Explorando por Autor "Armas Asín, Fernando, 1969-"
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Ítem Acceso Abierto La construcción de un patrimonio católico nacional : piedad popular y tradición en el Perú moderno y republicano, 1821-1840(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2004) Armas Asín, Fernando, 1969-En su acepción más tradicional patrimonio significa «legado de nuestros padres», haciendo referencia a las nociones de herencia y paternidad. Patrimonio es la herencia que hemos recibido de nuestros ancestros, que viene de una época pasada y que se constituye en un legado que asegura el recuerdo de nuestra familia. 1 No sería sino hasta el advenimiento de la Ilustración, en el siglo XVIII, que la mentalidad racional en plena crítica a la tradición y la religión le daría al patrimonio una dimensión semántica más extensiva, incursionando en la esfera de lo público. El patrimonio era ahora una herencia pública y no de individuos exclusivamente, sino sobre todo de la nación. 2 El Estado pasó a apropiarse del discurso patrimonial y, como bien se ha señalado, el patrimonio nunca más abandonó el discurso estatal como algo esencial para producir la conciencia de la nación. Así es como el Estado produjo y reprodujo un discurso en tomo al patrimonio de la nación, en donde se reivindicaba la existencia de un legado, material y espiritual que podía remontarse a miles y miles de años. El patrimonio, como herencia de la nación, era parte de la memoria colectiva social.Ítem Acceso Abierto Religión, Estado y afanes regulatorios : reflexiones sobre la vida sexual de los habitantes de Lima en el siglo XVIII(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2004) Armas Asín, Fernando, 1969-El presente artículo tiene por finalidad proponer algunas ideas que nos permitan discutir el cambio en la percepción de la sexualidad en la sociedad colonial tardía de la ciudad de Lima. Dicho cambio fue consecuencia de las ideas ilustradas y del nuevo rol del Estado, que abrió la posibilidad de tener un mayor control sobre el conjunto social y, como tal, adquirir competencias incluso para juzgar la conducta sexual «pecaminosa», que podía ser catalogada dentro de la legislación colonial como un «delito sexual». Esta función había sido imposible durante los siglos XVI y XVII por el poder de la Iglesia, cuyas doctrinas concebían como «pecado» dicha conducta. En ese sentido, el Estado ejerció un control sobre nuevos espacios que incluyeron lo público y privado. Al amparo de las ideas ilustradas, que privilegiaban el desarrollo económico y el crecimiento poblacional, el control de la sexualidad adquirió una importancia capital. Edictos, cédulas y decretos buscaron entonces normar -esta vez desde lo civil- el comportamiento sexual de las personas.