(Pontificia Universidad Católica del Perú, Departamento de Ciencias Sociales, 1986) Flores Galindo, Alberto, 1949-1990; Portocarrero Maisch, Gonzalo
Presentación elaborada por Alberto Flores Flores Galindo y Gonzalo Portocarrero para el texto "Psicoanálisis y Ciencias sociales", del cual también son compiladores. En esta, dan entender la posibilidad de que ambas disciplinas pueden complementarse desde sus respectivos campos de estudio.
(Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Ciencias Sociales, 1990-08) Pontificia Universidad Católica del Perú. Facultad de Ciencias Sociales
La Facultad de Ciencias Sociales y el Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú quieren rendir homenaje con el presente texto a Alberto Flores Galindo, uno de sus más queridos y esclarecidos miembros, y quieren hacerlo con una afirmación de su presencia que, para nosotros, permanece.
(École des Hautes Etudes en Sciences Sociales, 2019-04-22) Flores Galindo, Alberto
Los personajes centrales de este libro son entidades colectivas: grupos y posibles clases sociales. Alrededor de ellos organizaremos el texto, privilegiando la explicación sobre el relato de acontecimientos. La narración cronológica dejará de lugar a un conjunto de aproximaciones paralelas. Empezaremos por los de "arriba" : ingreso aparente a una estructura social; ellos dominan, quieren imponer su normas de comportamiento y sus valoraciones, aparecen con frecuencia en la documentación. Pero solo entenderemos realmente el orden colonial cuando variemos de perspectiva, y en la segunda parte, nos ocupemos de los "de abajo". El punto de vista de los desesperados, empleando una expresión del cineasta Pier Paolo Pasolini, permite
desmontar los mecanismos de una sociedad y pensarla como una totalidad. El texto abandona una síntesis quizá abusiva y se extiende en múltiples referencias: el entramado de la vida cotidiana.Finalmente, en la tercera parte, todos los personajes confluyen alrededor de la independencia de 1821.
(Pontificia Universidad Católica del Perú, 2019-04-22) Flores Galindo, Alberto
En los últimos años han ido en constante aumento las huelgas en el sector minero: 1968: 21 huelgas; 1969; 26 huelgas;
1970: 71 huelgas. El área más conflictiva ha sido precisamente la constituida por las minas de la Cerro, donde el 70 se sucedieron 30 huelgas, el 42% del total anual.
Ese mismo año, los mineros y metalúrgicos de la Cerro, en defensa de sus reivindicaciones, realizaron una multitudinaria
marcha a Lima y participaron en un mitín junto con otros trabajadores de la capital.
Por todos estos hechos, para los diversos grupos de la izquierda peruana, los mineros ocupan el primer plano en su
atención. Para ellos, los mineros de la Cerro aparecen como la fuerza dirigente de los trabajadores peruanos, como
un sector de elevada conciencia obrera, como el prototipo
del proletariado en el Perú; obreros con tradición proletaría, antiguos, cohesionados por una serie de luchas. El elemental dato del establecimiento de la Cerro en 1902, la
empresa más antigua de nuestra gran minería, parecería indicarlo
así.
Pero, por encima de los que "se dice", de las "imágenes"
¿Quienes son realmente estos hombres? ¿qué debemos entender
por minero en los Andes centrales del Perú?. Nuestro propósito
es intentar un acercamiento histórico a estas
preguntas. Ello nos lleva a los orígenes y a plantearnos,
en primer lugar, la cuestión de cómo se formó el proletariado
minero, entendiendo por formación no solo la incorporación física a los campamentos (procedencia, mecanismo de
incorporación, características de los migrantes), sino también la asunción de relaciones sociales y de una ideología
propiamente obreras.
La condición obrera se define por la carencia de medios de
producción, tierras si se trata de campesinos, talleres si
es el caso de artesanos; por la reducción del hombre a sus
propias fuerzas de trabajo y por la necesidad consiguiente
de vender ésta en un mercado, a cambio de un determinado
salario. El trabajo obrero es, además, un trabajo industrial, lo que significa que se ejerce con maquinarias modernas y en centros de gran concentración. Las máquinas, por
su parte, uniformizan el trabajo más allá de las diferencias en cuanto al producto.