Makowski Hanula, Krzysztof2023-04-182023-04-181998https://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/192100Tomo 1. Páginas 125-147Desde que Kroeber y Larco (véase la síntesis de la historia de investigaciones en: Castillo y Donnan 1994, y Shimada 1994) crearon el primer marco cronológico y conceptual para el estudio de las sociedades complejas en la Costa Norte en el Periodo Intermedio Temprano, el conjunto de rasgos estilísticos e · iconográficos, de técnicas y formas arquitectónicas, así como de comportamientos funerarios específicos, denominado Moche o Mochica, fue considerado la expresión material de una sola cultura étnica. Aquella cultura se definía por oposición a las otras de su periodo, como la Virú-Gallinazo, Cajamarca Temprano o la Recuay. Por ello, desde los años 40 hasta hace poco, el juicio que la cerámica mochica, el prinicipal elemento diagnóstico para definir el tiempo, que había seguido la misma secuencia de cambios en todo el área de su dispersión, tuvo carácter del axioma irrefutable. A partir de este supuesto Ford (1949) y Willey (1953) formularon su conocida propuesta sobre el estado expansivo mochica. Conforme con ella, élites guerreras procedentes de los valles de Moche y de Chicama conquistaron áreas adyacentes al sur (valles de Virú, Chao y Santa) llegando hasta Nepeña. La conquista se inicia, supuestamente, en la fases III de Larco (1948), y se expresa, entre otros, en la difusión del estilo corporativo (Moseley 1992) Mochica IV, así como en el ocaso gradual del estilo Virú-Gallinazo. El modelo que acabamos de mencionar sirvió también de punto de partida para reconstruir la organización política mochica.spainfo:eu-repo/semantics/openAccesshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/pe/Mochica, CulturaCultura material, etnicidad y la doctrina política del estado en los Andes prehispánicos : el caso mochicainfo:eu-repo/semantics/bookParthttps://purl.org/pe-repo/ocde/ford#6.01.01https://doi.org/10.18800/9789972421334.008