¿Quién es el culpable? Ideologías de la comunicación, narrativas y discursos morales en la lucha contra la tuberculosis en una prisión peruana
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Anthropologica; Vol. 38 Núm. 44 (2020): Antropología médica y de la salud: Aportes desde el Sur GlobalAbstract
Este artículo aborda las narrativas, diálogos y experiencias de internos y personal de salud involucrados en una intervención financiada por el Fondo Global para reducir los índices de tuberculosis en las prisiones peruanas. Se busca responder a dos preguntas principales: ¿cómo se discute y sobre quién recae la responsabilidad del cuidado de la enfermedad en esta intervención? Se basa en una etnografía realizada en el año 2006 en el penal de Lurigancho, la prisión más hacinada de Perú. El estudio muestra que, contrariamente a lo que la intervención sostenía, buena parte de los internos podían reproducir en sus términos, sin mayores problemas, las versiones biomédicas sobre la etiología de la enfermedad. Se encuentra que el discurso de la intervención termina responsabilizando exclusivamente a los pacientes por su situación de salud, velando otros factores sociales y económicos igualmente importantes. Se sostiene que muchas políticas de salud pública han cobrado un cariz reduccionista desde que la salud pública se ha comenzado a pensar utilizando supuestos económicos liberales. Como consecuencia de este proceso, algunas enfermedades y tipos de pacientes o grupos sociales pueden ser considerados como moralmente reprochables y castigables. Se concluye que es fundamental explorar la ideología de comunicación detrás de cualquier intervención o política de salud pública. This paper discusses the narratives, dialogues and experiences of inmates and health personnel involved in an intervention funded by the Global Fund to reduce tuberculosis rates in Peruvian prisons. It seeks to answer two main questions: How is it discussed and who has the responsibility for care of the disease in this intervention? It is based on an ethnography conducted in 2006 in Lurigancho, the most overcrowded prison in Peru. The study shows that, contrary to what interventionists affirm, most of the inmates can reproduce the biomedical versions of the disease’s etiology in their own terms and without major problems,. It was found that intervention discourse holds the patient solely responsible for his health condition; obscuring other equally important social and economic factors. It is argued that many public health policies have taken on a reductionist nature since they have begun to be based upon liberal economic assumptions. As a consequence of this process, certain diseases and types of patients or social groups are considered as morally reprehensible and punishable. It is concluded that it is essential to explore the communication ideology behind any intervention or public health policy.