Zegarra Chiappori, Magdalena Lucía2011-05-092011-05-0920082011-05-09http://hdl.handle.net/20.500.12404/458El Catecismo actual de la Iglesia Católica afirma que "Jesucristo posee dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la única Persona del Hijo de Dios" (126). Este dogma se fundamenta en una larga tradición histórica, ya que desde el cuarto Concilio Ecuménico de Calcedonia se reconoce que en Cristo la diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión. Por el contrario, ambas vertientes desembocan en un único sujeto, Jesús, Hijo del hombre.1 De esta forma, el credo católico sostiene que en la persona de Cristo lo divino y lo corpóreo se encuentran en armonía, y que es en su destino mesiánico donde la voluntad humana se subordina sin oposición al Plan celestial. En Él las dos naturalezas no son opuestas, sino cooperantes: la doctrina construye así a un sujeto integrado; la figura de Jesús articula en una totalidad cerrada su faceta humana y divina sin aparente conflicto.spainfo:eu-repo/semantics/openAccesshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/pe/Watanabe, José, 1946-2007. Habitó entre nosotros--Crítica e interpretaciónJesucristo en la literaturaPoesía peruana--SigloHabitó entre nosotros : tensión humana y divina en el Jesucristo de José Watanabeinfo:eu-repo/semantics/bachelorThesishttps://purl.org/pe-repo/ocde/ford#6.02.00