PERÚ: UNA MIRADA ACTUAL AL MUNDO RURAL MARCEL VALCÁRCEL CARNERO PERÚ UNA MIRADA ACTUAL AL MUNDO RURAL Perú: una mirada actual al mundo rural Marcel Valcárcel Carnero © Marcel Valcárcel Carnero, 2015 De esta edición: © Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2015 Av. Universitaria 1801, Lima 32, Perú Teléfono: (51 1) 626-2650 Fax: (51 1) 626-2913 feditor@pucp.edu.pe www.fondoeditorial.pucp.edu.pe Diseño, diagramación, corrección de estilo y cuidado de la edición: Fondo Editorial PUCP Primera edición: octubre de 2015 Tiraje: 500 ejemplares Prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio, total o parcialmente, sin permiso expreso de los editores. ISBN: 978-612-317-141-4 Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2015-14848 Registro del Proyecto Editorial: 31501361501021 Impreso en Tarea Asociación Gráfica Educativa Pasaje María Auxiliadora 156, Lima 5, Perú Índice PRESENTACIÓN 11 INTRODUCCIÓN 13 CAPÍTULO 1. PANORAMA MACROECONÓMICO Y GLOBALIZACIÓN 17 CAPÍTULO 2. TERRITORIO Y DEMOGRAFÍA 19 2.1. Población 20 2.2. Distribución territorial de la población peruana 21 2.3. Migración interna 22 2.4. Migración externa 24 CAPÍTULO 3. AGRICULTURA 27 3.1. Productores agropecuarios 28 3.2. Ingresos económicos fuera de la parcela 30 3.3. Superficie y tenencia de la tierra 34 3.4. Minifundio y pequeña agricultura 36 3.5. Mediana y gran agricultura 39 3.6. Comunidades campesinas y comunidades nativas 42 3.7. Principales cultivos y producción agrícola 45 CAPÍTULO 4. GANADERÍA 59 4.1 Tipos de ganado 59 CAPÍTULO 5. FACTORES PRODUCTIVOS 65 5.1. Trabajo 65 5.2. Asistencia técnica 66 5.3. Mecanización 67 5.4. Crédito 67 5.5. Infraestructura 69 CAPÍTULO 6. MERCADOS AGROPECUARIOS 75 6.1. Exportaciones agropecuarias 76 6.2. Importaciones agropecuarias 77 CAPÍTULO 7. SEGURIDAD ALIMENTARIA 79 7.1. Transgénicos 79 7.2. Biocombustibles 80 CAPÍTULO 8. MEDIO AMBIENTE 83 8.1. Suelos 84 8.2. Bosques 84 8.3. Cambio climático 86 CAPÍTULO 9. FACTORES SOCIOCULTURALES 89 9.1. Idioma 89 9.2. Religiosidad 89 9.3. Salud 91 9.4. Escolaridad y analfabetismo 93 9.5. Medios de comunicación 95 9.6. Asociatividad 95 9.7. Pobreza 100 9.8. Género 102 CAPÍTULO 10. MINERÍA Y AGRICULTURA 105 10.1. Desarrollo 109 10.2. Turismo 113 10.3. El boom gastronómico y Mistura 114 10.4. Regionalización 116 A MANERA DE SÍNTESIS Y CONCLUSIÓN 117 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 123 ANEXO 131 PRESENTACIÓN Es política, pero también tradición, de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y de su Departamento Académico de Ciencias Sociales fomentar la investigación colaborativa entre docentes y alumnos para proyectar sus resultados a un auditorio amplio que vaya más allá del campus universitario. En esta oportunidad me complace presentar este libro, del doctor Marcel Valcárcel Carnero, profesor principal y miembro del Departamento de Ciencias Sociales desde hace varias décadas. El profesor Valcárcel es una autoridad reconocida en el tema, prueba de ello son las distinciones que ha recibido por la calidad de su trabajo. Se trata de un ensayo breve pero, en buena medida, totalizador de lo que ha estado ocurriendo en el campo peruano en los últimos veinte años, para lo cual ha utilizado diversas fuentes, entre las que destaca la data reciente del IV Censo Agropecuario publicado en 2012. Esta publicación busca, pues, mostrar y entender los cambios y tendencias más relevantes de esa realidad tan heterogénea, en múltiples sentidos, que es nuestro mundo rural. Asimismo, este libro refleja la experiencia de varios años de relación con los pobladores rurales de distintas regiones del país, pero también su práctica académica y de investigador social en diálogo permanente 12 Perú: una mirada actual al mundo rural con la producción interdisciplinaria del Seminario Permanente de Investigación Agraria (SEPIA), del Instituto de Promoción para la Gestión del Agua (IPROGA) y de la Asociación Latinoamericana de Sociología Rural (ALASRU), instituciones en las que participa nuestro colega. Como el mismo autor señala, no es un libro que profundiza en un tema en especial, sino que apuesta por reconstruir una mirada totalizadora de las diversas dimensiones que explican y dan sentido a nuestra sociedad rural, sus continuidades y transformaciones. Los invitamos entonces a su lectura. Aldo Panfichi Huamán Profesor principal del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP INTRODUCCIÓN Este ensayo de sociología rural aspira a contribuir con la construcción de una imagen actualizada e informada de lo que acontece en el campo peruano en décadas recientes, sus problemas y potencialidades. El libro aborda las dimensiones social, económica, sociocultural y ambiental en que se encuentran inmersos los productores agropecuarios peruanos. Examina, además, los principales cambios y permanencias que estos han enfrentado en los últimos veinte años. En el marco de la globalización, algunas transformaciones son bastante evidentes, como el surgimiento y consolidación de empresas agroindustriales de gran tamaño, en particular en la costa; así como la expansión de la minería en la zona andina y las industrias extractivas de petróleo, gas, minerales y madera en la selva. En paralelo a la mayor urbanización y al menor ritmo de crecimiento demográfico del país, otros cambios en el campo pasan más bien desapercibidos pues forman parte de tendencias que vienen de tiempo atrás, como el incremento del minifundio y la persistencia de la pequeña propiedad agraria. Novedosos fenómenos, como el cambio climático, están apareciendo y comenzando a dejar secuelas en el mundo rural; otros, 14 Perú: una mirada actual al mundo rural más bien, se están reduciendo, como la pobreza y el analfabetismo, o se encuentran en proceso de estancamiento, como la regionalización. En el pasado, a fines de la década de 1970, hubo dos preguntas centrales de la llamada cuestión agraria: la primera, era si éramos todavía un país rural; la otra, si continuábamos siendo un país predominantemente campesino. Aquellas interrogantes dieron origen a un interesante debate polarizado entre el economista Héctor Maletta y el demógrafo Carlos Eduardo Aramburú, publicado en sendos números de la revista Análisis. Cuatro décadas después, aquellas preguntas parecen haberse transformado, de un lado, en ¿cuánto se ha reducido o aumentado el campesinado?, ¿cuánto se ha modernizado o no?, ¿cuál es, en la actualidad la importancia de este grupo para la economía nacional?, ¿cuánto menos rural somos hoy como país? O, planteada de otra manera, ¿cuánto se ha expandido en el territorio nacional la llamada nueva ruralidad? Desde luego, también han surgido novedosas interrogantes. La lucha por la tierra que marcó con fuerza la historia rural de nuestro país desde la década de 1950 parecía haber finalizado en el decenio década de 1980; no obstante, cabe preguntarse si se está reavivando en otros términos. ¿Seguridad o soberanía alimentaria, o ambas? ¿Cuáles son los principales efectos del cambio climático en curso sobre la agricultura y las familias de los pequeños productores agropecuarios? Y, por último, ¿las desigualdades de género en el campo peruano se han acortado en las últimas décadas? Todas estas preguntas son parte de las preocupaciones y el debate actual sobre el mundo rural, sobre sus problemas y posibilidades. Este libro está compuesto de diez capítulos. El primero aborda el panorama macroeconómico del Perú, la globalización y el modelo 15 Marcel Valcárcel Carnero de  desarrollo en curso. El segundo presenta las características del territorio y la demografía en nuestro país. El tercero continúa con la diversidad y tipos de agriculturas, sus actores centrales, es decir, los productores agropecuarios; sus tipos de ingresos; la producción y el mercado. Luego analiza la tenencia de la tierra y examina al minifundio, a la pequeña, mediana y gran agricultura, a los procesos de fraccionamiento y reconcentración de la tierra, y a la situación de las comunidades campesinas y nativas. Seguidamente, el cuarto capítulo pasa revista a la ganadería y a los cultivos más representativos. El quinto examina los factores productivos que intervienen en estas comunidades, el sexto estudia los mercados y el sétimo revisa la seguridad alimentaria. El octavo capítulo estudia los factores medioambientales que influyen en estas comunidades y el noveno ausculta algunos factores socioculturales que prevalecen en sus pobladores: el idioma, la religiosidad, la salud, la escolaridad y el analfabetismo, los medios de comunicación, la asociatividad, la pobreza y el género. A renglón seguido, el décimo capítulo expone aspectos puntuales de la minería, el desarrollo rural y los programas sociales. Enseguida, se detiene en dar a conocer el estado de la regionalización, examinar el avance del turismo y mostrar el alcance del llamado boom gastronómico. Finalmente, se dan algunas conclusiones y se presenta un anexo estadístico. Cabe añadir que este libro ha sido elaborado entre enero y abril de 2014, a partir de los datos cuantitativos ofrecidos por el cuarto y último censo agropecuario (IV CENAGRO) realizado del 15 de octubre al 15 de noviembre de 2012, luego de dieciocho años transcurridos desde que se ejecutó el III CENAGRO; así como después de varias encuestas, como la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) y la Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares (ENPF). De igual forma, este libro se apoya en la bibliografía clásica como reciente de ciencias sociales en torno a la temática rural, así como 16 Perú: una mirada actual al mundo rural en informes periodísticos, datas de internet, tesis y algunas monografías de estudiantes de sociología de la PUCP —que aportan, sobre todo, en el aspecto cualitativo de casos particulares observados en el campo—. Asimismo se han utilizado los trabajos y la experiencia propia del autor. Finalmente esta publicación está dirigida tanto a alumnos de ciencias sociales, promotores y dirigentes rurales, como a todos aquellos interesados en tener una rápida y sintetizada panorámica del actual mundo agropecuario peruano, con retrospectiva a las dos últimas décadas. Capítulo 1. PANORAMA MACROECONÓMICO Y GLOBALIZACIÓN Al finalizar la década de 1980 el Perú se debatía en una fuerte crisis económica con una elevada deuda externa, hiperinflación, control de precios, violencia política. El modelo estatista de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) mostraba agotamiento y la agricultura presentaba signos de estancamiento. La globalización, entendida como la ampliación, profundización y aceleración de la interconexión planetaria, ha estado marcada por intercambios de distinto signo, principalmente comerciales, y los ha incrementado en buena parte del mundo. El Perú se inserta en el fenómeno global bajo el paraguas de un agresivo programa de ajuste estructural neoliberal que implicó la estabilización económica y la reducción de la importancia del Estado como agente económico y pivote del desarrollo. En este contexto, surge un nuevo modelo de crecimiento econó- mico primario exportador y de servicios (PESER), como lo denomina el economista Efraín Gonzales de Olarte, en el cual es el turno de las empresas privadas transnacionales mineras, petroleras y agroalimenta- rias. Un estudio del Instituto Federal de Tecnología en Zúrich reveló que de las 43 060 corporaciones transnacionales más importantes 18 Perú: una mirada actual al mundo rural en  el mundo, tan solo 147, es decir, menos del 1%, forman una macroentidad que controla el 40% de la riqueza mundial. A la cabeza de esta lista se encuentran los principales bancos de inversión de Estados Unidos y del Reino Unido1. También es el momento de las exportaciones no tradicionales dirigidas a los mercados dinámicos. Todo ello impulsado por el denominado Consenso de Washington, que cuenta con el apoyo de los organismos internacionales, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). Fruto de la aplicación de las políticas neoliberales hemos tenido en los últimos veinte años una alta tasa de crecimiento económico en el Perú cercana al 9% anual. Las exportaciones agropecuarias pasaron de US$ 300 000 000 en 1983 a más de US$ 4 000 000 000 en 2012. Por su parte, el PBI per cápita de la década de 2000 aumentó en 4,4% anual, el más alto en los últimos 50 años. Durante 2008 arrancó una de las tantas crisis del sistema capitalista que ha afectado al mundo, lo cual contribuyó a la desaceleración de la economía internacional. En 2013 la Asociación de Exportadores (ADEX) estimaba que las exportaciones peruanas caerían un 9%, entre otras razones, porque Estados Unidos y Europa continuaban mostrando señales de debilidad económica, la cual afectaría nuestra balanza comercial. En efecto, aquel año, por primera vez en el último decenio, la cifra fue negativa en US$ 1 856 000 000 y la economía creció en 5%, tasa menor que en años anteriores. Para 2014 se estimó que el PBI crecería entre 4% a 6%. 1 El Comercio, 22 de octubre de 2011. Capítulo 2. TERRITORIO Y DEMOGRAFÍA El Perú es un país amplio, diverso y marcado por los Andes, que le otorgan una compleja y difícil geografía, la cual sus habitantes originarios asumieron como un reto, poblándola y domesticándola en forma progresiva durante varios siglos, como lo destacaron, entre otros, los científicos Antonio Raimondi (1874), John Murra (1975) y Olivier Dollfus (1981). Nuestra extensión territorial alcanza 1 270 000 km2. No obstante su vastedad, solo el 30% tiene uso agropecuario, área que alcanza un total de 38 000 000 de ha. La parte correspondiente a la superficie agrícola comprende 7 125 008 de ha (18,5%), mientras la superficie pecuaria, mayormente cubierta por pastos naturales, se extiende a 31  617  457 de ha, equivalentes al 81,5% del área total agropecuaria. En la actualidad, la superficie agrícola sembrada alcanza las 4 155 678 de ha, el 58% del área productiva; el restante 42% es área que se encuentra en barbecho, descanso o no trabajada. La superficie no agrícola, por su parte, está compuesta de pastos naturales en un 57%, y por montes y bosques, en un 35% (INEI, 2012b). 20 Perú: una mirada actual al mundo rural Es pertinente subrayar que entre 1994 y 2012, periodo de los intercensos agropecuarios, la superficie agrícola creció un 30,12%, con un incremento de 1 649 273 de ha. 2.1. Población En el Perú la población rural, definida como aquella residente en agrupamientos de 100 o menos viviendas, en cifras relativas, está disminuyendo con claridad desde la década de 1940, pero no así sus cifras absolutas, pues estas han seguido aumentando, aunque moderadamente. En aquellos años la población rural comprendía el 64% de la población nacional y la ciudad de Lima tenía únicamente 800 000 habitantes; hoy la capital de la república bordea los 9 000 000 de pobladores y la población rural comprende al 24% de la población total. En los 67 años comprendidos en el periodo intercensal (1940- 2007), la población total censada aumentó 4,4 veces; la población urbana, 9,5 veces; y la población rural lo hizo tan solo 1,6 veces. La reducción de la mortalidad a partir de la década de 1930, fruto del avance de la medicina y la cobertura de salud, contribuyó definitivamente con ello. Entonces, el crecimiento demográfico se ha orientado principalmente hacia los centros urbanos. Carlos Eduardo Aramburú señalaba, a fines de la década de 1970, que podía considerarse a la población peruana mayoritaria urbana, usando cualquier tipo de definición urbano-rural (1979). De acuerdo con el último Censo de Población de 2007, la población rural llegaba a los 6 601 869 habitantes, cifra que comprendía a un cuarto del total nacional, aunque su peso variaba por regiones de manera significativa; por ejemplo, Huancavelica tenía un 70% de población rural mientras que Piura solo un 25%. 21 Marcel Valcárcel Carnero Según otros criterios, puede estimarse que la población rural concentra alrededor del 40% del total nacional. Así, la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) de 2008 mostraba que el 29% de los productores agrarios era población clasificada como urbana (Eguren, 2013, p. 11). De esta manera, se estaría subestimando el volumen de la población rural. Para el año 2050 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proyecta un 11% de población rural en América Latina y el Caribe y un 17% en el Perú. En relación con ello, Héctor Maletta escribió: Las familias campesinas representan una fracción decreciente de la declinante población rural, y una fracción pequeña y minoritaria del total de hogares o del total del empleo […] las fincas campesinas tienden a generar solo una parte pequeña y decreciente de la producción agrícola total, inclusive de alimentos básicos. Las tendencias observadas sugieren, por lo tanto, que a fines del presente siglo habría 6-10% de población rural en América Latina y 8% en el Perú (2009, p. 166). 2.2. Distribución territorial de la población peruana Las corrientes migratorias hacia las áreas urbanas e industriales han determinado grandes contrastes en la ocupación del territorio. A consecuencia de ello, en la franja costera, que representa el 7,5% del territorio nacional, vive el 54,6% de peruanos; en la sierra, que ocupa el 30,5% del territorio, reside el 32%; y en la selva, la mayor región natural en cuanto a extensión, con el 62% del territorio, vive solo el 13,4%. Entre 1940 y 1997 la población total censada aumentó 4,4 veces, la población urbana lo hizo 9,5 veces y la población rural solo 1,6 veces. 22 Perú: una mirada actual al mundo rural Esto quiere decir que el crecimiento demográfico en Perú se ha orientado principalmente hacia los centros urbanos. El engrosamiento de estos entre las décadas de 1940 y 1960 se aceleró a costa, mayormente, de la despoblación del campo. Cabe puntualizar que en 1967 por primera vez la población urbana superó numéricamente a la rural y se hicieron visibles las altas tasas de urbanización en el país. A partir de la década de 1970 la migración rural dejó de ser la principal fuente de crecimiento de la población urbana. 2.3. Migración interna Durante las décadas de 1980 y 1990, la migración interna estuvo marcada sobre todo por la violencia que vivía el país, lo que motivó el traslado de la población de las áreas en conflicto a zonas menos inseguras. Los desplazados, migrantes forzados, llegaron a los 500 000 según el Informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). La llamada guerra interna alteró los volúmenes de migración, así como sus direcciones. Derrotados los grupos alzados en armas y avanzada la pacificación, centenares de desplazados de sus pueblos rurales han vuelto en forma progresiva a sus lugares de origen, mayormente situados en los Andes. Un sector de ellos fue estimulado por el Estado, a través del Programa de Apoyo al Repoblamiento (PAR), a regresar a sus comunidades y aldeas, al parecer, sin perder su doble residencia en la urbe y el campo. En la actualidad, el volumen de la migración interna ha disminuido en comparación con el periodo 1988-1993. No obstante, como señala Gustavo Yamada, los corredores de migración abiertos en las décadas pasadas han persistido. Entre 2002 y 2007 el 4,5% de la población peruana se movió dentro de sus departamentos de origen, pero más importante fue el 6,2% de la población peruana que se mudó de un departamento de residencia a otro (2010, p. 23). 23 Marcel Valcárcel Carnero Los pobladores rurales abandonan de manera temporal o definitiva sus pueblos y cultivos por decisión propia para buscar oportunidades de empleo, en el pequeño comercio urbano, en la industria de la construc- ción como albañiles, en la pequeña y mediana minería como extractores independientes o asalariados, en el agro vendiendo su fuerza de trabajo (en las zonas cocaleras en la Amazonía o en los fundos agroindustriales costeños). Por eso se considera al pequeño agricultor peruano como un itinerante, como un poblador flotante entre el campo y la ciudad. Ahora bien, la búsqueda de oportunidades implica que estos pobladores dejen sus hogares y comunidades y viajen a otro pueblo. Así, ante la reducida o inexistente oferta educativa en su entorno, muchos niños y adolescentes se trasladan a otros pueblos para proseguir los estudios secundarios o los estudios superiores. Los jóvenes rurales tienen nuevas expectativas y proyectos enlazados con el mundo urbano, como lo confirman, entre otros autores, la socióloga Ethel del Pozo-Vergnes, quien en 2004 estudió los proyectos de vida de los jóvenes de las comunidades campesinas de Melgar en Puno. Por su lado, la economista Magrith Mena analizó (2012), los cambios intergeneracionales y de género en las aspiraciones educativas y ocupacionales en las zonas rurales de Ayacucho en 2004. Asimismo, existen diversas monografías de estudiantes de ciencias sociales de la PUCP sobre lo que ocurre en los valles aledaños a las principales ciudades, Lima, en particular. El denominador común de estos ensayos y monografías es que los jóvenes son, de un lado, expulsados por la pobreza y las pocas oportunidades de progreso en el campo; y, de otro, atraídos por las luces y los potenciales beneficios de la urbe, la cual se convierte así en el eje central de sus proyectos de vida. Cuando deciden residir definitivamente en el lugar receptor abandonan su condición de migrantes, no obstante, vuelven en ciertas ocasiones a sus pueblos de origen para participar en las principales fiestas o por motivos familiares. 24 Perú: una mirada actual al mundo rural La antropóloga Patricia Oliart dice al respecto que: El patrón migratorio hacia las grandes ciudades —común antes de la década de 1980— ha cambiado en los últimos veinte años en todo el país; ahora es principalmente masculina y dirigida a ciudades intermedias, a otras zonas rurales (agroindustria y cultivos de exportación, cultivos de coca) o para realizar actividades extractivas (principalmente madera y minería), y se ha frenado considerablemente la tendencia a la emigración definitiva del campo a las zonas urbanas, pues cualquier posibilidad de movilidad social que antes las motivaba, aparece ahora remota. De acuerdo con la información estadística reciente, los que salen de las comunidades son principalmente varones menores de 30 años quienes dada la naturaleza de sus desplazamientos y lo precario de sus ocupaciones tienden a hacerlo solos, sin pareja y sin hijos (2008, pp. 44-45). En 2012, Chris Boyd, economista investigadora del programa «Nuevas trenzas» del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), señalaba que más mujeres que hombres migran hacia las ciudades, lo que constituye el inicio de la desfeminización del campo peruano. Tesis al parecer opuesta a la afirmación de Carmen Diana Deere, expuesta en 1982, de la feminización de la agricultura en América Latina y el Caribe. Al respecto del éxodo de mujeres, puede consultarse el estudio del Fondo para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM) sobre las implicancias de la migración laboral peruana de mujeres migrantes y sus familias (Izaguirre & Anderson, 2012), así como el trabajo de Jeanine Anderson (2012). 2.4. Migración externa La salida masiva de peruanos al extranjero arrancó con fuerza en la década de 1980, periodo de tiempos duros en el país por la crisis económica y la guerra interna entre Sendero Luminoso (SL), el 25 Marcel Valcárcel Carnero Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y el Estado peruano. En aquella década se estimaba que 3 000 000 de peruanos, procedentes del campo y la ciudad, radicaban en el exterior. La globalización, pese a las restricciones normativas (visas) estatales a la libre circulación de la fuerza de trabajo asalariada, aceleró los procesos migratorios por la vía legal y de manera clandestina —centenares o miles de migrantes eludieron los controles de vigilancia en las fronteras—. Una de las externalidades positivas de la emigración al extranjero fue y continúa siendo el envío de remesas económicas a sus fami- liares residentes en el Perú; estas en 2006 ascendían a la suma de US$ 1 500 000 anuales. En esos años también hubo transferencias colectivas no monetarias destinadas a gastos en educación, salud, reli- gión y deporte en las localidades de origen de los migrantes, como lo señaló en 2009 el antropólogo Teófilo Altamirano, especialista en el tema de migraciones internacionales. Pero la emigración también suele estar acompañada de potenciales efectos negativos. En un estudio reciente de Lorena Izaguirre y Jeanine Anderson se indica lo siguiente: En el caso de las madres que dejan a sus hijos en el lugar de origen, se abre la puerta a las conductas de riesgo para lidiar con la separación: la deserción escolar, abuso de alcohol y drogas, violencia, además de estados de depresión (2012, p. 99). En los tres últimos lustros la salida de connacionales al extranjero disminuyó, de un lado, gracias a la pacificación y el importante crecimiento sostenido del PBI y, de otro lado, y de manera paralela, al inicio, en 2008, de la crisis económica de los países receptores de mano de obra, como Italia, España y Estados Unidos, que dejaron de contratar trabajadores foráneos, peruanos entre ellos, y por el contrario ofrecieron incentivos para la migración de retorno a sus países de origen. En relación con ello, Jeanine Anderson, sobre la base de la data del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), señaló que «[u]n total de 80 427 peruanos y peruanas migrantes retornaron al país entre el 2007 y 2009. Fueron ligeramente más mujeres que hombres: 53,6% frente a 46,4%» (2012, p. 109). Capítulo 3. AGRICULTURA La agricultura peruana es bastante heterogénea e incluye varios tipos de prácticas: agricultura convencional, agricultura ecológica1, de mercado interno y de mercado externo. El Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) identifica la existencia de cuatro agros distintos en el país: a) De la producción de subsistencia. b) Familiar de pequeños negocios rurales. c) Pequeña y mediana producción comercial. d) Agroexportación y agricultura intensiva. En las líneas que siguen nos ocuparemos de la agricultura convencional. En 1994 el PBI agropecuario era de S/. 7 487 000 y en 2012 alcanzó la suma de S/. 17 392 000, con un crecimiento de 132%. Seguidamente, el PBI nacional tuvo un valor total de S/. 526 000 000 000 en 2012. De este valor, alrededor de S/. 33 000  000  000 (6,4%) fueron 1 Existe un útil balance de la agricultura ecológica en el Perú (1980-2003), presentado por Fernando Alvarado en una mesa especial en el SEPIA X del año 2014. 28 Perú: una mirada actual al mundo rural generados en el sector agropecuario. Y los impuestos aportados llegaron a S/. 693 000 000, equivalentes al 2,1% del PBI agropecuario total. El crecimiento del PBI agrícola en 2013 fue de 4,4% y para 2014 se estimó en 4,3%. El sector agropecuario representa el 25% de la población económicamente activa (PEA) nacional. A su vez, el 70% de la población económicamente activa rural está empleada en la agricultura, sin que ello signifique negar que un buen segmento de esta participe de manera temporal en otras actividades económicas, como veremos más adelante. 3.1. Productores agropecuarios En 1994, año en que se llevó a cabo el III Censo Nacional Agropecuario (CENAGRO), había 1 700 000 productores agropecuarios. Según el IV CENAGRO, de 2012, existen 2 300 000 productores agropecuarios en todo el país. Vale decir, dieciocho años después, su número se había incrementado en 600 000 nuevos productores, mayormente conformado por pequeños agricultores. Ahora bien, tal crecimiento presenta matices por regiones: así, en la región de Tacna los productores agropecuarios aumentaron en términos comparativos más que en otras regiones como Huancavelica donde, por el contrario, estos decrecieron en número; expresión del avance desigual del capitalismo en nuestro país, que incluye y, a su vez, excluye regiones. El Censo de Población de 2007 registra una PEA de 10 600 000 personas, siendo la PEA rural el 20% de ese total. Según el INEI, en 2012, el 8,9% de la población peruana trabajaba en la agricultura, la pesca y la minería. En suma, los peruanos dedicados a arar la tierra y cuidar el ganado vienen disminuyendo en comparación con quienes laboran en otros sectores económicos como el comercio y los servicios. 29 Marcel Valcárcel Carnero Estos productores agropecuarios habitan sobre todo en pueblos pequeños y medianos, como también viven dispersos en el campo, lo más cercano posible a sus parcelas y hatos de ganado. Un sector minoritario radica en las ciudades o en sus periferias. Por último, un porcentaje impreciso pero creciente tiene doble residencia: una en el campo y otra en la urbe, en ciudades intermedias o en las periferias de las grandes ciudades como Iquitos, Trujillo, Arequipa, Huancayo o Lima. En relación con la edad del productor agropecuario, el promedio se sitúa en los 49,4 años; 49 los hombres y 50,4 las mujeres. Se constata, entonces, el carácter mayormente adulto medio del productor agropecuario peruano, que se encuentra aún en sus capacidades laborales plenas y en la posibilidad de asumir cambios en la producción y comercialización de sus productos. Así pues, un año y algo más es la diferencia de edad por sexo, favorable a las mujeres. En la región de la costa, la edad promedio del productor agrario es de 54,5 años; en la sierra, 49,9 años; y en la selva, de 43,9 años. En esta última región viven los productores agropecuarios comparativamente más jóvenes del país. En las áreas rurales, cuando los jefes de hogar migran temporalmente, se hace más notoria la convivencia de personas de la tercera edad con población infantil. Según el sexo del productor agropecuario, predomina a nivel nacional una mayoría de hombres, 1 554 781 (69,2%), frente a 691 921 mujeres (30,8%), lo cual reflejaría una diferencia, pero también que las mujeres ya no solo constituyen fuerza laboral familiar sino que están ganando espacio en la conducción de los predios agrícolas. En cuanto al número de miembros de la familia del productor agrario, cabe puntualizar que en dieciocho años este se ha reducido len- tamente. En 1994 más de la mitad de las unidades agropecuarias (UA) 30 Perú: una mirada actual al mundo rural se caracterizaban por contar con entre tres y cuatro miembros; en 2012 más de la mitad de UA disponían, a lo sumo, de tres miembros. Javier Escobal, en 2009, en una investigación realizada en dos comunidades andinas —una en Yanamarca, en la sierra de Jauja, y otra en Poma- canchi, en la sierra del Cusco— encontró los mismos promedios de tamaño de las familias. La reducción en el tamaño familiar obedecería a una disminución de la tasa de fecundidad y natalidad, lo cual tiene implicancias directas sobre las estrategias laborales de la actividad agropecuaria, en la división del trabajo, en el ciclo de rotación y en la migración familiar. Este fenómeno demográfico se hace más evidente cuando se compara con las cifras de cuatro o cinco miembros de los hogares rurales de finales de la década de 1970 encontradas por Adolfo Figueroa en las comunidades campesinas de la sierra sur. De familias extensas de un siglo atrás, hoy estamos frente a familias nucleares pequeñas, con lo cual la disponibilidad de mano de obra con fines agropecuarios se reduce y cambian las estrategias de producción y reproducción familiar. 3.2. Ingresos económicos fuera de la parcela Este no constituye un fenómeno nuevo, data de mucho tiempo atrás. El historiador Carlos Contreras estudió los vínculos entre minería y agricultura campesina en los siglos XIX y XX, y demostró que el titular de la familia campesina vendía su fuerza de trabajo por un salario en ciertas épocas del año para atender compromisos sociales en sus comunidades, como son los matrimonios, padrinazgos, bautizos, fiestas patronales, pago de tributos, entre otros (1986). Por su parte, Adolfo Figueroa (1981) sostenía que la familia campesina andina transita en diversos mercados para obtener el ingreso monetario requerido. Agregaba que el autoconsumo, principalmente 31 Marcel Valcárcel Carnero de productos agrícolas, conforma la mitad del ingreso campesino. Señalaba también que el 40% del ingreso monetario familiar provenía de la venta de su fuerza de trabajo; en este sentido la familia campesina era también una familia proletaria. El antropólogo Carlos Monge, ad portas del siglo XXI postulaba que: La agricultura campesina ha devenido en solo una de las fuentes de ingresos, dejando de ser una forma de vida. Asimismo el mundo rural no se reduce a los «campesinos» ni a lo sectorial agrario y lo que hay en realidad son pobladores rurales que practican estrategias de reproducción que integran también actividades de transformación y comercio y espacios urbanos actuando constantemente en colaboración y conflicto con otros actores rurales: comerciantes, transportistas, funcionarios, proveedores de servicios, etcétera (1997, p. 116). Desde una mirada que englobaba a más países del continente, la economista Martine Dirven, de CEPAL, dice: «En América Latina las actividades rurales no agrícolas han adquirido un dinamismo de importancia creciente en relación con la actividad agropecuaria propiamente tal en cuanto a la generación de empleos como de ingresos» (1995). Javier Escobal, economista investigador del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), indica para el caso peruano que a comienzos del siglo XXI el 50% de los ingresos campesinos se producen fuera de la parcela. De acuerdo con el CENAGRO de 2012, el 40% de los productores agropecuarios complementan sus ingresos realizando otras actividades económicas fuera de sus parcelas agrícolas. Estamos hablando de 913 600 productores agropecuarios que, cuando menos una vez al año, abandonan sus hogares para conseguir ingresos económicos complementarios. 32 Perú: una mirada actual al mundo rural C ua dr o 1. P ro du ct or es q ue d ej an u su al m en te su a ct iv id ad a gr op ec ua ri a pa ra c on se gu ir o tr os in gr es os (m ile s) R eg ió n na tu ra l En ag ri cu ltu ra , ga na de rí a y pe sc a En co m er ci o En fa br ic ac ió n de p re nd as y ve st id os En co ns tr uc ci ón En re st au ra nt es y ho te le s En tr an sp or te O tr os To ta l C os ta 83 1 99 27 4 00 29 00 10 8 00 19 00 10 6 00 16 7 00 15 3 40 0 54 ,2 % 17 ,9 % 1, 9% 7% 1, 2% 6, 9% 10 ,9 % 10 0% Si er ra 24 3 60 0 10 5 30 0 16 0 00 10 3 90 0 82 00 24 4 00 64 1 00 56 5 60 0 43 ,1 % 18 ,6 % 2, 8% 18 ,4 % 1, 4% 4, 3% 11 ,3 % 10 0% Se lv a 12 7 80 0 21 9 00 18 00 15 4 00 21 00 98 00 15 9 00 19 4 60 0 65 ,7 % 11 ,2 % 0, 9% 7, 9% 1, 1% 5% 8, 2% 10 0% To ta l 45 4 50 0 15 4 60 0 20 7 00 13 0 10 0 12 2 00 44 8 00 96 7 00 91 3 60 0 49 ,7 % 16 ,9 % 2, 3% 14 ,2 % 1, 3% 4, 9% 10 ,6 % 10 0% Fu en te : I N EI (2 01 2b ). 33 Marcel Valcárcel Carnero La actividad agropecuaria es la que capta la mitad de productores que salen a trabajar fuera de su parcela, mayormente como asalariados agrícolas temporeros. Le sigue en importancia la actividad comercial, con el 17% y la construcción, con el 14,2%. Continúa el transporte, con el 4,9%; la fabricación de prendas de vestir, con el 2,3%; los restaurantes y hoteles, con menos del 7%; y, por último, otras actividades no precisadas que cubren el 10,6% restante. Ahora bien, llama la atención que, según el último CENAGRO, un 60% de productores agropecuarios no complementen sus ingresos con otras actividades fuera de la parcela. Podemos barajar algunas hipótesis no contradictorias entre sí: a) se trata de un sector de campesinos de economías predominantemente de autoconsumo; b) es un sector de pobladores cuya actividad en la parcela les genera mínimos necesarios para vivir de acuerdo con su valoración cultural (campesino tipo chayanoviano) y comprar lo imprescindible en el mercado; c) se trata de un sector de productores cuya edad, igual o mayor de 50 años, hace que sus costos de oportunidad laboral no justifiquen su salida de la parcela para aumentar o generar sus ingresos monetarios; d) es un sector de campesinos que por razones de salud tendrían dificultad para integrarse al mercado laboral por ingresos económicos; e) se trata de un sector de productores que reciben remesas monetarias de familiares que cubren sus necesidades insatisfechas y hacen innecesaria la salida de la unidad agropecuaria; f ) es un sector de pobladores que simplemente no tiene ofertas de empleo en las localidades cercanas a sus hogares. Estos supuestos, por cierto, cambian en alguna medida según las localidades y el tipo de productor agrario. 34 Perú: una mirada actual al mundo rural 3.3. Superficie y tenencia de la tierra Contrariamente a lo que por lo común se piensa, el Perú posee pocas tierras agrícolas; por ende, predominan las no agrícolas, los pastos naturales, montes, bosques y otra clase de tierras. La magnitud de las tierras agrícolas es oscilante en el tiempo, puesto que, por un lado, se pierden anualmente numerosas tierras agrícolas en todo el país por salinización, erosión eólica, hídrica, inundaciones, empantanamiento y el avance, al parecer inexorable, del cemento de las urbes sobre los campos de cultivos. Por otro lado, aumenta la disponibilidad de tierras de uso agrícola como consecuencia de los proyectos de irrigación y ampliación de la frontera agrícola, ganándole tierras al desierto en la región de la costa, como ha sido el caso de los proyectos de Chavimochic, Olmos, Majes- Siguas, Chinecas, etcétera, ejecutados con fondos y empréstitos del Estado. En la región de la sierra ocurre este fenómeno por expansión del riego. Y, por último, en la selva, esto sucede por el desbroce de la foresta amazónica, llevado a cabo por migrantes andinos y habitantes locales en crecimiento vegetativo, quienes emplean el método de tumba y quema del bosque, conocido también como agricultura migratoria, hoy cada vez más insostenible por la mayor presión demográfica. Al momento de ejecutarse el IV CENAGRO, la superficie agrícola que conducía cada productor agropecuario peruano era, en promedio, de 3.3 ha. La relación entre tierras cultivadas y población total resulta bastante baja: 0.15 ha por habitante, porcentaje inferior al de otros países latinoamericanos. 35 Marcel Valcárcel Carnero Cuadro 2. Unidades agropecuarias (UA) y superficie agrícola (ha) por regiones naturales Total de superficie agropecuaria Superficie agrícola por regiones Región natural UA Superficie agropecuaria (ha) UA Superficie agrícola (ha) Porcentaje de la superficie agrícola (ha) Costa 350 500 4 441 154 331,591 1 686 778 5,1% Sierra 1 407 032 22 269 271 1347,192 3 296 008 2,4% Selva 4 55 974 12 032 040 449,304 2 142 222 4,8% Total 2 213 506 38 742 465 2128,067 7 125 008 3,3% Fuente: INEI (2012a). Por regiones destaca la sierra por el número de UA —1 407 032—, lo mismo que por la superficie que abarcan 22 269 271 de ha. Cuadro 3. Número de unidades agropecuarias (UA) por tamaño y regiones naturales (1994-2012) Región natural Número de UA Estructura porcentual Total De 0.1 a 5 ha De 5.1 a 50 ha De 50.1 ha a más Total 0.1 a 5 ha Costa 253 064 199 719 51 824 1521 14,3% 15,5% Sierra 1 216 576 955 563 231 560 29 453 68,9% 74% Selva 295 026 135 172 143 632 16 222 16,7% 10,5% Total 1994 1 764 666 1 290 454 427 016 47 196 100% 100% Costa 350 500 296 398 52 068 2034 15,8% 16,4% Sierra 1 407 032 1 230 593 151 215 25 224 63,6% 69% Selva 455 974 283 971 157 490 14 513 20,6% 15,7% Total 2012 2 213 506 1 810 962 360 773 41 771 100% 100% Fuente: INEI (2012a). 36 Perú: una mirada actual al mundo rural Vale indicar que toda clasificación de tamaño de las UA es relacional y tiene algo de arbitraria, pues varía por países y épocas. Por ejemplo, el actual rango de las UA del CENAGRO de 2012 difiere del CENAGRO de 1994, el cual las dividía según el número de hectáreas que comprendía, con rangos desde -3 ha, de 3 a 9.9 ha, de 10 a 49.9 ha, hasta de 50 ha a más. Con todo, es necesario precisar que es el contexto de cada país —de su disponibilidad de tierras y de su volumen poblacional— lo que determina en concreto el número de hectáreas en que se sitúan los rangos del tamaño de las propiedades agrarias. 3.4. Minifundio y pequeña agricultura Se entiende por minifundio cualquier UA menor de 1 ha. Aunque hay quienes consideran también que son minifundistas los agricultores que conducen predios por debajo de 3.4 ha; por último, hay quienes indican que minifundista es todo aquel agricultor que dispone como máximo de hasta 5 ha. En el Perú, los minifundistas (0.1-5 ha) durante el periodo intercensal 1994-2012 ascienden a la cantidad de 1 290 454; con un incremento en su porcentaje de 24% a 37% del total, es decir, 13% más. No obstante, esta tendencia varía por regiones: en Puno, por ejemplo, es decir, en el altiplano andino, el número de minifundios aumentó; por el contrario, en Ucayali, esto es, en la Amazonía, la cantidad de minifundios disminuyó. En general, la mayor presencia numérica del minifundio constituye uno de los rasgos saltantes del agro peruano actual. Este fenómeno se da por el crecimiento de la población, el fraccionamiento de las UA —sobre todo menores de 5 ha—, por motivos de reparto de herencia o venta, así como por ampliación de la frontera agrícola en la Amazonía —debido a la ocupación y tala del bosque por parte de migrantes andinos—. 37 Marcel Valcárcel Carnero Ahora bien, los minifundistas y pequeños agricultores tienen múltiples rostros y características según región, piso ecológico donde se ubican sus chacras y pasturas, y otros factores como acceso al riego, cercanía a mercados locales, etcétera. Asimismo un sector produce los cultivos necesarios para su autoconsumo, alimentos básicos; por ello, podemos decir que son campesinos de subsistencia. Otro sector, que engloba el 40%, está cada vez más conectado al mercado, como compradores y vendedores, aunque con bajos grados de integración. Los minifundistas y los pequeños agricultores constituyen la base del campesinado peruano, el cual ha venido creciendo y modernizándose, aunque de manera lenta, como bien lo señalaron en la década de 1980 los economistas Raúl Hopkins y Efraín Gonzales de Olarte. ¿Está desapareciendo el campesinado en el mundo?, se preguntaban los reconocidos investigadores agrarios Deborah Bryceson, Cristóbal Kay y Jos Mooij (2001). Hoy dicha inquietud y el debate consiguiente parecen volver a los organismos internacionales, los periódicos y al mundo académico. La FAO, por ejemplo, en años recientes señaló que en Latinoamérica y el Caribe la agricultura familiar representa el 80% de las UA, el 60% de la producción alimentaria y el 70% del empleo agrícola. Además dicha organización declaró al año 2014 como el «año de la agricultura familiar». A tenor de estas cifras, la respuesta sería que en nuestro continente los campesinos no están desapareciendo, aunque cabe precisar que una parte de los agricultores familiares no son campesinos, pero sí su mayoría. De igual forma, el editorial de El Comercio del 24 de diciembre de 2012 también preguntaba si los pequeños agricultores en nuestro país eran una especie en extinción. Y, a continuación, se respondía: «la 38 Perú: una mirada actual al mundo rural data preliminar [del IV CENAGRO] parece dar buenas noticias sobre el devenir de la pequeña agricultura»2. En efecto, según las recientes estadísticas del IV CENAGRO, los pequeños agricultores en el Perú se han incrementado en 275 000 respecto a 1994. Y la mayor parte (68%) de sus UA, reiteramos, están localizadas en la sierra. Ahora bien, los pequeños agricultores pueden ser subdivididos en dos grupos: aquellos que producen básicamente para el mercado, esto es, los pequeños agricultores comerciales, y los pequeños agricultores, incluidos minifundistas, que siembran lo principal para el autoconsumo, es decir, los campesinos tradicionales. Los agricultores a escala pequeña conforman un estrato social importante para la sociedad peruana por diversas razones: en primer lugar, por su gran número (aproximadamente 2 000 000); en segundo lugar, porque contribuyen a la seguridad y soberanía alimentarias. La ONG CEPES señala, a través de La Revista Agraria, que en la actualidad 7 de cada 10 toneladas de alimentos que consumen los peruanos (cereales y tubérculos principalmente), los aporta la pequeña agricultura. Al respecto, hace 21 años, Efraín Gonzales de Olarte escribía: «La creciente demanda urbana de alimentos fue satisfecha por los productores modernos, luego por la oferta importada y en tercer lugar por algunos campesinos los más productivos y cercanos a los centros urbanos» (1994, p. 333). Como puede verse, los énfasis en la participación productiva campesina son bien marcados entre los autores. Ahora bien, ¿ello se debe a la diferencia de momentos, a la diferencia de conceptos y metodologías utilizadas o a ambos? 2 ¿Especie en extinción? El modelo económico sí genera espacios para los pequeños agricultores. Editorial. El Comercio, 24 de diciembre de 2012. http://elcomercio.pe/ politica/opinion/especie-extincion_1-noticia-1513932 39 Marcel Valcárcel Carnero Los pequeños productores protegen la diversidad biológica y cultural; son guardianes de la reserva genética, combaten la pobreza y aportan a la estabilidad política al país, todo ello a pesar de que históricamente han vivido principalmente relegados. De otro lado, existen 5 000 191 parcelas agrícolas a nivel nacional, cifra que ha aumentado en un 1 054 000 respecto a 1994. Sin embargo, el número de parcelas por productor agropecuario se ha reducido de 3.2 ha en promedio, en 1994, a 2.2 ha en 2012. 3.5. Mediana y gran agricultura Paralelamente al aumento del minifundio, las medianas UA, aquellas entre 5.1 a 50 ha, descienden un total de 66 243 unidades, esto es 15,5%. Pero no así en la costa y la selva, sobre todo en esta última región donde más bien han crecido dada la existencia de espacios para la expansión de la frontera agrícola. Los medianos productores cultivan fundamentalmente alimentos para los mercados urbanos (papa, arroz y otros). Una fracción de ellos está incursionando en la agroexportación de frutas (mangos, uvas, plátanos, etcétera). Otro sector maneja establos lecheros ubicados en las zonas altoandinas y en los valles interandinos de Cajamarca, Arequipa y Lima. Gremialmente forman parte importante de la Convención Nacional del Agro (CONVEAGRO), que agrupa a los principales gremios e instituciones agrarias del país, como la Confederación Campesina del Perú (CCP), la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Junta Nacional de los Usuarios de los Distritos de Riego del Perú, la Junta Nacional del Arroz (JNAR), que aglutina a comités de productores por valles, etcétera. Algunas de estas instituciones muestran problemas de conducción y liderazgo. 40 Perú: una mirada actual al mundo rural La mediana y pequeña producción agraria involucra a 2 300 000 de familias, vale decir a 10 000 000 de peruanos, esto es, un tercio de la población peruana. El reciente CENAGRO muestra un ligero decrecimiento del número de las unidades mayores de 50.1 ha y más; son menos, pero al parecer más grandes en tamaño. Sabemos que, en sentido más estricto, la gran agricultura está representada sobre todo por aquellas unidades encima de las 1000 ha. En los últimos veinte años el Perú ha vivido un proceso progresivo de concentración de la tierra, del aumento del tamaño de varias UA medianas y grandes a través de compras o arrendamiento de tierras, alentado por el crecimiento sostenido de la demanda internacional de productos frescos como las hortalizas y frutas y los buenos precios alcanzados en el mundo. En el presente la gran agricultura se encuentra en manos de poderosos grupos económicos: Oviedo, Wong, Gloria, Manuelita, Huancaruna y Mitchell, en el caso de los complejos agroindustriales que procesan la caña de azúcar y derivados, fundamentalmente para el mercado interno. Lo mismo, en el caso de la nueva agroindustria exportadora de frutas (uvas, mangos, plátanos), hortalizas (espárragos, alcachofas) ají páprika, y otros productos del campo. Hoy controlan fundos por encima de las 3000 ha. Camposol, del Grupo Dyer, en la actualidad constituye la empresa agropecuaria más grande del Perú, ya que es propietaria de varios fundos que superan cada uno las 10 000 ha de extensión. En la costa, el 34% de las tierras está bajo control del 1% de las UA mayores de 1000 ha. Por todo ello ha surgido un auspicioso debate político sobre si las empresas agrarias grandes deben pagar un impuesto especial y si se debe limitar o no el tamaño de las UA. En el Congreso de la República se han presentado proyectos que ponen topes máximos de 40 000 ha. 41 Marcel Valcárcel Carnero Se pensaba que tal medida estaba dirigida al grupo empresarial Gloria, el único que superaba dicha cifra. En 2011, el por entonces ministro de Agricultura, Miguel Caillaux, señaló que «Al Estado no le interesa que el país agrario, que la tierra agrícola esté en pocas manos. Nos interesa que esté en muchas manos» (2011, p. 4). Un año después, Luis Ginocchio, sucesor de Caillaux afirmaba que había que esperar los resultados del IV CENAGRO agropecuario y que la discusión sobre el límite de tierras no era prioridad para el gobierno (2013, p. 7). En efecto, el año 2014, Eguren señala que: Luis Ginocchio y [...] Milton Von Hesse, declararon en su momento que para tomar decisiones respecto a tan complicado asunto había que esperar los resultados del censo nacional agropecuario, el cual se realizó a fines de 2012. Los resultados del censo, difundidos en el segundo semestre de 2013, mostraron que, en efecto, había una importante concentración de la tierra, particularmente en la costa. Pero el responsable de la cartera de Agricultura ya cerró el tema, lo que demuestra que el argumento de que era necesario esperar los resultados censales no era sino una maniobra dilatorio (p. 10) Ello, sin duda, refleja imprecisión y vacilación en la política agraria del gobierno de Ollanta Humala sobre el tema, pues se inclina por el apoyo al crecimiento de la agricultura mediante las grandes empresas agroexportadoras. Varios son los argumentos esgrimidos por quienes plantean topes a las propiedades agrarias: que las UA mayores de 100 ha en su conjunto solo aportan con el 2% del área cultivada de alimentos; que no es democrático concentrar tierras excluyendo a pequeños y medianos agricultores; y que no es cierta la idea comúnmente aceptada de que la gran propiedad agropecuaria es económicamente superior a la pequeña propiedad agraria. 42 Perú: una mirada actual al mundo rural Por último, hay también otros medios de concentración de la tierra. Bajo formas de concesiones de conservación y ecoturismo algunos empresarios privados se han hecho de transferencias de derechos sobre la tierra y sus recursos naturales. Hoy controlan más de 1 000 000 de ha del territorio nacional. 3.6. Comunidades campesinas y comunidades nativas Durante el periodo de la violencia política vivido en nuestro país en las décadas de 1980 y 1990 ambas comunidades fueron duramente golpeadas; varias quedaron reducidas al mínimo poblacional y algunas literalmente desaparecieron. Hoy en día, una proporción importante de comunidades campesi- nas se ha recuperado e incluso incrementado su número, hasta alcanzar la cifra de 6277. En su mayoría están localizadas en el centro sur del país. Crecieron en Puno, Ayacucho, Apurímac, Junín y Amazonas, empero en otras regiones se redujeron, como ha ocurrido en Piura, Lambayeque y La Libertad. El saldo, no obstante, es numéricamente positivo. Las comunidades campesinas conducen de forma individual y colectiva el 42% de las tierras agropecuarias del país. Cabe puntualizar que sobre todo se trata de áreas agrícolas marginales, pero en sus territorios disponen de variados recursos naturales (minerales bosques, lagunas, flora y fauna), los cuales son altamente demandados y explotados por distintas empresas extractivas, lo que genera protestas y movilizaciones sociales (Bebbington, 2011). Asimismo, estudios recientes indican que las comunidades campesinas muestran algunos rasgos novedosos y cambiantes: […] parecen sumirse en un proceso de desintegración y anomia, no obstante la expansión de las actividades extractivas y la presencia 43 Marcel Valcárcel Carnero en los espacios rurales de nuevos agentes y actividades que generan presión sobre las tierras comunales, vienen impulsando una serie de sucesos de protesta y reclamos que de alguna manera «revitalizan» la organización comunal, devolviéndola a sus funciones primigenias en la defensa de la integridad territorial (Diez, 2012, pp. 7-8). Cuadro 4. Conflictos sociales en el Perú (octubre de 2011) Tipo Número de casos Socioambientales 124 Asuntos de gobierno local 19 Asuntos de gobierno nacional 18 Laborales 15 Demarcación territorial 11 Asuntos de gobierno regional 10 Comunales 9 Electorales 1 Cultivo ilegal de la coca 1 Otros 9 Total 217 Fuente: Defensoría del Pueblo (2011a). Los conflictos sociales son recurrentes entre empresas mineras y comunidades campesinas colindantes a los centros de explotación, por motivos ambientales o por usurpación de bienes. Lo que no implica negar algunos casos de cooperación mutua, pero al parecer son poco representativos. 44 Perú: una mirada actual al mundo rural Igualmente se producen litigios intracomunidades por demarcación de linderos territoriales, y también disputas al interior de las comuni- dades campesinas, entre estratos y entre generaciones. Esto último es el caso acontecido entre los jóvenes de las comunidades de la provincia de Melgar, en Puno, que reclaman a los comuneros adultos un espacio para ellos, como lo testimonia el estudio de Ethel del Pozo (2004). Algunas comunidades campesinas se han convertido en centros poblados y en distritos para recibir del Estado los beneficios económicos correspondientes. Otras, en particular en la costa, han sido disueltas y sus tierras vendidas a terceros para construir viviendas o centros recreativos próximos a las playas. La comunidad de Asia, en la región Lima Provincias, constituye un ejemplo de varios. En 1995, durante el gobierno de Alberto Fujimori, se promulgó la ley 26505, conocida como Ley de Tierras, que buscaba formalizar un nuevo régimen de tierras en el Perú. Por medio de ella se facultaba a las comunidades campesinas y nativas disponer de sus tierras del modo que lo creyeran conveniente, cuidando de que la decisión sea tomada en asamblea general, como lo recuerda Aníbal Sánchez (2012). Por su parte, las comunidades nativas3 suman en la actualidad 1322 y ocupan diferentes zonas de la Amazonía, en particular en las regiones de Loreto, Junín, Amazonas, Ucayali y Pasco; quince se localizan en la sierra. Ello demuestra que su número, en relación con 1994, se ha incrementado (ver el anexo). Estas comunidades ocupan el 18% del total de las tierras agropecuarias del país. Sus miembros dependen de bosques, cochas y ríos para sobrevivir pues de ellos obtienen una parte importante de su alimentación y recursos necesarios para su reproducción. 3 Algunos antropólogos, como Jorge Gasché y Napoleón Vela (2011), prefieren hablar de sociedades bosquesinas. 45 Marcel Valcárcel Carnero La superposición de lotes petroleros, mineros o gasíferos en terri- torios de pueblos indígenas constituye una fuente de conflictos con las empresas y el Estado (Cavero, 2011; Barclay y otros, 2009; Bebbington, 2011). Pero también con el narcotráfico, que se ha extendido y tomado rutas de la droga en ámbitos nativos, incluyendo aquellos pertenecientes a los nativos no contactados. Como ocurre con los Mashco piro, que ocupan áreas del Parque Nacional del Alto Purús y alrededores. La falta de titulación en regla continúa siendo un grave problema, de ahí que la formalización de muchas tierras resulta una tarea pendiente para no pocas comunidades campesinas y nativas del país. 3.7. Principales cultivos y producción agrícola Lo primero por señalar sobre esta temática es que la superficie agrícola del país alcanza 7 125 008 de ha, donde verdecen 56 cultivos diferentes. Lo segundo es que existen varias maneras de clasificar y abordar el análisis de los cultivos sembrados en las UA. Una forma es por su carácter temporal, esto es si se trata de sembríos permanentes o transitorios; el criterio de clasificación emana de la duración del ciclo de vida de la planta sembrada. Otra clasificación reposa en el destino: si son cultivos de autoconsumo o para el mercado. Una tercera forma de clasificación es determinar si son cultivos tradicionales o no tradicionales, división que apela al carácter antiguo o reciente del cultivo en un determinado país o región. A lo largo y ancho del Perú tenemos 325 cultivos permanentes y 234 cultivos transitorios. El siguiente cuadro permite visualizar el número de UA y la superficie que ocupan los principales cultivos transitorios y permanentes en territorio nacional. 46 Perú: una mirada actual al mundo rural Cuadro 5. Principales cultivos, unidades de producción y superficie Principales cultivos UA Superficie en ha Transitorios Papa 633 923 367 691.9 Maíz amarillo duro 198 563 261 577 Maíz amiláceo 309 768 240 808.5 Arroz 70 471 167 093.4 Caña de azúcar 17 681 11 692.4 Yuca 131 079 94 646.3 Maíz choclo 126 474 66 001.7 Cebada grano 116 973 45 367.2 Frejol verde grano 45 359 44 288.1 Permanentes Café 223 738 425 415.8 Plátano 143 649 145 737 Cacao 89 789 144 232.4 Fuente: INEI (2012a). En cuanto a los cultivos transitorios destacan: la papa, el arroz, los cereales andinos, el maíz en sus tres variedades (amiláceo, duro y choclo). En el grupo de los cultivos permanentes se distinguen nítidamente el café, seguido del plátano y el cacao. Entre los cultivos tradicionales, el café resulta emblemático, y en el grupo de los cultivos no tradicionales sobresale el espárrago. Respecto a los cultivos industriales, destacan el algodón, el maíz amarillo duro, el marigold, y la caña de azúcar. Y en relación con los cultivos no procesados sobresalen las frutas, hortalizas, tubérculos, entre otros. 47 Marcel Valcárcel Carnero Veamos, a continuación, algunos rasgos que presentan en nuestro país los cultivos más destacados por su superficie sembrada. Arroz Alrededor de 70 471 agricultores cultivan este cereal blanco en la costa y selva, con lo que cubren un total de 167 093 ha. Sobresalen como zonas predominantemente arroceras los valles de Piura, Jequetepeque, Lambayeque en el norte, y en el sur el valle de Camaná en Arequipa. En la región amazónica destacan como ámbitos arroceros Bagua y el valle del Mayo. Es a partir de la década de 1940 que este cultivo transitorio ha devenido en parte fundamental de la canasta básica de consumo de alimentos de la población peruana, sobre todo la residente en las urbes. El peruano tiene hoy el consumo per cápita de arroz más alto de Latinoamérica, con 54 kilos anuales por persona. El país, en determinadas coyunturas, compra arroz en el exterior. Es así que en algún momento hemos importado del Uruguay el 60% de nuestro consumo. En 2013 adquirimos 200 000 toneladas de arroz en el mercado internacional. Hoy Asia, cuna del arroz, resulta el continente de mayor producción y exportación en el mundo. Caña de azúcar Las antiguas haciendas azucareras de la costa (Pomalca, Cayaltí, Casa Grande, Tumán, Cartavio, Laredo, Paramonga, Andahuasi, Ingenio, Chucarapi), en 1969, debido a la reforma agraria del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, fueron expropiadas y transformadas en cooperativas de producción en manos de sus trabajadores devenidos socios propietarios. En la década de 1990, con la ola neoliberal, los viejos complejos azucareros pasaron por procesos de reestructuración 48 Perú: una mirada actual al mundo rural organizativa, privatizados y convertidos en sociedades agrícolas abiertas, hoy de propiedad de conocidos grupos económicos como: Oviedo, Wong, Gloria, Picasso, Huancaruna y Manuelita (colombiano). En 1999 había en todo el país 89 214 ha cultivadas de caña de azúcar, de las que se produjo 603 087 toneladas de azúcar refinada. El IV CENAGRO da cuenta de 141 306 ha sembradas en 2012, sin incluir en este grupo las 10 502 ha de caña sembradas con el fin de producir etanol. Café El fruto de esta planta es de origen arábigo. A partir de la década de 1950 se fue convirtiendo en distintivo de la exportación agrícola tradicional. En 2012, con 425 415 ha, ocupa una de las mayores superficies agrícolas del país. El trabajo de 51 000 productores agrícolas está asociado a este cultivo, agrupados en 84 cooperativas cafetaleras, distribuidas a su vez en catorce regiones del país. Estas organizaciones, conformadas por pequeños productores, por medio de las ventajas de la asociatividad, han logrado un sistema de producción y comercialización que les ha permitido crecer y posicionarse en el mercado internacional, siendo sus principales mercados de consumo Estados Unidos, Alemania y Bélgica, de un total de 42 países compradores de este grano. Destacan por el valor de su venta los llamados cafés especiales. El Perú encabeza la lista de países que exportan café de comercio justo. El gerente general de la Junta Nacional de Café, Lorenzo Castillo, informó que en 2013 nuestro país exportó 650 quintales de grano aromático de comercio justo, lo que implicó el ingreso de US$ 118 000 0004. 4 El Comercio. Sección «Negocios», 27 de marzo de 2013. 49 Marcel Valcárcel Carnero Cabe señalar que en ese año los cafetales peruanos fueron atacados por la roya amarilla, que afectó las cosechas y ocasionó cuantiosas pérdidas a los productores nacionales. En 2014 hubo indicios de la presencia de la broca, un insecto oriundo del África, considerada la plaga que mayor daño causa a este cultivo. A nivel mundial, Brasil y Colombia destacan por el volumen de sus exportaciones de café. Cacao Es de origen latinoamericano. Su producción en el mundo está limitada a unos pocos países. Del total de los granos cosechados en 2011, el 74,8% se cultivaron en África, el 13% en Asia y el 12,1% en América. África sigue siendo el líder mundial del cacao; destacan Costa de Marfil, Ghana y Nigeria. En Asia sobresale Indonesia y en América Latina, Brasil. Al contrario de lo que se podría pensar, países con tradición chocolatera como México o Ecuador solo representan un pequeño porcentaje del total consumido en el mundo. El Perú posee el 60% de las variedades de cacao del mundo. La superficie sembrada en todo el país es de 144 232 ha, las cuales se localizan en Cajamarca, Amazonas, Huánuco, Cusco, Ayacucho y San Martín. En el caso de la última región, el cultivo fue impulsado por el Programa de Desarrollo Alternativo. Las semillas de este árbol se exportan principalmente a Bélgica, Suiza y Francia, donde son empleadas en la fabricación de chocolate, en aromatizar bebidas, galletas y en la fabricación de mantequilla de cacao. Los productores de cacao por lo general son pequeños agricultores que tienden a organizarse en asociaciones y cooperativas. 50 Perú: una mirada actual al mundo rural Papa Planta oriunda de los Andes, cuenta con 367 692 ha sembradas en 633 933 UA, las cuales están ubicadas, sobre todo, en la sierra, en las regiones de Huánuco, Junín, Puno y La Libertad y, en menor medida, en la región de la costa en Ica y Lima. El Perú dispone de más de 3500 variedades de este tubérculo, de las cuales 300 son comestibles. Esta diversidad fue una de las razones por las que en la ciudad de Lima fuese instalado el Centro Internacional de la Papa. La papa forma parte importante de la dieta de los hogares peruanos, aunque el porcentaje de su participación en la canasta básica de alimentos viene disminuyendo con el tiempo: de 31% en 1972 a 22% en 2012. El poblador rural consume tres veces más papa que el urbano, según la Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares 2008-2009 (ENPF). En el mundo sobresalen como países productores de papa, con altos rendimientos por hectárea, Holanda y Alemania. Espárrago De origen mediterráneo, el espárrago ha devenido, en las últimas dos décadas, en el cultivo bandera de la exportación agropecuaria peruana no tradicional. En 1988 la superficie sembrada de esta hortaliza apenas superaba las 5000 ha. Al inicio del presente milenio ya se había cuadruplicado con 20 984 ha, sembradas sobre todo en la costa, donde el sol, el clima que permite cosechar todo el año, la mano de obra abundante, un régimen laboral y tributario promocional, y el no poner límite al tamaño de la propiedad a la agroindustria favorecieron su rápida expansión. De esta manera, el Perú logró convertirse en el primer productor del mundo, luego de competir con la República Popular de China 51 Marcel Valcárcel Carnero por el liderazgo (Valcárcel, 2003). En 2006 el área esparraguera se repartía en las zonas costeñas de La Libertad (44%), Ica (39%), Lima (10%) y Áncash (7%). El espárrago lo siembran pequeños y medianos agricultores pero sobre todo las mismas empresas exportadoras. Para el año 2012 las hectáreas cultivadas de espárrago llegaron a 39 629, un crecimiento exponencial que algunos clasifican como un verdadero boom. Su mercado es el internacional; destacan Estados Unidos y Europa (Alemania, Holanda, Francia, Reino Unido y España) como los mayores importadores. Alemania es el mayor consumido per cápita y el segundo importador en el mundo. En Asia, Japón viene incrementando su consumo de espárragos peruanos. El espárrago se exporta en tres modalidades: congelado, en conserva y fresco, tanto por vía aérea (85%) como marítima (15%). Las empresas que colocan los mayores volúmenes en el exterior son: Sociedad Agrícola Virú, Camposol, Danper Trujillo, Sociedad Agrícola Drokasa, IQF del Perú, Green Perú, Agroindustrias Josymar SAC, Athos S.A., Talsa, Complejo Industrial Beta, Agroindustrias Backus S.A., entre otras. Vid Hay sembradas en todo el país 43 800 ha de vid con varios propósitos: fabricación de vinos y otros licores, y para producir uvas para su consumo como fruta de mesa. La uva ocupa el tercer lugar del ranking de la exportación agrícola peruana actual; su destino es Estados Unidos, la República Popular China, Rusia y otros países emergentes. Los productores de esta fruta mediterránea se ubican mayormente en los valles de Ica y Piura por sus climas calurosos que favorecen el desarrollo de la planta. Una de las variedades más demandadas en el extranjero es la uva red globe, en particular por los pobladores de la República Popular China. 52 Perú: una mirada actual al mundo rural Las empresas vitivinícolas Ocucaje, Tabernero, Vista Alegre, Tacama, Queirolo, por mencionar las más importantes y reconocidas, también exportan vinos y piscos, en particular a aquellos países donde las colonias peruanas son numerosas, como es el caso de Estados Unidos, España y Japón (Valcárcel, 2005). Hay que señalar que, tanto la uva como el espárrago, demandan bastante agua para su producción. Cultivos orgánicos A través de asociaciones o cooperativas de pequeños productores, que cuentan con el apoyo de la cooperación internacional vía comercio justo y mercados solidarios de Estados Unidos y Europa, y la participación parcial del Estado, destacan como productos de exportación económicamente exitosos el cacao, el café y el plátano orgánicos (Valcárcel, 2011). Quinua Las áreas sembradas de este cultivo andino llegan a 23 971 ha, según el IV CENAGRO. Sus exportaciones aumentaron en un 300% en los últimos cuatro años y se dirigieron a 34 mercados entre los que destacan Estados Unidos, Alemania, Italia y Canadá. Sin embargo, este fenómeno ha significado el alza de su precio en el mercado interno, con lo cual se ha reducido su consumo en las comunidades campesinas. Así, la ingesta de quinua en Puno bajó en un 9% por los altos costos y hoy es de medio kilo por persona, cuando hace quince años era de cinco kilos5. Perú y Bolivia cubren el 10% de la demanda de quinua de los Estados Unidos. Por ello el país del norte ha comenzado a cultivar el 5 El Comercio, 23 de octubre de 2012. 53 Marcel Valcárcel Carnero grano nativo para atender su creciente demanda interna. En 2013, Agrobanco del Perú financió la siembra de 7000 ha para enfrentar el déficit de la oferta nacional exportadora. Palto Árbol originario de México donde se conoce a su fruto con el nombre de aguacate. Este país ocupa el primer lugar en el mundo en área cosechada, seguido por Indonesia, Estados Unidos y Colombia. México, Chile, España e Israel destacan como países exportadores. La producción de palta peruana creció 6,9% en 2006, hasta alcanzar las 107 000 toneladas métricas, resultado de la excelente cosecha en los departamentos de Lima, Ica y La Libertad, lugares donde se registra la mayor producción de palta destinada a la exportación. Aquel año la exportación de este fruto se situó en US$ 36 000 000, 54,1% más que el registrado en el año precedente, debido al incremento de la demanda proveniente de Europa. El precio promedio de exportación habría mostrado un retroceso de 4,1%, al ubicarse en los US$ 1200 por tonelada métrica. Se esperaba que en el primer semestre de 2007 Estados Unidos autorizara el ingreso de paltas peruanas, limitado por las restricciones fitosanitarias y requerimientos obligatorios en el sembrío. A fin de garantizar la apertura del mercado norteamericano, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) realizó las gestiones pertinentes. Así, la exportación de palta en dicho año se elevó en 11,1% según la consultora privada MAXIMIXE. Por su parte, el IV CENAGRO indicó la existencia de 65 000 ha sembradas de palto en todo el territorio nacional. 54 Perú: una mirada actual al mundo rural Palma aceitera Como es conocido, el fruto de esta palmera de origen africano se está empleando en la producción de biocombustibles. El último CENAGRO dio cuenta de la existencia de 26 700 ha sembradas en todo el país. En los últimos años la empresa Palmas del Espino S.A. del grupo Romero incrementó este cultivo en 1700 ha en las zonas de Tocache y Uchiza en la región San Martín. Por su parte, el Estado a través del Programa de Compensaciones para la Competitividad-Agroideas del MINAGRI, a comienzos de 2014 apoyó la iniciativa de la Asociación Agrícola Nuevo Amanecer en Honoria, Puerto Inca, de adquirir, montar y poner en marcha una moderna planta procesadora de frutos de palma aceitera6. En 2013 el gobierno regional de Loreto reconoció la existencia de 106 212 ha en trámite para la implementación de proyectos de palma aceitera. Arándanos Es un cultivo de cuya baya se extraen jugos que tradicionalmente eran usados por los indios americanos y canadienses para combatir enfermedades de las vías urinarias. Las áreas sembradas y su producción están creciendo en nuestro país. La empresa Camposol destaca en este rubro. En 2012 se exportaron 45 toneladas por un valor de US$ 433 000. Datos oficiales a setiembre de 2013 mostraban el envío al extranjero de 371 toneladas por un valor de US$ 4 400 000. El último CENAGRO no registró este novedoso cultivo. 6 Agronoticias, 396, enero de 2014. 55 Marcel Valcárcel Carnero Coca Se trata de un arbusto de mediano tamaño originario de los Andes, donde crece hasta 2.5 m de altura. El hábito de usar las hojas de coca como analgésico en el área andina se remonta, cuando menos, al siglo II a. C. y continúa siendo común su consumo para el chaccheo entre los actuales pueblos indígenas de las serranías y altas mesetas de Bolivia, Perú y Argentina. Si bien la coca fue considerada un artículo de lujo en tiempo de los incas y utilizada durante los ritos sacerdotales únicamente por las altas jerarquías, su consumo masivo fue fomentado por los conquistadores españoles como un estimulante energético para extender las horas de trabajo de la mano de obra indígena en las minas, obrajes y campos de cultivo. La coca en el presente es conocida en el mundo entero por sus varios alcaloides, de uno de los cuales, mediante un proceso químico, se obtiene la droga llamada cocaína, potente estimulante del sistema nervioso y altamente adictivo. El IV CENAGRO opta por la política del avestruz con este cultivo, de evidente relevancia socioeconómica regional y nacional. No lo registra para nada. Conocido es que la expansión de las áreas de coca se ha dado sobre la base de la pequeña propiedad y en estrecha vinculación con la industria ilegal de fabricación de pasta básica y cocaína en el país con fines básicamente de exportación. Estados Unidos constituye el principal consumidor de esta droga en el mundo. Una parte pequeña de las cosechas de las hojas de coca se comercializa a través de la Empresa Nacional de Comercialización de la coca (ENACO) y está destinada, sobre todo, al consumo de las poblaciones rurales andinas. 56 Perú: una mirada actual al mundo rural En 2012 había sembradas 60 400 ha de coca en la Amazonía peruana, en nueve valles diferentes: Aguaytía, Pachitea-Pichis, Palcazu, Huallaga Monzón, VRAEM, Inambari, Tambopata, La Convención- Lares y San Gabán. En este último valle conviven la minería ilegal y el narcotráfico. Según DEVIDA la coca apoya a la minería ilegal. Cuadro 6. Perú: área sembrada de coca (2000-2012) Año ha 2000 42 000 2001 46 000 2003 44 200 2004 50 300 2005 48 200 2006 51 400 2007 53 700 2008 56 100 2009 59 900 Fuente: Informe de El Comercio, 9 de enero de 2011. A partir del presente milenio el incremento de la superficie cocalera en el Perú ha sido claro, con algunas oscilaciones en 2003 y 2005. Las áreas productivas se han ido extendiendo a otras regiones dentro de la Amazonía como Cusco y Puno. En tanto, se habría logrado una variedad de coca adaptada a los suelos y clima de la selva baja. En los valles cocaleros superviven pequeños grupos armados del periodo de la guerra interna. Con la captura del llamado «camarada Arte- mio», último proveedor económico del senderismo urbano (Movadef), aquellos grupos habrían terminado como simples protectores o guar- daespaldas de los narcotraficantes. 57 Marcel Valcárcel Carnero Mientras la demanda de cocaína de los países ricos sea elevada con ganancias sustanciosas para el crimen organizado internacional, los campesinos (eslabón débil de la cadena) continuarán sembrando coca por tiempo indefinido. En 2012 los Estados Unidos, por primera vez aceptaron, por intermedio de Hillary Clinton, secretaria de Estado norteamericano, su corresponsabilidad en la expansión del negocio de esta droga en el mundo, por ser su país el mercado de consumo de cocaína más grande del planeta. El aumento de las áreas cocaleras y el hecho de que el Perú se haya convertido en el primer productor de cocaína en el mundo, desplazando a Colombia, no deja dudas del fracaso de 40 años de los programas antidrogas y del llamado desarrollo alternativo, o de éxitos parciales no sostenibles en el tiempo, como lo caracteriza el especialista en el tema Hugo Cabieses (2011). La zona del Huallaga sería uno de esos casos de parcial éxito. Cabe subrayar que el narcotráfico se ha incrustado en los diversos niveles del Estado peruano y, por ende, ha debilitado sus funciones y autonomía. En el mundo de hoy cada vez más crece el apoyo a la estrategia de despenalizar el consumo de las drogas, como una forma de acabar con las grandes mafias internacionales del narcotráfico. Es el caso de Uruguay, país que viene de despenalizar el consumo de marihuana. Capítulo 4. GANADERÍA 4.1 Tipos de ganado El CENAGRO de 2012 provee información reciente sobre los diversos tipos de ganado: vacunos, porcinos, camélidos sudamericanos y aves bajo el cuidado de las familias conductoras de UA. 4.1.1. Vacunos Por su importancia económica, alimentaria y crecimiento, destaca el ganado vacuno que pasa de 3116 a 5156 unidades. Según el tipo de raza, el 63% de vacunos son criollos, el 10% Holstein y 17,6% Brown Swiss. 60 Perú: una mirada actual al mundo rural Cuadro 7. Unidades agropecuarias (UA) por tipo de práctica pecuaria (2012) Región Vacunación Baños contra parásitos Dosificaciones sanitarias Uso de alimentos balanceados Inseminación artificial Uso de sementales Costa 162 000 102 000 100 000 94 000 13 000 13 000 Sierra 759 000 547 000 708 000 125 000 40 000 54 000 Selva 127 000 75 000 83 000 43 000 2000 5000 Total 1 048 000 724 000 891 000 261 000 56 000 72 000 Fuente: INEI (2012a). Existen un total de 515 604 vacunos localizados sobre todo en Cajamarca, Cusco y Puno, todos departamentos andinos. En cuanto al tipo de razas sobresalen los vacunos denominados criollos y Brown Swiss. Cabe indicar que la producción de leche nacional compite con las importaciones de leche en polvo procedente de países como Estados Unidos, donde recibe fuertes subsidios. Por último debe destacarse también en la actualidad el Perú tiene un consumo de leche muy bajo, entre 65 y 68 kilos per cápita, mientras que en 1971 se consumían más de 70 kilos (la FAO recomienda 120 kilos per cápita anuales). 4.1.2. Ovinos En relación con los ovinos, sustento importante en la dieta alimentaria de los productores andinos más pobres, su número disminuyó. En 2012 fue de 9 523 200 de cabezas, cifra que indica un descenso de 21% respecto al III CENAGRO de 1994. 61 Marcel Valcárcel Carnero La raza en la que se concentra la mayor población de ovinos es la criolla, que representa el 81% del total. Le sigue en importancia la raza Corriedale con 11,4%, Hampshire Down con 2,6%, Black Belly con 0,9% y otras razas con 4,1% (INEI, 2012b, p. 17). 4.1.3. Porcinos El crecimiento intercensos 1994-2012 de estos animales ha sido ínfimo, de tan solo 1,7%, ya que se alcanzaron las 224 300 unidades porcinas. Según raza, el 67,2% son criollos, mientras que el porcentaje restante entra en el rubro de porcinos mejorados. La sierra, con un 1 100 000 cabezas, es la región que destaca en el país por su mayor número de porcinos. 4.1.4. Camélidos sudamericanos El Perú posee alrededor de 3 000 000 de alpacas, sobre todo de las variedades Huacaya y Suri. Asimismo, cuenta con 1 000 000 de llamas y alrededor de 125 000 vicuñas; la población de guanacos es muy reducida, pues no supera las 5000 cabezas. Cabe precisar que ocupamos el primer lugar en el mundo en cuanto a número de alpacas y vicuñas. La mayoría de camélidos andinos se encuentra en las partes altas de los departamentos de la sierra sur, particularmente en Puno y Cusco. Más del 80% de las alpacas y la casi totalidad de llamas son de propiedad de comunidades campesinas y pequeños productores de muy escasos recursos, carentes de servicios y vías de comunicación adecuados. El resto de alpacas se distribuye entre los medianos productores y las empresas asociativas según la FAO1. 1 Proyecto de Cooperación Técnica en apoyo a la crianza y aprovechamiento de los camélidos sudamericanos en la región andina, TCP/RLA/2914, junio de 2005. 62 Perú: una mirada actual al mundo rural El número de alpacas es ascendente a partir de 1972. Entre el II y III CENAGRO se registró un incremento del 24,1% y entre el III y el IV aumentó en 46,2%. Los seis departamentos que muestran mayor crecimiento de alpacas fueron: Pasco, Moquegua, Lambayeque, Apurímac, Huánuco y Arequipa. Ha habido inversión de los gobiernos locales y de algunas empresas mineras en los procesos de repoblamiento de alpacas. Es necesario recordar que el Perú exporta fibra de alpaca a Europa desde el siglo XIX, en particular a Inglaterra. La Casa Michell & Cía exporta hilado de pelos finos y prendas elaboradas de fibra de alpaca tanto al viejo continente como a Estados Unidos. Exportaciones hilado de pelo fino FOB US$ miles 0 2 000 4 000 6 000 8 000 10 000 12 000 14 000 16 000 China Italia Taiwan Japón República de Corea 14,183 7,278 1,186 746 729 11,953 10,058 707 1,065 359 8,391 9,884 907 1,624 635 2010 2009 2008 Fuente: Agrodataperu. http://www.agrodataperu.com/2010/09/exportacion-alpaca-hilado-pelo-fino. html 63 Marcel Valcárcel Carnero Por último, en la zona altoandina, los ovinos y las alpacas compiten por el espacio pastoril. La fibra de alpaca se vende a S/. 8 a S/. 9, precio más alto que el de la fibra el de las ovejas, cotizada en S/. 1.5 o S/. 2. Probablemente esta sea la causa principal de la reconversión de la crianza de ovinos por alpacas. 4.1.5. Aves En cuanto a las aves, el IV CENAGRO las clasifica en dos tipos: aves de granja y aves de crianza. Estas últimas se incrementaron en un 69% respecto a 1994, sobre todo por su alto consumo en las áreas urbanas y periurbana. El número actual de aves es de 121 394 062, de las cuales el 86% se localiza en la región de la costa, dada la cercanía a los mercados más grandes de consumidores del país. 4.1.6. Cuyes Sorprende que el cuy (Cavia porcellus), pequeño roedor andino, base importante de la dieta tradicional campesina, por su carne y contenido proteico, no aparezca en los registros censales. Más aún cuando diversos programas y proyectos vienen impulsando en las familias rurales su crianza tanto para su autoconsumo y venta, como es el caso de los programas Sierra Productiva y de Manejo de Recursos Naturales en la Sierra Sur (MARENASS), que incentivaron la construcción de pozas y corrales para fomentar su reproducción y de paso evitar la presencia de estos animales al interior de las viviendas rurales, por motivos higiénicos y de salud. Capítulo 5. FACTORES PRODUCTIVOS 5.1. Trabajo El censo agropecuario distingue cuatro tipos de trabajadores en el campo peruano, los cuales, en conjunto, superan los 20 000 000 (cuadro 8). Cuadro 8. Productores agropecuarios, trabajadores permanentes, eventuales y no remunerados en el Perú (2012) Número de trabajadores agropecuarios en el Perú Productores agropecuarios 2 246 702 Trabajador permanente 180 578 Trabajador eventual 13 867 390 No remunerados 3 830 549 Total 20 125 219 Fuente: Elaborado a partir de INEI (2012b). Por su número, destacan en el campo los trabajadores eventuales y los trabajadores no remunerados. Asimismo, los trabajadores permanentes y eventuales, que conforman el contingente de asalariados rurales, 66 Perú: una mirada actual al mundo rural suman un total de 5 787 323 de productores agropecuarios que venden su fuerza de trabajo por un salario monetario. Cuadro 9. Trabajadores del sector agropecuario en la costa (2012) Número de trabajadores agropecuarios de la costa Productores agropecuarios 354 295 Trabajador permanente 115 234 Trabajador eventual 5 672 089 No remunerados 496 226 Total 6 637 844 Fuente: Elaborado a partir de INEI (2012b). En la costa ocurre lo mismo que en el conjunto del país, pues resalta el predominio de los trabajadores eventuales sobre los otros grupos (cuadro 9). En general, sus condiciones laborales están lejos de lo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) denomina trabajo decente. Merece subrayarse que en el sector agroindustrial no tradicional están destacando las trabajadoras eventuales. El IV CENAGRO muestra que estas se han más que duplicado: si en 1994 había 1 521 474, en 2012 alcanzaron la cifra fue de 3 769 239, y en la costa se localiza el 51% de las trabajadoras eventuales del país. Vale la pena señalar que no obstante su aumento numérico, la brecha salarial a favor de los varones subsiste. 5.2. Asistencia técnica La data que ofrece el IV CENAGRO sobre este tópico se resume en lo siguiente: solo el 10% de los productores agropecuarios recibió algún tipo de asistencia técnica durante 2011. Asimismo 19 980 productores 67 Marcel Valcárcel Carnero la solicitaron pero no la obtuvieron. He aquí un desafío que debe enfrentar conjuntamente el Estado, las empresas privadas que ofrecen este servicio y los pequeños productores demandantes, con el fin de aumentar la producción y la productividad de la tierra y el trabajo. Esta carencia de asesoría técnica estatal tiene relación directa con el limitado presupuesto del sector agrario, problema compartido con el resto de la región andina. Así, un estudio de OXFAM reveló que los gobiernos de América Latina y el Caribe invirtieron, entre los años 1995 y 2010, menos del 0,2% de sus presupuestos en agricultura. Pero también la poca asistencia tecnológica está vinculada a la baja calidad de la educación formal de los productores agropecuarios, que les impide incorporar tecnologías más avanzadas y sofisticadas para sus cultivos y ganado. El IV CENAGRO consigna que únicamente 17 904 productores recibieron capacitación, asistencia técnica y asesoría empresarial. 5.3. Mecanización Los productores que en el Perú emplean tractor superan el medio millón, vale decir el 22,7% del total; lo que indica un incremento de 7% en relación con 1994. Por regiones destaca la sierra con 61%, seguida por la costa con el 36,2%, y por último, la selva con el 3,2% del total. 5.4. Crédito Una decena de organismos o instituciones locales y nacionales otorgan créditos a los productores agropecuarios. Destacan entre las instituciones financieras locales las cajas municipales, las cajas rurales y las cooperativas. Dentro de la banca nacional sobresalen la banca múltiple y Agrobanco. 68 Perú: una mirada actual al mundo rural Uno de cada diez productores agropecuarios solicitó crédito en 2011. Proporción muy baja si se busca ampliar y mejorar las inversiones en el campo, sobre todo en la pequeña agricultura con el fin de aumentar su productividad y rendimiento productivo. Cuadro 10. Créditos a productores por fuente de financiamiento Fuente de financiamiento Número Porcentaje Instituciones financieras locales 127 700 100% Caja municipal 56 400 44,2% Cooperativa 24 700 19,3% Caja rural de ahorro y crédito 24 200 19% Edpyme 22 400 17,5% Banca nacional 42 800 100% Banca múltiple 25 100 58,6% Agrobanco 17 700 41,4% Otros 24 000 100% ONG 7400 30,8% Prestamistas 3900 16,3% Empresas no financieras 9400 39,2% Otros 3300 13,8% Fuente: INEI (2012b). El 9% del crédito obtenido por los productores agropecuarios se destinó a la adquisición de bienes de capital. 69 Marcel Valcárcel Carnero Al respecto, un estudio de Trivelli y otros indica que: Los resultados demuestran que, como era de esperarse, las colocaciones formales en el sector rural son reducidas, incluso en el caso de las entidades micro financieras supuestamente especializadas en dicho ámbito. Este resultado se explica por un conjunto de razones de orden económico-financiero (por ejemplo, riesgos, falta de información, altos costos de transacción, altos costos operativos, presiones competitivas de otros intermediarios en la región, plazas urbanas con gran potencial (etcétera) y por la decisión, en el caso de varios intermediarios, de no comprometerse demasiado con el sector agropecuario en particular… Los bancos-principal fuente formal de fondos del sector agropecuario- colocan pocos créditos, pero de elevados montos; es decir, atienden a clientes grandes […] (2004, pp. 161-162). Cabe subrayar que en 2012 hubo 12 980 productores que solicitaron crédito institucional pero no lo obtuvieron. Las causas de la negativa fueron varias: falta de garantías (43,7%), carecer de título de propiedad (14,8%), tener malos antecedentes (5,6%) y otras razones (35,9%). Las ONG en algunas localidades rurales cubren parcialmente este vacío. Gina Alvarado ha estudiado este tema para el caso del crédito a las mujeres (2004). Por último, existe también en los Andes un crédito no institucional llamado ayni crédito que se maneja con criterios diferentes (Alvarado, 1987). 5.5. Infraestructura 5.5.1. Agua y riego La reducción del recurso hídrico se viene sintiendo en diversas zonas del territorio nacional, entre otros motivos por la disminución y la pérdida de nuestros glaciales debido al cambio climático. La ausencia 70 Perú: una mirada actual al mundo rural de agua o su poca disponibilidad en la parcela constituye una de las causas más relevantes que impiden el desarrollo de los cultivos. En la costa el 55% de los jefes de las UA así lo declaró al momento de ser censados en 2011. Adicionalmente al menor volumen de agua con fines agrícolas está la pérdida de calidad de esta por efecto de los contaminantes antrópicos. Sabido es que todos los ríos de la costa y muchas lagunas están contaminados con desechos industriales, relaves mineros y residuos de los hogares. Pero también en algunos lugares, como en los valles de Ica, la sobreexplotación por la agroindustria ha llevado a un grave estrés hídrico. En este contexto, el Estado pretende enfrentar parte de las carencias y problemas señalados con el programa «Riego», el cual proyecta irrigar 40 000 ha en las zonas andinas más pobres. En la costa apuesta por los grandes proyectos de irrigación como Chinecas, Olmos, Majes-Siguas II etapa y Chavimochic en su tercera etapa. Este año los reservorios costeños muestran un menor volumen de agua en relación con 2013. En la actualidad, en la región de Piura se habla de sequía y de la llegada de El Niño en versión moderada a dura. Por último, pero no menos importante, debe señalarse que la disputa por el agua en las zonas rurales se ha convertido en una fuente de agudos y complejos conflicto sociales. Por mencionar un solo caso: Huancavelica e Ica. 5.5.2. Electricidad En 2007 había 50 000 pueblos, en su mayoría rurales, sin servicio de electricidad. De acuerdo con el Informe 149 de la Defensoría del Pueblo del año 2010, La electrificación rural en el Perú: derechos y desarrollo para todos, durante los últimos años se ha realizado un gran esfuerzo en esta 71 Marcel Valcárcel Carnero área energética, el cual se refleja en el aumento de la inversión pública, que alcanzó los US$ 94 300 000 en 2007 y los US$ 97 000 000 en 2008, habiéndose proyectado aquel año llegar a US$ 166 500 000 en 2009. De esta manera, de un nivel de electrificación de solo el 41% en 1992 (el más bajo en América Latina) nos acercaríamos a obtener casi el 80% en 2009, de acuerdo con el organismo supervisor de la inversión en energía y minería (OSINERGMIN). No obstante estos avances, seguimos en la lista de los países con los más bajos niveles de electrificación en la región, mientras los países vecinos se acercan ya al 100%. Según el último CENAGRO, en el ámbito rural el consumo eléctrico productivo ha seguido aumentando. En 1994 solo 4043 productores agropecuarios usaban energía eléctrica. Para 2012 esta cifra llegaba a 23 547, que implica que dicho número se ha sextuplicado. En este contexto, el Estado peruano sigue enfrentando el desafío de proveer electricidad a toda la población rural. Por último, cabe agregar que existe un Plan Nacional de Electrificación rural 2009-2018, elaborado por la Dirección General de Electrificación Rural del Ministerio de Energía y Minas, el cual ha fijado como meta que al final de ese periodo, de cada 100 hogares rurales 85 cuenten con acceso a este servicio. 5.5.3. Vial En los últimos años las carreteras han sido ampliadas y mejoradas en 50 000 km. En 2002 había 78 320 km de longitud vial, al año 2012 esta cifra llegaba a 149 672 km. 72 Perú: una mirada actual al mundo rural Cuadro 11. Perú: longitud de la red vial (2002-2012) Sistema de carretera 2002 2004 2008 2010 2012 Nacional 17 158 16 857 23 903 23 596 24 593 Departamental 14 252 14 251 19 695 25 774 24 235 Vecinal 46 910 47 288 38 189 75 674 91 844 Total 78 320 78 396 81 787 125 044 140 672 Fuente: Cuánto (2013). Empero esto es a todas luces insuficiente ante los requerimientos existentes por parte de las poblaciones del interior. No menos preocupante es el tema del mantenimiento de pistas y el de los vehículos automotores. De otro lado, la seguridad vial es totalmente precaria e inseguro el transporte; basta con ver las estadísticas del elevado número anual de accidentes, choques, heridos, muertos, sin contar las enormes pérdidas materiales. En los últimos diez años han muerto más de 40 000 personas por accidentes de tránsito. Para muestra, entre enero y octubre de 2013 se accidentaron 384 buses y 524 camiones en las carreteras en el Perú. Asimismo, hubo un incremento impresionante del parque automotor que en 2012 superaba los 2 300 000 vehículos. Esta situación, en la mayoría de casos, se debe, de un lado, a la falta de cumplimiento de las normas y a un comportamiento informal de las empresas que operan en el país. En efecto para el 77% del transporte de carga y pasajeros interprovincial opera informalmente en el país. De otro lado, esto es consecuencia de la poca e ineficiente fiscalización por parte de las autoridades del Estado, en particular en las zonas rurales más apartadas. 73 Marcel Valcárcel Carnero 5.5.4. Presupuesto agrario El sector agricultura ha visto reducida su participación en el presupuesto público nacional. Asimismo, el monto estatal destinado a la pequeña agricultura de 2011 fue de S/. 3 500 000, monto cercano al de 2008. En otras palabras, la pequeña agricultura ha venido perdiendo importancia en el presupuesto público nacional, de 3,2% en 2008 a 2,7% en 2011. Conocido también es que los países que hoy son grandes exportadores de alimentos recibieron y aún siguen recibiendo apoyo integral del Estado, que se manifiesta en millonarios subsidios agrícolas. Capítulo 6. MERCADOS AGROPECUARIOS Los productores agropecuarios articulados al mercado se han incrementado en los últimos cuatro lustros; sin embargo, los que poseen menores extensiones están débilmente vinculados como compradores y vendedores en comparación con aquellos que tienen grandes y medianas extensiones. La mayoría de estos productores abastece el mercado interno con cereales, tubérculos hortalizas y frutas. Un sector provee la agroindustria (lácteos, frutas, papa y derivados, vinos, cueros, etcétera) y un segmento minoritario —16 000 agricultores—, coloca sus productos en el mercado externo. Cuadro 12. Tasas de crecimiento del valor bruto de la producción (VBP) agrario por tipo de mercado (1996-2006) Años Urbano Restringido Industrial Externo 1996-2000 7,2% 5,8% 1,4% 8,3% 2001-2006 4,7% 1,4% 1,4% 12,1% Fuente: datos de MINAG. DGIA. Elaboración de Agro Data CEPES, a partir de las categorías de análisis Hopkins-Figueroa. 76 Perú: una mirada actual al mundo rural A la luz de la estadística del cuadro anterior se constata que en décadas pasadas crecieron todos los mercados agropecuarios, siendo el de mayor tasa de crecimiento del VBP el mercado externo, bajo el impulso de la demanda de los cultivos no tradicionales y de alimentos frescos como frutas y hortalizas. La producción para el mercado urbano es mayormente de panllevar. Según la ONG CEPES, de cada diez toneladas de alimentos cosechados seis provienen de la agricultura familiar integrada fundamentalmente por campesinos. Al respecto, Héctor Maletta es menos optimista en cuanto a la contribución alimentaria de estos últimos y, más bien, señala que las fincas campesinas en América Latina tienden a generar una parte pequeña y decreciente de la producción agrícola total, inclusive de alimentos básicos (2009, p. 166). Uno de los aspectos relevantes que ofrece la reciente data del IV CENAGRO es el salto en el número de productores agropecuarios que destinaron su producción a fines comerciales, que pasó de 321 000 (18%) en 1994 a 1 003 000 (41%) en 2012 —prácticamente se triplicó—. Los agricultores que vendieron su producción al mercado local sumaron 987 000, mientras que 16 000 exportaron sus productos y 11 000 los dirigieron al sector agroindustrial. 6.1. Exportaciones agropecuarias En 1990 el valor total de nuestras agroexportaciones alcanzó única- mente US$ 300 000 000. Con el objetivo de incrementarlas se dieron leyes promocionales e impulsaron, desde aquel año a la fecha, diecisiete tratados de libre comercio (TLC), entre los que sobresalieron, por su repercusión, los firmados con Estados Unidos (2006), China, Canadá, Singapur, Corea, Chile y la Unión Europea. 77 Marcel Valcárcel Carnero En 2012, el Perú exportó uva, espárrago, plátano, palta, cacao, mango, café orgánico, etcétera, por más de US$ 4 300  000  000. Algunos países redujeron sus importaciones, otros las aumentaron. Así, las exportaciones agropecuarias a los Emiratos Árabes Unidos se incrementaron en 41%. Según la Cámara de Comercio de Lima (CCL), aquel año la uva, el espárrago, el frejol castilla y el maíz gigante fueron los productos más pedidos en el exterior. 6.2. Importaciones agropecuarias El Perú depende del 88,7% de las importaciones de trigo, maíz amarillo duro, arroz, aceites vegetales, lácteos, azúcar, cebada (maltera) y soja. El valor de las importaciones de alimentos en 2011 fue de US$ 2 600 000, esto es el 7% del total de las importaciones del país. Dentro de este grupo resaltan las importaciones de bienes de capital, maquinarias y herramientas. Capítulo 7. SEGURIDAD ALIMENTARIA El término seguridad alimentaria alude al acceso físico, social, económico y nutricional a alimentos de calidad que aseguren el desarrollo, producción y crecimiento de las personas. También se le considera como la capacidad de un país de producir y alimentar a su población sin alteraciones. La FAO señala que en nuestro continente los problemas de hambre y desnutrición no provienen de la escasez o de la insuficiente disposición de alimentos sino de la falta de acceso que muchos hogares sufren por no disponer de suficientes ingresos (2013, p. 19). Según el Ministerio de Desarrollo e Integración Social, el 73% de la población en el Perú está en una situación media, a muy alta, de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. En el Perú, existe una Estrategia Nacional de Seguridad alimenticia aprobada en 2004 pero que no muestra todavía resultados tangibles. 7.1. Transgénicos Son conocidos también como organismos genéticamente modificados (OGM). Se denomina alimentos transgénicos a los obtenidos por 80