Albán Peralta, Walter JorgeVillavicencio Morales, Andrea María2016-04-092016-04-0920152016-04-09http://hdl.handle.net/20.500.12404/6701La Organización de Estados Americanos (en adelante, OEA), desde su creación en el año 1948 ha tenido como una de sus piedras angulares al sistema democrático, siendo el fortalecimiento de la democracia y promoción de la buena gobernabilidad una de sus principales tareas. No obstante, desde el nacimiento de la OEA han tenido lugar en distintos Estados miembros crisis que afectaban a la democracia representativa. Como muestra de ello están los golpes de Estado, como los sucedidos en Brasil (1964), Panamá (1968), Chile (1973), Argentina (1976), Paraguay (1989), Honduras (2009), entre otros, o los autogolpes, como el ocurrido en el Perú en el año 1992. A raíz de ello, durante las dos últimas décadas la OEA ha creado instrumentos para responder a esta problemática, tales como la Resolución de la Asamblea General AG/RES. 1080 (XXI-O/91), el Protocolo de Washington y la Declaración de Quebec. Sin embargo, todos estos instrumentos limitan la protección de la democracia a impedir el derrocamiento de los gobiernos democráticamente electos, sin prever aquellos casos en donde hay un paulatino quiebre de la misma a raíz de situaciones que atentan contra supuestos tales como el ejercicio del poder con sujeción al estado de derecho, la separación e independencia de los poderes públicos, el respeto por los derechos humanos y la libertad de expresión y de prensa, entre otros, todo ello por actos cometidos desde el propio Poder Ejecutivo.spainfo:eu-repo/semantics/openAccesshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/pe/DemocraciaDerecho internacional.La Carta Democrática Interamericana: los supuestos que afectan la institucionalidad democrática y sus mecanismos de defensainfo:eu-repo/semantics/bachelorThesishttps://purl.org/pe-repo/ocde/ford#5.05.01