Lomné, Georges2023-01-312023-01-312013https://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/188836Páginas 229-232No corresponde dudar de la preocupación de Abascal por los «alborotos de Quito». El virrey puso especial empeño en derrotar a la Junta de Agosto de 1809 y felicitó al teniente coronel Manuel Arredondo -al mando de la tropa limeña- por su pronta victoria sobre los insurgentes. Luego, entre septiembre de 1810 y noviembre de 1812, seguiría los progresos de la lucha contra la segunda Junta, habiendo logrado enviar a unos 300 hombres desde Guayaquil, quienes se sumaron al ejército del Brigadier Gobernador de Cuenca, Melchor de Aymerich, con el fin de reducir a «un número corto de sediciosos». Es relevante destacar que ambos episodios hicieron posible que el virrey extendiera su poderío al norte del «Distrito» administrativo que le correspondía y sustituyera plenamente al «Jefe Superior» del virreinato de la Nueva Granada, habiendo siendo éste incapacitado por la formación de la Junta de Popayán y, luego, derrocado por la propia Junta de Santafé.spainfo:eu-repo/semantics/openAccesshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/pe/Virreyes--HistoriaEl informe de Ramón Nuñez del Arco (Quito, 1813) : un afán de pacificación absolutainfo:eu-repo/semantics/bookParthttps://purl.org/pe-repo/ocde/ford#5.06.01https://doi.org/10.18800/9789972623820.019