Gutiérrez Bustos, Raúl2023-02-242023-02-242013https://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/189668Páginas 231-251En la sección de la República en la que presenta su interpretación de los símiles de la línea y la caverna, Sócrates señala que después de haber accedido a la visión de la Idea del bien y, en consecuencia, haber concluido, entre otras cosas, que es la causa de todo lo recto y lo bello, el filósofo desciende de las contemplaciones divinas a los males humanos, mostrándose inicialmente torpe y ridículo debido a que aún ve mal y no se ha acostumbrado suficientemente a la oscuridad que lo rodea; entonces, aun cuando no hubiera querido ocuparse de los asuntos humanos, sino que más bien hubiera preferido permanecer en el ámbito inteligible, se ve obligado (ἀναγκαζόμενος)1 a contender, en los tribunales o en cualquier otra parte, sobre las sombras de lo justo o sobre las estatuas que proyectan estas sombras, y a disputar al respecto con aquellos que no han visto jamás la justicia en sí (517c-e).spainfo:eu-repo/semantics/openAccesshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/pe/Filosofía antiguaDisputas sobre las sombras de la εἰκασία y las estatuas de la πίστιςinfo:eu-repo/semantics/bookParthttps://purl.org/pe-repo/ocde/ford#6.03.01https://doi.org/10.18800/9786124146503.017