Salvatore, Ricardo Donato2023-02-102023-02-102018https://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/189051Páginas 307-333Este ensayo plantea que la promesa de la Revolución de dispersar libros y bibliotecas en el campo no se cumplió. El sistema bibliotecario cubano fue centralizado y fuertemente estatista. La estatización de colecciones privadas aumentó el capital bibliográfico de la BNC, la que promovió la lectura y, a la vez, cultivó el estudio de la cultura cubana y, en particular, de la obra de José Martí. Una producción masiva de textos escolares y de manuales técnicos permitió acompañar desde el Estado la demanda de libros del programa educativo de la Revolución. Centrándome en el análisis de la figura de la bibliotecaria de la Revolución, María Teresa Freyre de Andrade, trato de interrogar en qué medida la BNC pudo construir un camino intermedio entre las necesidades de modernización técnica y de servicios y los imperativos del nacionalismo revolucionario; un sendero que hiciera compatibles la construcción del socialismo y la elección del lector. Este ensayo desnuda las tensiones en la construcción de una biblioteca a la vez moderna y socialista en la primera década de la Revolución.spainfo:eu-repo/semantics/openAccesshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/pe/Bibliotecas y sociedad--CubaAlfabetización--Cuba--1961Educación y Estado--CubaBibliotecas y revolución en Cubainfo:eu-repo/semantics/bookParthttps://purl.org/pe-repo/ocde/ford#6.01.01https://doi.org/10.18800/9786123173647.012