teatro, en prosa o en verso. No el producto sino el procedimiento, el «saber hacer», el instrumento lingüístico.Ítem Acceso Abierto Una lanza por Vallejo, Chroniqueur(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 1993) Cisneros, Luis JaimeEn feo día de prefigurado y lluvioso recuerdo (pero no en otoño) iba a morir en París César Vallejo. Morir en París es un accidente previsible para cualquiera. Pero morir en París y continuar viviendo es la materialización feliz de una profecía singular sólo a los vates reservada. Ahora que iniciamos la reflexión sobre lo que para los americanos han significado estos 500 años ya vividos, vemos bien qué profunda ha sido para esta lengua europea nuestra la persistente orfebrería con que la remodelaron y enriquecieron quienes, como Darío y como Vallejo, recrearon con auténtico vigor americano (fruto de tierras ubérrimas y de razas fecundas) el brío que ya en el verso había logrado asegurarle un día el místico San Juan de la Cruz o el genio poético de Quevedo. "Qué extraña manera de estarse muerto" (Trilce, LXXV) el poeta, ahora que lo re vi vimos a cien años del día primero de su historia municipal. A Vallejo se lo siguen disputando quienes reclaman sus restos para alimentar acá, en tierra peruana, las pasiones que le han inventado después de muerto. Sí, es verdad que él había advertido cuánto y muchísimo quedaba por hacer; pero a nadie preocupa hacer las cosas que él habría hecho, y pocos han continuado las que él inauguró. Le han querido copiar el estilo y una que otra muestra de riesgosa sintaxis, y poco se han ocupado de penetrar en sus ideas y en su rico y coruscante mundo interior.Ítem Acceso Abierto Sobre Eguren(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 1978) Cisneros, Luis JaimeFriederich propone que todo intento de ingresar en el campo de la lírica supone el riesgo de frecuentar la sombra y el misterio, Riesgo atrayente y de resultados fecundos, Riesgo que, una vez emprendido) suele deparamos la certeza de que los poetas alcanzan ese poder que algunos sólo asignan al teatro o a la novela~ y que otros defienden como exclusivo del arte deletéreo de la propaganda, Esta oscuridad viene amparada por ~a palabra, protegida en su magia por algun desarraigo sintáctico, asegurada en su vigencia por un sabor arcaico de la significación, y sobre todo- por la evidente resonancia de su musicalidad, Acercarse a un texto lírico exige en el lector una tensión integral, semejante a la que quiere el poeta transmitirÍtem Acceso Abierto Insistiendo sobre el barroco(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2002) Cisneros, Luis JaimeCuando Vossler analiza algunas formas líricas de prosa y poesía y encara el barroco, explica que con dicho movimiento alcanzan un espedal retoque renacentista "las formaciones y deformaciones alegóricas, artísticas o semiartísticas" (Vossler 1951: 79). De tal apreciación vossleriana no me atrae ahora sino lo concerniente a las deformaciones, que cae en el lugar común de todo cuanto se relaciona con "lo extravagante, incoherente y arbitrario" que suele decirse del barroco cada vez que se intenta una definición o cuando se nos propone la etimología de la voz. Tratándose de Vossler, me interesa el adjetivo alegórico. Y me voy a situar -por gracia de mi formación cercana a los jesuitas- en la ladera de quienes entienden por barroco todo cuanto se halla vinculado con el arte y el mundo de la Contrarreforma. Me sitúo, por lo tanto, en la perspectiva de ese príncipe del estilo barroco que fue Giambattista Marini (1569-1625), en cuyo soneto Il poeta e la meraviglia podemos leer: É del poeta íl fin la meravíglía chí non sa far stupír, vada alla stríglía Maravillarse y provocar la estupefacción en las gentes para que así participaran de la maravilla fue, por lo visto, consciente programa de la estética barroca.Ítem Acceso Abierto Anna Maccagno, estela luminosa(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2003) Cisneros, Luis JaimeLa voz, circunstancialmente ausente, de Anna Maccagno se deja oír en este aniversario con ritmo vigoroso. Es que los registros civiles se esmeran en su muerte, nosotros la redescubrimos en Pando un día y otro día, en el hervor de los hornos y la terca tersura de los moldes. La gratitud y el cariño impiden que el recuerdo de Anna pueda llamarse olv!do. Es mucho lo sembrado, y hay riego constante y provechoso para asegurar el triunfo de su nombre. Todos acá en Pando sabemos cómo pervive su mirada vigilante en los momentos de la duda o el asombro: su invisible presencia es una constante certeza que nos visita, porque de ella aprendimos que la enseñanza «es un asesoramiento solidario y humano». Y Anna era (y sigue siendo) una hermosa carga de humanidad sincera. Si en Artesse sigue trabajando con el ritmo que ella instauró es porque no dudamos de que en el espíritu de cada uno está lista la semilla, que sólo necesita la hora propicia para germinar. Anna entrenó a los estudiantes a emprender la búsqueda de sí mismos. Descubrirse es rechazar la copia y emprender la búsqueda de su lenguaje y su destino. Si la sabemos cerca de nosotros es porque nos ofreció su amistad como base secreta y conjetural de toda empresa docente.Ítem Acceso Abierto ¿Quién es el prójimo?(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2010) Cisneros, Luis JaimeEn los últimos veinte años, y gracias a severos estudios interdisciplinarios, hemos reconocido importantes avances relacionados con el hombre, con sus actividades y su personalidad. El diálogo ha permitido el acceso de los lingüistas al inconsciente, y ahora nos resulta provechoso sobre las varias perspectivas a que el ego puede recurrir. Este ir y venir ha contribuido a perturbar un aspecto no desdeñable del circuito de la comunicación: la relación con el prójimo. Esta relación, respaldo imprescindible de toda comunicación comunitaria, supone afirmada conciencia de que emisor y receptor estamos rigurosamente enlazados en la estructuración y en los fines del discurso.Ítem Acceso Abierto Historia, problema y promesa : homenaje a Jorge Basadre(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 1978) Miró Quesada Cantuarias, Francisco; Pease G.Y., Franklin; Sobrevilla, David; Busto Duthurburu, José Antonio del; Denegri Luna, Félix; Nieto Vélez, Armando,; Cisneros, Luis JaimeSe reúnen diferentes estudios de especialistas de diversos, en homenaje a Jorge Basadre. Múltiple es su quehacer historiográfico y cultural, Jorge Basadre representa no sólo un punto de partida para la actual historia moderna del Perú, sino que su Historia de la República del Perú significa una reconocida realización, Basadre ha incursionado en numerosos y diferentes campos, abriendo rutas intelectuales transitadas después asiduamente en la investigación y la tarea siempre urgente de escribir la historia del Perú.Ítem Acceso Abierto El funcionamiento del lenguaje(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 1991) Cisneros, Luis JaimeEstas lecciones resumen de algún modo mis clases universitarias de los últimos cinco años. Pensadas para jóvenes no necesariamente atraídos por la filología, su objetivo se dirige a proporcionarles el lenguaje como una realidad sobre la que vale la pena reflexionar. He procurado no dejarme seducir por teorías novedosas (así hubieran sido atrayentes en su hora inicial), pero creo haber recogido las mejores contribuciones científicas de los últimos tiempos. Aspiro a que el estudiante, al meditar sobre la lengua, descubra su responsabilidad creadora y se abra generosamente a la expectativa de curiosidades mayores, antesala forzosa de una esperable inquietud científica. En libro de esta naturaleza, nadie puede aspirar a la originalidad, deudor como soy (de otro lado) de tantos ilustres maestros. Nadie debe ver acá sino un conjunto de notas de clase, que sirvieron en su momento para proponer un acercamiento hacia el lenguaje y su funcionamiento.