UNA COMEDIA INEDITA DEL LUNAREJO Sísara. Por Juan del Rímac EL AMAR SU PROP:IA MUERTE (Continuación) ESCENA IV. Jael y Sísara. Aspid, que con listas de oro entr·e azucenas se oculta, seré sorda a tus ternezas porque de ingrata me acusas: que el primor, por desdeñoso, jamás atendió locuras c.on oído, que •en lo hermoso hacen perfección segura. Oí tu amor, tus suspiros, tus quejas y aun mis calumnias, mas no de atención externa correspondencias presumas, ·que si en la audiencia del alma quejas ae amor se consultan, no es sorda la que no oye sino aquella ·que no escucha.. Viste en su niñez la rosa, cuando el pimpollo la añuda y es túnica de esmeraldas a su pompa rubicunda? donde el cuerpo a soplos mece grana infante en verde cuna, si en el capullo encogida 104 - Jael. UNA COMEQIA INÉDITA DEL LUNAREJO sus ámbares arrebuja? y al desbar'atarle Apolo toda la es·carcha nocturna, cuando con labios de luz los aljófares le chupan, la gala joya despliega, el vivo nácar ilustra, pol"que sólo ti·ene vid'a si el sol flamante ta -alü.mhra? Mas si sombras del .ocaso el carro fúlgido enlutan, por darle túmulo el golfo en sus cristalinas urnas, o marchita se desmaya o desmayada caduca? Así mi esperanza en flor' cuando el sol de· tu hermosura le amaneció, tuvo vida, mas ya la llora difunta, pues de un d'esdim el ocaso la amortigua y la deslustra. Viste tú esa misma rosa, tan bizarra, tan augusta, que en la vanid'ad del soto gloria es bella y pompa suma, cuyo s.olio carmesí pardas espinas circundan, que a su magestad fragante sirven de alabardas brutas? Viste que a la rustiquez que se atreve por sus puntas, o la hieren atrevidas o desdeñosas la punzan? Pues así es rosa mi honor, y espinas •serán agudas, desengaños y desdenes contra tí, si íe procuras. (Váse) ---· Sísara. Dentro. Sísara. Jabin. UNA CO,MEPIA INÉDITA DEL LUNAREJO ESCENA V .. Sisara y luego Jabin .y aco~pañamiento. Espera, Jael, aguarda, mas ya veloz se apresura al gran valle de Zenin, que es la cacería suya. Si le dió el papel Vigote. (confusa -el altna: lo d'uda) o espera a darlo? La casa cerca es, su tardanza mucha. (Tocan cajas y sale el Rey con acompañamiento) Viva J abin, J abin viva. Salva es al Rey.~Gr'an Señor. Sísara vuestro valor la fama en bronces escriba y las peneas guirnaldas, que en Dafne son brazos bellos, formen a vuestros cabellos verde zona de ·esmeraldas. Eterno en mil horizontes los harán vultos marmóreos, de los montes hiperbóreos a l.os gaditanos montes. Hermoso el campo descansa en redes que se aprovecha de un pájaro en cada flecha, de un espejo en cada lanza; las plumas bate dispuestas Favonio, no sin empachos, viendo un monte de penachos en sus aceradas crestas. Id, Sísara, a governalle; que me dicen los soldados que debe a vuestros cuidados más que a su camp9 ese valle. .105 106 Sísara. UNA COMEDIA INÉDITA DEL LUNAREJO (No es valle, cumbre es y oriente que siempre amanece en éf la hermosura de J ael.) A tal pr'ecepto obediente voy, Señor, y con deseo de serviros honras tantas. arrastrando a vuestras plantas la arrogancia del Hebreo. (V áse) ESCENA VI. Jabin y luego Helber Cinleo. Jabin. Dontie habrá dicha mayot que la que mi amor alcanza? Posible es que mi esperanza deba a Jael tal favor? Jael me envía su retr'ato! No lo creo, aunque lo gozo, que se extraña lo amoroso en quien se estrenó lo ingrato. Robóme el alma inmortal y el retrato hoy me la vuelve. que ya la pintura absuelve culpas del original. Dámela acá retratada; (Dásela un soldado) que pues hoy no puedo vella, no es bien que a mujer tan bella no la pueda ver pintada. (Desciende Heber Cineo por el monte que J ael, muy galán, con un venablo y plumas.) Cineo. Al valle se ha vu:elto ya mi esposa ; y aunque me deja nunca del alma se aleja quien impresa en ella está. Su velocidad en fin rindió al venado el anzuelo-•. salpicando el verde suelo de fugitivo carmín. Jabin. Cineo. Jabin. UNA COMEDIA INÉDITA DEL LUNAREJO Su esposo es el que desciende, ~cóndanla mis desvelos, que es bien que excuse d'ar celos el que lo ageno pretende. Al Rey Jabin encontré. (Ap.) Deme Vuestra Magestad sus pies. En fé de amistad si Los brazos te daré, generoso Heber Cineo. 107 {Al abrazarle el Rey se le cae el retrato. Quiere levantarle Cineo) Cineo. Un retrato se os cayó. J abin. Deja. Cineo. Señor. Jabin. Eso no. Cineo. Cielos l que es esto que veo? (a p.) Jabin. Cineo. Jabin. Cineó. Jabin. Cineo. Jabin. Lidoro. Cineo. Jabin. Ci•eo. Jabin. Alzaré lo. N.o hagas tal. Dejad que os sirva. No es justo. Mirad. Darásme disgusto. Gran Señor. Hay lance igual? (ap.) Ya, Señor, lo levanté. {El Rey coge el retrato) Ay honor que vas perdido! (ap.) El retrato ha conocido, 'Pesado el suceso fué. (ap.) Qué es esto, cielos, qué es esto? Al rey da prend'as J a el? O infame, o falsa, o cruel, que en tal infamia me has puesto! Notoria es su culpa grave, cuando yo la he conoCido, puesto que es siempre el marido el último que lo sabe. Tu noble divertimiento, Cineo, no he de estorbar, 10~ UNA COMEDIA INÉDITA DEL LUINAREJO ~~-------------------- Cineo. Jabin. y pt1es saliste a caza;r, cuna el bosque y peina el viento, que el militar ejercicio me llama ya, en paz te queda. Y o, Señor, en cuanto pueda, estoy a vuestro servicio. Corrido voy y asi oculto la turbación que ~oncibo. (ap. Váse.) (Al irse todos con el Rey, detiene -Cineo a Lidoro Cineo. Lidoro. Cineo. Lidoro. Cineo. Lidot'o. Cinep. Lidoro. Cineo. Jabin. Cineo. Lid oro. Cineo. Jabin. que va el último con el retrato.) Capitán, por el Dios v.ivo a quien Israel da culto, que ese retrato he de ver. Del Rey rompeis el recato. Tengo d'e ver el retrato. Cineo, no puede ser. Suelta. No lo he de s.oltar Mataréte. Soy valiente. Saca el acero luciente que el mío lo ha de cobrar. (Sacan las espadas y sale el Rey.) Qué es esto? Señor, nada. La lámina quis.o ver por fuerza; y por defender tu gusto saqué la ·espada. Que esto sufra. Que esto pase! Baje de esa •esfera suma un incendio que me abrase. (ap.) Celoso está y con razón, podrá culpar mi violencia. Válgame aquí la prudencia, si admite satisfacción. Amigos, Heber Cineo, somos, y en tu amor lo hallo pues que sin ser mi vasallq, me detienes, siendo hebreo. UNA COMEDIA INÉDITA DEL LUNAREJO Yo vine contra Israel, mas contra tu ·c'ása no, esto digo, porque yo ~empre veneré a J ael por tuya, y ella es tan noble tftn recatada y leal, que está el tálamo esponsal seguro de trat.o doble. Este délfico tesor-o que en el cdeste palacio brilla, joya de topacio, broche reverbera de óro, .ese planeta bizarro que encendiendo cada estrella campos de zafiro huella, sobre el rutilante tart'o, RO es más limpio, no es más puro que las teas de tu esposa, cuando a su luz gener.osa el sol se . acobarda· oscuro. Este retr11.to se halló ~n soldado sin pens11.r, no te lo quiere mostrar, temiendo lo que pasó. Tómálo porque me des crédito, y es cosa c1ara que si otra ·cosa pasara no le ctiera como ves. (ap.) Con harta pená le doy, más importa aseguralle : qué ojos, qué boca, ;qué talle! más muerto de .amores voy. (Váse) ESCENA VII. Cilieo. Contuso, ciego, y turbado me embelesan mjs ·recetos; i09 ]¡]¡0 UNA COMEDIA INÉDITA DEL LUNAREJO ~------------------------------·---------~~----------- Bar a c. no es mucho ciegue de celos quien de amores ha cegado. quién duda que si fué hallado Mi honor halló el soldado, No cree el Rey mi cuidado, primero estuvo perdido? que ella es mujer, y un marido para ser más ofendido le basta ser' más confiado. Basta 'Presumir la QÍensa y esta en la honra es tan veloz, que, como si .fuera a Dios, le ofende aun lo que se piensa. Fué mi honor tan delicado que un retrato le es nocivo, triste honor, que estando vivo le dá muerte aun lo pintado. Quiero todos mis recelos averiguar con guardalle, ya que de mi honor al talle le están pintados los celos. (Váse.) ESCENA VIII. (Salen soldados hebr'eo.s en órden. J oseph y Barac, viej.o, d'e general.} V alientes soldados míos, cuyas hazañas heroicas pudieron acreditaros hijos de Marte y BelQna, cuyos fúlgidos aceros y cuyas cuchillas corvas, del cuaderno de la Parca fueron mortíferas hojas, pues en ellas lee Mat:te, cuando el rubí las coLora, r'asgos de davel .sa.lJ.grientos, 'lestra$ de púrpura rojas. UNA COMEDIA INÉDITA DEL LUNAREJO Y o soy Barac y el caudillo de las palestinas tropas, cuyo orgullo solemniza tanta aclamación sonora, tanto fatigado parche, tanta repetida tropa. Contra el fier.o cananeo marchan mis escuadras tod'as y para domar la íuria de sus at'roganciai locas, los aceros reverberan el tafetán se tremola, soplado el bronce vocea, la caja herida rimbomba. Esta mañana, después que el rosicler de la aurora trabó lucha de crepúsculos con el tr.opel de las sombras, que no son lágrimas suyas esas escarchadas gotas, pues cansada de luchar, llueve el sudor en aljófar, y después que de vencida, la noche huyó, torpe y sorda, tan tímida y tan cobard'e, en su fúnebre carroza que porque no la siguiesen por el rastro de su pompa, fué .oscureciendo sus antros y apagando sus antorchas, salí en una yegua blanca, que de alabastros se forma, y si con el tiempo apuesta vuela cándida garzota, ojos grandes, que encendidos centellas vivas abortan, certo y recojido el cuello, ancha frente, orejas cortas, el talle pr.oporcionado, ltl UNA COMEDIA INÉDITA DEL LUNAREJO ------~------------ plata espumando la boca, bien hinchadas las narices, el anca lisa y redonda, parecía blanca nube o tempestad procelosa, que una inundación de cerdas llueve por crines y .cola. Servíame de jaez la piel guadejida y roja de un a.fricano león, que las espaldas le adorna, y parece que está vivo 0lleón, y que se arroja a la yegua, presumiend6 que es copo de nieve toda, y por matar la calor de la cuartana traidora en la nieve de tos Lomos o se refresca o remoja. (Continuará.)