Valdez Oyague, Martín2023-03-312023-03-312017https://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/191317Páginas 251-258«Los filósofos [apunta Marx] no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo» (Marx, 2015c, p. 109). Ciertamente no podría Marx estar refiriéndose, con dicha frase, a Platón, quien arriesgó su vida en más de una oportunidad, viajando a Sicilia e intentando que el gobierno y la verdadera filosofía coincidan en una y la misma persona. Se trata, pues, no solo de encontrar una forma de asociación en la que y gracias a la cual, como precisaba Rousseau, «cada uno, en unión de todos los demás, solamente se obedezca a sí mismo y quede tan libre como antes» (Rousseau, 2007, p. 16), sino de identificar las condiciones que nos permitan alcanzar semejante orden. En la República, el filósofo no se preocupa solo de describir la polis perfecta, sino que, ante la insistencia del joven Glaucón, Sócrates se ve obligado a precisar cómo sea posible dicha polis: «a menos que los filósofos gobiernen en los Estados [...]» (473d-e). Un momento cúspide en la historia de la filosofía, sin lugar a dudas. La solución a la corrupción, a la impunidad, a los abusos, a la violación de derechos, al atropello de libertades, a la pobreza, a la explotación, a la ignorancia, a las guerras, a todos los males, llegará cuando los filósofos tomen — ¿tomemos?— el poder.spainfo:eu-repo/semantics/openAccesshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/pe/SecularizaciónSocialismoLiberalismo¿Socialismo liberal? Reflexiones en torno al liberalismo político y al comunismo en una era postsecularinfo:eu-repo/semantics/bookParthttps://purl.org/pe-repo/ocde/ford#6.03.01https://doi.org/10.18800/9786123172480.018