Explorando por Autor "Bronner, Fred"
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Ítem Acceso Abierto Un agente extraordinario de Olivares para el Perú : el contador Hernando de Valencia(Pontificia Universidad Católica del Perú. Instituto Riva Agüero, 1975) Bronner, FredNo contiene resumenÍtem Acceso Abierto La hispanidad de la temprana Lima barroca : amerindios, morenos y marranos(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2002) Bronner, FredCon esta muletilla, los limeños afirmaron otrora su superioridad. El resto del país les parecía demasiado elevado, demasiado indio, algo rústico. En décadas recientes, los inmigrantes de la sierra han borrado la mayoría de estas distinciones. ¿Fueron válidas alguna vez? Aquí llevamos el problema de vuelta a la década de 1630. ¿Cuán "europea" o "andina" era la ciudad en ese entonces? Para los españoles (los blancos), hubiesen nacido en América o Europa, Lima sí era el Perú, tanto estadística como subjetivamente. En su diario de 1629-39, el clérigo José Antonio Suardo ignoraba, por lo general, lo sucedido fuera de la ciudad. Al narrar las condiciones en 162911 630, el franciscano Buenaventura de Salinas y Córdova, el jesuita Bernabé Cobo y el carmelita Antonio Vázquez de Espinosa unánimemente coronaron a Lima como la "cabeza" y la "corte" del Perú. 1 De los tres, sólo Salinas era hijo de la tierra y un firme nativista sospechoso de sedición (Lavallé 1982, Il: 1207-1 O), pero a pesar de todo veía a Lima como "nuestra Europa", con su plaza y principales conventos como los mejores de Europa (Salinas 1957: 258, 197, 200, 252).Ítem Acceso Abierto El tesoro del perulero : Martin de Ysasi y la armadilla de 1632(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 1978) Bronner, FredLos peruleros, agentes viajeros del intercambio transatlántico de Lima, parecen haber influido en el desarrollo del sistema mercantil de España del siglo XVIL Según J. van Klaveren (1960) fueron ellos el polo americano de un nexo comercial que transformó en pasivos a los mercaderes sevillanos, reduciéndolos a títeres del capitalismo noHuropeo. Esta tesis, fundada en las teorías de Keynes y las estadísticas de los Chaunu (1956»1959), magnifica al perulero, atribuyéndole un poder casi mágico. Mientras tanto, la visión institucional del comercio limeño, sintetizada en la obra de M.E. Rodríguez Vicente (1960), degrada al perulero a un papel secundario. Se trata en verdad de un tipo social desconocido, salvo el reportaje contemporáneo de Juan Antonio Suardo (1936) y las brevísimas aproximaciones de Guillermo Lohmann (1941) y de Marie Hclmer (1965, 1967). Esta laguna historiográfica podría llenarse por los protocolos de los escribanos de Lima, los más de ellos guardados en el Archivo General de la Nación (en adelante AGN). Allí, en millares de libros becerros, encuadernados al final de cada año, yace un sinfín de escrituras cuyo cumulativo cuento seguramente definirá al perulero; y no sólo a él sino a los demás representantes de las distintas capas y profesiones del barroco limeño. La abrumadora riqueza de esta "fuente primaria de cualquier sociedad hispánica" (J. Lockhart, 1972) constituye un obstáculo casi insuperable para el investigador solitario. He aquí un reto a la acción cooperativa y planificada. La siguiente reseña representa un minúsculo sondeamiento de esa magna fuente. Solo puede ufanarse de unidades teatralmente clásicas: una partida de viaje, un perulero, un año de protocolos. Sin embargo toda una trama social se dibuja detrás de las transacciones, suscitando preguntas e indicando varios rumbos de investigación. Lo que no da lugar a dudas es el modus operandi del agente y de quienes en el confiaban. Y era este caudal respetablemente abultado. Así se desprende de los recibos firmados ante varios escribanos entre el 2 y el 18 de junio, 1632.