Biblioteca de Ciencias Sociales "Alberto Flores Galindo"
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Item Metadata only Los mineros de Cerro de Pasco 1900 - 1930 (un intento de caracterización social y política)(Pontificia Universidad Católica del Perú, 2019-04-22) Flores Galindo, AlbertoEn los últimos años han ido en constante aumento las huelgas en el sector minero: 1968: 21 huelgas; 1969; 26 huelgas; 1970: 71 huelgas. El área más conflictiva ha sido precisamente la constituida por las minas de la Cerro, donde el 70 se sucedieron 30 huelgas, el 42% del total anual. Ese mismo año, los mineros y metalúrgicos de la Cerro, en defensa de sus reivindicaciones, realizaron una multitudinaria marcha a Lima y participaron en un mitín junto con otros trabajadores de la capital. Por todos estos hechos, para los diversos grupos de la izquierda peruana, los mineros ocupan el primer plano en su atención. Para ellos, los mineros de la Cerro aparecen como la fuerza dirigente de los trabajadores peruanos, como un sector de elevada conciencia obrera, como el prototipo del proletariado en el Perú; obreros con tradición proletaría, antiguos, cohesionados por una serie de luchas. El elemental dato del establecimiento de la Cerro en 1902, la empresa más antigua de nuestra gran minería, parecería indicarlo así. Pero, por encima de los que "se dice", de las "imágenes" ¿Quienes son realmente estos hombres? ¿qué debemos entender por minero en los Andes centrales del Perú?. Nuestro propósito es intentar un acercamiento histórico a estas preguntas. Ello nos lleva a los orígenes y a plantearnos, en primer lugar, la cuestión de cómo se formó el proletariado minero, entendiendo por formación no solo la incorporación física a los campamentos (procedencia, mecanismo de incorporación, características de los migrantes), sino también la asunción de relaciones sociales y de una ideología propiamente obreras. La condición obrera se define por la carencia de medios de producción, tierras si se trata de campesinos, talleres si es el caso de artesanos; por la reducción del hombre a sus propias fuerzas de trabajo y por la necesidad consiguiente de vender ésta en un mercado, a cambio de un determinado salario. El trabajo obrero es, además, un trabajo industrial, lo que significa que se ejerce con maquinarias modernas y en centros de gran concentración. Las máquinas, por su parte, uniformizan el trabajo más allá de las diferencias en cuanto al producto.