Regalado de Hurtado, Liliana2018-04-102018-04-102006http://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/113667Las urgencias de la colonización, la creciente información sobre el Nuevo Mundo y, especialmente, acerca de sus habitantes desembocaron en una polarización de opiniones que, aparentemente, no dio lugar a posiciones intermedias, no solocuando se debatieron los derechos de la Corona española para conquistar y colonizar América sino también al definirse y ponerse en prácticas las políticas oficiales relacionadas a los derechos de los indígenas y al tratamiento que deberíadepararse a los nativos americanos y a sus autoridades tradicionales. El indio fue idealizado como un inocente salvaje, ennoblecido por su vida en contacto con la naturaleza o visto como un ser degradado física y moralmente. En el primer caso,resultaba débil y profundamente vulnerable —incluso por el demonio — mientras que, en el segundo, era la expresión del mal “[...]de donde se sigue que el pecado grave por el cual desde su principio les ha seguido y seguirá, con la maldición dela Divina Mano que les ha aborrecido, haciéndolos por su Divino Saber perversos de iniquidad y oprobio -como de su dura obstinidad se presume-, es parte para que en ellos no se pueda injerir algún pimpollo que dé verdadero fruto. Son tan sucios y malos y viles, de bajo entendimiento medrosos corazones que me atrevo a decir que en ninguna manera son buenos para servir a Dios, si Dios no les muda loscorazones como le mudó a San Pablo[...]” (Álvarez [1588] 1988: 73).No contiene resumenapplication/pdfspainfo:eu-repo/semantics/openAccesshttp://creativecommons.org/licenses/by/4.0Revistas generalesHistoriografía—RevistasFilosofía--RevistasNosotros y los otros. Reflexiones en torno a la alteridad y su configuración en el periodo colonialinfo:eu-repo/semantics/articlehttps://purl.org/pe-repo/ocde/ford#6.00.00