ISMAEL MUÑOZ
MARCIAL BLONDET
GONZALO GAMIO
(Editores)
ÉTICA, AGENCIA
Y DESARROLLO
HUMANO
V Conferencia de la Asociación Latinoamericana
y del Caribe para el Desarrollo Humano y el Enfoque
de Capacidades
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PUCP
Ética, agencia y desarrollo humano
V Conferencia de la Asociación Latinoamericana y del Caribe
para el Desarrollo Humano y el Enfoque de Capacidades
Ismael Muñoz, Marcial Blondet, Gonzalo Gamio, editores
De esta edición:
© Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, 2017
Av. Universitaria 1801, Lima 32, Perú
feditor@pucp.edu.pe
www.fondoeditorial.pucp.edu.pe
Diseño, diagramación, corrección de estilo
y cuidado de la edición: Fondo Editorial PUCP
Primera edición: abril de 2017
Tiraje: 500 ejemplares
Prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio,
total o parcialmente, sin permiso expreso de los editores.
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2017-04264
ISBN: 978-612-317-247-3
Registro del Proyecto Editorial: 31501361700456
Impreso en Tarea Asociación Gráfica Educativa
Pasaje María Auxiliadora 156, Lima 5, Perú
BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
Centro Bibliográfico Nacional
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Ética, agencia y desarrollo humano : V Conferencia de la Asociación Latinoamericana y
del Caribe para el Desarrollo Humano y el Enfoque de Capacidades / Ismael Muñoz, Marcial
Blondet, Gonzalo Gamio, editores.-- 1a ed.-- Lima : Pontificia Universidad Católica del Perú,
Fondo Editorial, 2017 (Lima : Tarea Asociación Gráfica Educativa).
353 p. : il., diagrs. ; 24 cm.
Ponencias presentadas en la conferencia, realizada en Lima entre el 14 y el 16 de mayo de
2014.
Incluye bibliografías.
D.L. 2017-04264
ISBN 978-612-317-247-3
1. Desarrollo humano - América Latina - Ensayos, conferencias, etc. 2. Desarrollo humano
- Región del Caribe - Ensayos, conferencias, etc. 3. Inclusión Social - América Latina 4. Inclu-
sión Social - Región del Caribe 5. Participación ciudadana - América Latina 6. Participación
ciudadana - Región del Caribe 7. Igualdad - América Latina 8. Igualdad - Región del Caribe
9. América Latina - Política social 10. Caribe, Región del - Política social I. Muñoz, Ismael,
1954-, editor II. Blondet, Marcial, editor III. Gamio Gehri, Gonzalo, 1970-, editor IV. Pontificia
Universidad Católica del Perú V. Conferencia de la Asociación Latinoamericana y del Caribe
para el Desarrollo Humano y el Enfoque de Capacidades (5° : 2014 : Lima, Perú)
BNP: 2017-1176
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AGENCIA, CONFLICTO Y DESARROLLO HUMANO
EN AYACUCHO: EL CASO DE SACSAMARCA
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1. Introducción
El conflicto armado interno (CAI) se inicia en un contexto en el que, luego del
fracaso de la Reforma Agraria que, con la creación de Sociedades Agrarias de
Interés Social (SAIS) y de Cooperativas Agrarias de Producción (CAP), revirtió
la tendencia principal a la parcelación de latifundios y avance de la economía
campesina, se produce un repliegue del Estado en el campo (Degregori, 2003,
p. 167). Este repliegue se agudiza con la crisis económica que, coincidentemente,
se inicia en la segunda mitad de la década de 1970. En ese momento, varios de los
poderes tradicionales también se habían visto resquebrajados y es así que distintos
actores buscan aprovechar la oportunidad para tratar de cubrir los vacíos que se
abrieron en el país.
Señala la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) que el CAI vivido
por el Perú entre 1980 y 2000 ha sido el de mayor duración, mayor impacto, más
extenso y de mayor costo humano que haya sufrido el país en toda su historia
republicana. La causa inmediata y fundamental del desencadenamiento del conflicto
fue la decisión del Partido Comunista Peruano Sendero Luminoso (PCP-SL) de
iniciar una guerra popular contra el Estado peruano.
El distrito de Sacsamarca, ubicado en la provincia de Huanca Sancos,
departamento de Ayacucho, fue uno de los lugares más afectados por el CAI de
la década de 1980 en el Perú. Según la CVR, esta zona fue elegida, junto con
Lucanamarca y Sancos, como un terreno estratégico que utilizó Sendero Luminoso
1 Una primera versión de este artículo fue preparada como ponencia para ser presentada en la
V Conferencia de la Asociación Latinoamericana y del Caribe para el Desarrollo Humano y el
Enfoque de Capacidades, realizada en Lima, del 14 al 16 de mayo de 2014.
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para legitimar su discurso y fue considerado parte de las «zonas rojas» por el Ejército
peruano. El impacto que tuvo el conflicto en la vida de los habitantes de este lugar
transformó los procesos políticos, económicos y sociales que venían llevándose a
cabo con anterioridad y dejó grandes fracturas en esta comunidad.
Treinta años después de terminado el CAI, el distrito de Sacsamarca presenta
uno de los índices de desarrollo humano más bajos de todo el país (PNUD, 2010)2.
Si bien esta región muestra problemas similares a los de otras comunidades rurales
de la sierra en el Perú (pobreza, economía de autoconsumo y bajo nivel de servicios
educativos y de salud), el CAI fue una variable exógena que complejizó el escenario
de la localidad.
Señala Bustamante (2003) que el carácter endógeno del desarrollo radica en que
los sujetos del proceso son los actores que pertenecen a un territorio determinado,
además de otros actores externos a dicho ámbito, pero con vínculos internos en
el proceso, como son los organismos estatales. Además, los distintos tipos de
recursos provienen principalmente del mismo territorio y, por tanto, las acciones
que corresponden al desarrollo orientado al mejoramiento de las condiciones
de vida deben venir de los actores locales. Desde este marco, los componentes
psicosocioculturales, tales como el capital social, las relaciones interpersonales,
liderazgos, participación y empoderamiento en sus distintos niveles, son recursos
claves que, en interacción con otros recursos, pueden propiciar circuitos virtuosos
de desarrollo (Boisier, 1999; Durston, 2002; Kliksberg, 1999; Moncayo, 2001;
Vásquez-Barquero, 1999).
2. Estudio de caso
El distrito de Sacsamarca se ubica en la provincia de Huanca Sancos, dentro de la
zona central de la región de Ayacucho. Su sede es el centro poblado de Sacsamarca y
cuenta, también, con cuatro centros poblados menores (o anexos) que son: Pallcca,
Colcabamba, Asca y Putaccasa.
Sacsamarca se encuentra a 3420 msnm y cuenta con una extensión de 673,03
km2. El 85% de las tierras sacsamarquinas se encuentra en la región puna, un 10%
en la región suni y un 5% en la región quechua. Existen conflictos territoriales con
las comunidades de Carapo (al norte) y Pampamarca (al sur).
Señala la CVR que, hacia 1980, Sendero Luminoso encontró en esta región
comunidades al margen de los programas del Estado, con una élite deslegitimada de
ganaderos y comerciantes que controlaban el poder económico y político. Entonces,
frente a los abusos de los poderes locales, como la corrupción, la usurpación de tierras
2 Sacsamarca se ubica en el puesto número 1377 de 1838 distritos con un IDH de 0,54 (PNUD,
2010, p. 167).
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comunales y el maltrato a los más pobres, el PCP-SL propuso la construcción de
un nuevo Estado donde supuestamente la igualdad y el respeto habrían de primar
(CVR, 2003, p. 81).
Una precisión importante es que, a diferencia de las comunidades de Sancos
y Lucanamarca, en Sacsamarca las diferencias materiales entre pobres y ricos no
eran tan grandes y, por lo tanto, se trataba de una comunidad más homogénea en
términos socioeconómicos. De esta manera, la élite era un poco distinta de la de
las otras comunidades, ya que su poder sí era legítimo y se justificaba mediante
la educación; es decir, en el hecho de ser profesores antes que en sus propiedades
(CVR, 2003, p. 55):
Claro, ellos decían: nosotros estamos luchando, queriendo para los pobres;
apóyanos, hay que combatir a esa gente adinerada. Nosotros somos del campo,
gente pobre. ¿Vamos a combatir a gente que tiene poder? No se puede. Ese es
el lema que tenían ellos. Así los convencían a los jóvenes, a los muchachos:
Nosotros vamos a combatir a esa gente adinerada. Aquí mismo están viendo esta
gente tiene cuántas extensiones de terreno, tienen ganados, ¿y nosotros cómo
estamos? Como sus peones, sus cholos. No queremos eso. Que haya igualdad,
les decían (docente de Sancos, entrevista en octubre de 2013).
Sin embargo, la población se encontró con un nuevo discurso que parecía
tentador en un inicio, pero que al final de cuentas no estaba siguiendo sus supuestos
pilares: no había ni igualdad, ni respeto:
De ahí entraron y a la gente la hicieron confundir, principalmente a los jóvenes.
Ellos mansamente han caído, creyeron que esa política, ese partido, era bueno
para el pueblo. Entonces, más que nada, algunos con interés propio, con
ambición animal, entonces a las mujeres violaron. Entonces muchas cosas acá
pasó […] Ellos decían que teníamos apoyar a su partido. Que su partido iba a
triunfar, que iba dominar, iba a gobernar el Perú. Su lema era ‘todos iguales’.
Ellos decían “tanto de las personas millonarios, que son de tener, ellos no deben
tener, deben ser iguales. Tenían que lograr eso. Esa era su meta. Como en otros
países dicen que son iguales, ¿no? Ellos allí han ido. Pero no han tomado en
cuenta el buen camino. Han tomado el mal camino. Mala elección (exlíder
comunitario, 52 años, Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
Entre los motivos que indica la CVR que provocaron que Sendero Luminoso
terminara siendo rechazado por la población de comunidades como la de
Sacsamarca, fueron: el ataque a la economía familiar, las contradicciones entre el
discurso y la práctica de Sendero Luminoso de haber instalado a la muerte en el
centro de la vida cotidiana y, finalmente, las pugnas al interior del partido (CVR,
2003, p. 64):
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Mataban las vacas, para el consumo de ellos, a la comunidad le repartían cosas
inservibles, estaban al servicio de ellos (los comuneros) es por eso el descontento
[…] (CVR, 2003, p. 66).
Estábamos tristes, tomaban cerveza, leche de las mejores vacas y no
compartíamos con nosotros, solo con las milicias. Eso no es Partido decíamos
[…] (CVR, 2003, p. 66).
Incluso son los propios docentes de Sacsamarca quienes ejercen cargos de
poder local, los que se muestran enojados y cuestionan la usurpación de cargos
de poder dentro de la comunidad por este grupo subversivo (CVR, 2003, p. 67).
Es en este contexto que en febrero de 1983 una rebelión sacasamarquina contra
Sendero Luminoso empieza a estructurarse. Dos fueron los factores claves para ello:
el apoyo, con información externa, de la diáspora de sacsamarquinos residentes
en Lima y la organización social y restablecimiento del liderazgo por un grupo3
de comuneros (muchos de ellos antiguos líderes o miembros de la élite anterior
a la llegada de Sendero, a quienes habían sacado del poder para instalar en estos
cargos a sus allegados).
Respecto del primer factor, fueron los sacsamarquinos residentes en Lima
quienes demandaron constantemente a las instituciones estatales por una
intervención en su comunidad para restablecer el orden y la paz. Asimismo, enviaban
información a Sacsamarca sobre la situación en los focos terroristas4 de Huanca
Sancos, sobre los que tenía información el Ejército, para advertir a la población
de próximas intervenciones militares en la zona y les exigían organizarse y actuar
por su cuenta antes de que lleguen las fuerzas del orden con el fin de evitar ser
confundidos y que, por tanto, dicha intervención no tenga costos humanos muy
altos (CVR, 2003, p. 69). Este tipo de información enviada a la comunidad fue
fundamental para incentivar la pronta organización de los comuneros y la respuesta
que darían posteriormente. Debe recordarse que eran los hijos de la élite local los
que iban a realizar estudios superiores a Lima. Asimismo, la mayoría de los que
pudieron migrar a la capital antes de la llegada de Sendero Luminoso a la comunidad
también fueron, precisamente, miembros de la élite política y económica local
(dados los recursos con los que contaban). Este era, del mismo modo, el grupo
social más educado de Sacsamarca.
Es así que los lazos sociales y políticos entre los comuneros y su élite migrante,
a pesar de no encontrarse en Sacsamarca, no pudieron ser destruidos por completo
3 El número de comuneros que inicialmente se rebelaron contra Sendero Luminoso en Sacsamarca
no pudo ser determinado; pero, según las entrevistas realizadas en esta comunidad durante el trabajo
de campo realizado para esta investigación, se informó que serían alrededor de diez personas.
4 Incluso hacen llegar a los comuneros un mapa sobre estos focos que apareció en la revista Oiga
del 30 de agosto de 1982 (CVR, 2003, pp. 68- 69).
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por Sendero Luminoso. Es esta diáspora la que provee el ambiente adecuado para
la rebelión mediante la entrega de información y conocimiento a los comuneros
respecto de Sendero Luminoso y las posibles estrategias del Ejército. Asimismo, les
exigen una acción pronta e incentivan a asumir su propia defensa frente al grupo
subversivo. Amartya Sen plantea que el desarrollo de capacidades humanas depende
crucialmente de arreglos sociales y políticos que les permitan aflorar, necesitando
estas una oportunidad o ambiente propicio para desarrollarse (1999, p. 53). La
agencia, de igual modo, requiere determinadas condiciones para ampliarse. En el
caso de Sacsamarca, tanto el conocimiento sobre los actores como el respaldo y
dirección5 de la élite y miembros de la comunidad residentes en Lima fueron aportes
fundamentales para propiciar estas condiciones de surgimiento de la agencia de los
comuneros que se quedaron en Sacsamarca.
El segundo factor consistió en la organización propia de un grupo de comuneros
residentes en Sacsamarca y el liderazgo que asumieron para enfrentarse a Sendero
Luminoso. El plan ideado en la propia comunidad consistió en aprovechar la fiesta
de carnavales, esperar a que los senderistas se emborrachen y atacarlos por sorpresa
cuando estuvieran desprevenidos (CVR, 2013, p. 70). Los líderes senderistas fueron
atacados hasta ser muertos y los que quedaron vivos fueron apresados y encerrados
junto a sus seguidores en un calabozo. Sin embargo, algunos de estos seguidores
senderistas lograron escapar y alertaron a los líderes senderistas en Huancasancos de
la rebelión que se estaba llevando a cabo en el distrito vecino (CVR, 2003, p. 70).
Llegó, entonces, a la comunidad una columna de senderistas que apresa a cuarenta
sacsamarquinos con la orden de ejecutarlos en los próximos días como represalia
por la rebelión gestada. Lo que los senderistas no pudieron prever fue que, como
parte del plan rebelde, se había enviado a una familia de la comunidad a la base
de Huancapi para informar al Ejército de estos sucesos y para que los trajeran a la
comunidad (CVR, 2003, p. 71). Es así que, el día que se iba a realizar el «juicio
popular»6 a los sacsamarquinos presos por los senderistas, llegaron en helicópteros
miembros del ejército al lugar. Los soldados dispararon en medio de la trifulca a
la multitud confusa. Murieron en este suceso catorce personas, entre ellos nueve
senderistas. Finalmente, el Ejército logró controlar la situación, liberó a los presos
y se establecieron nuevas autoridades locales eligiendo a los sacsamarquinos más
distinguidos, poniendo fin al poder político senderista con este acto (CVR, 2003,
p. 71):
5 En el sentido de que debían enfrentarse a Sendero Luminoso antes que el Ejército llegue a la
comunidad y se pierdan muchas vidas, no que hayan ideado cómo debía llevarse a cabo esta acción.
6 Los senderistas realizaban ejecuciones públicas contra las personas que se oponían al partido,
llamados «juicios populares» porque eran realizados públicamente en las plazas principales para
que sirvan como escarmiento a la población.
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Señorita, yo estuve de alcalde, hubo un director joven que era Raúl, con el
fundamos el colegio, se creó y como yo estaba ahí de alcalde y el director me
conocía, en la rebelión me dijo: organízalos. Y yo confinaba armas, con su bala,
el arma a cada uno esa lata de granada casera, leche de tarro con su dinamita,
setenta latas tenían los terrucos (exlíder comunitario, 73 años, Sacsamarca,
entrevista en octubre de 2013).
La sigilosa7 organización del plan rebelde y su exitosa ejecución demuestran la
agencia que tuvieron los comuneros sacsamarquinos al tomar responsabilidad por
sus propios destinos y optar por un rol activamente involucrado en el cambio de
su situación. A pesar de la presión de las circunstancias en las que se encontraban,
la rebelión de Sacsamarca se constituye como un acto de decisión autónoma
para actuar sobre una situación adversa. Los lazos comunales e identitarios que
conformaron el tejido social en ese momento fueron fundamentales para que
existiera confianza interpersonal entre los involucrados y recibir apoyo del resto de
comuneros después de llevada a cabo la rebelión contra Sendero.
Esta acción colectiva fue la primera muestra de un rechazo efectivo a la
ocupación de Sendero Luminoso de territorios pertenecientes a comunidades
campesinas. Dado que los senderistas habían logrado hacer de Sacsamarca,
Lucanamarca y Huancasancos «zonas liberadas» para su establecimiento, la rebelión
sacsamarquina significó el punto de quiebre que logró recuperar el propio control
de la comunidad por sus pobladores (CVR, 2003, p. 74). Es así que, desde el año
1983, empieza el repliegue de Sendero por el rechazo de las propias comunidades
campesinas en esta zona. Luego, Lucanamarca seguirá el ejemplo de Sacsamarca y
también se rebelará en los años posteriores. Algo importante para mantener esta
dinámica fue que Sacsamarca, Lucanamarca y Huanca Sancos establecieron una
relación más fluida con el Ejército a partir del éxito de la rebelión sacsamarquina y
la importancia que los comuneros encontraron en diferenciarse de los senderistas y
colaborar con el Estado en esta lucha para, de este modo, recuperar sus territorios.
Como reacción al éxito de la rebelión de Sacsamarca y al restablecimiento
de su organización social y política, Sendero Luminoso realizó sanciones contra
este tipo de rebeliones8. Además, pretendió «castigar» a Sacsamarca en mayo de
1983, pero nuevamente la organización comunal pudo derrotar el intento de
imposición senderista. Sendero preparó un ataque a la comunidad ingresando
7 La primera regla del grupo rebelde era no informar a nadie sobre su plan, ni siquiera sus esposas
estuvieron al tanto de este. La razón de ello era evitar que este sea saboteado dados los «mil ojos y
mil oídos» que decía tener Sendero Luminoso.
8 La masacre de Lucanamarca, en abril de 1983, donde 69 personas fueron asesinadas, incluyendo
niños y ancianos, fue el más fuerte de estos «castigos».
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por uno de sus anexos: Pallcca. Sin embargo, un poblador logró escapar al ataque
y llegar hasta Sacsamarca para informar a las autoridades locales, las cuales se
organizaron rápidamente para responder al ataque. Reunieron todas las armas con
las que contaban y contactaron a la policía que se encontraba en la zona para que
los apoyase (CVR, 2003, p. 77). El resultado del enfrentamiento producido en las
alturas de Sacsamarca fue victoria para los sacsamarquinos y los policías que los
apoyaron. Los senderistas, quienes contaban principalmente con armas caseras, no
pudieron contener la respuesta de la comunidad y varios de ellos cayeron muertos.
En el presente trabajo se busca dar una nueva lectura a los motivos por los
cuales Sendero Luminoso no llega a calar en la comunidad de Sacsamarca sin
necesariamente invalidar los puntos de la CVR, sino agregándoles una variable: la
agencia de los pobladores sacsamarquinos para enfrentar al que consideraron un
enemigo. En los siguientes testimonios, podemos dar cuenta de la narración que
tuvieron los pobladores locales sobre la iniciativa de enfrentar a Sendero:
Rubén me dijo que nos rebeláramos, acaso nosotros somos sus perros para que
nos maten, ¿acaso el gobierno dice al ratero, al ladrón hay que matar? […] Ellos
nos van a matar (rondero que participó en la rebelión de Sacsamarca, 40 años,
CVR, 2003, p. 70).
Si ellos (nuestros padres) organizaban de que digamos en que ellos tenían
un lema de que iban a desaparecer Sendero, más se organizaban y veían que
ya viene Sendero, de repente va a entrar, ellos se organizaban entre grupos,
un grupo para este lado, otro grupo, no dormían bien, siempre tenían esa
idea, no vivían bien, ellos (Sendero) más que nada involucraban a los jóvenes
inocentes, los amenazaban a los padres que tienen que participar tu hijo,
Sendero (exgobernador y ex juez de paz, 31 años, Sacsamarca, entrevista en
octubre de 2013).
Otro rasgo trascendental que volvió el escenario sacsamarquino mucho
más complejo fue el hecho de que los pobladores hayan sido atacados tanto por
senderistas como por elementos del Estado peruano durante todo el período de
conflicto interno:
No solo Sendero. No solo militar. Los dos han hecho su santa gana en nuestra
comunidad en cuanto a robo de ganado, saqueos de casas, violación a las mujeres,
todo han hecho a su manera. Nosotros, cuando llegaban los militares después
de llegar a Sacsamarca, los policías, los sinchis, ellos no nos vigilaban a nosotros.
Nosotros teníamos que cuidarlos a ellos día y noche. Mantener comida, su
leña, su (animal) degollado, total, total nosotros. Día y noche teníamos que
estar cuatro de nosotros, de la población, como policías, parados. Lluvia, frío
total (exlíder comunal, 52 años, Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
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Frente a lo anterior, sabiendo que los organismos del Estado no lograrían
cumplir adecuadamente el rol de proteger a la ciudadanía, es que la comunidad
decide enfrentar el miedo y se organiza para hacer frente a la violencia y el terror:
Viendo eso, el pueblo, el año 1983 el 15 de febrero se ha rebelado contra
Sendero. Sin que lo diga ninguna autoridad. Sin indicación del gobierno. El
pueblo mismo. Tanta humillación que han visto. El pueblo, los padres, han
tomado la decisión de ejecutar a los dos líderes de Sendero que estaban aquí
estacionados. Los ejecutaron el 15 de febrero y por esta causa al día siguiente
treinta personas han sido capturadas por los subversivos. Nosotros escapamos
para allá, ahí los han agarrado. Y fueron llevadas a otra provincia las treinta
personas. Ellos iban a ser ejecutados o quemados en horno, otros hechos mil
pedazos. De acá han salido dos personas a pie a pedir auxilio a militar. Aquí
todavía no se encuentra militares, ni un guardia departamental. Los militares no
han hecho caso. Han hecho demora. Para buena suerte, los líderes de Huanca
Sancos de Sendero estaban en otra comisión. Esperaban a que llegue su líder
para que pueda ejecutar a los treinta con ellos en Sacsamarca. Faltando quince
minutos para ejecutar a las treinta personas llegan trece soldados. Y fueron salvos
y sanos esas treinta personas capturadas. De ahí el pueblo de Sacsamarca ha
seguido rebelándose al Sendero. Y estaciona militar. Militar aquí en Sacsamarca,
Huanca Sancos, igual ha hecho abusos al pueblo (exlíder comunal, 52 años,
Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
Considerando la agencia que logró empoderar a los pobladores sacsamarquinos
para alzarse contra Sendero Luminoso treinta años atrás, resulta pertinente
cuestionar, en este trabajo, los motivos por los cuales no se ha logrado hoy en día
transformar esa agencia en nuevas herramientas para dirigirlas hacia la búsqueda
de una mejor calidad de vida para los habitantes de esta comunidad.
De hecho, es posible acudir a un concepto que puede ayudarnos a entender
este fenómeno y además poder encontrar variables explicativas. Desde un enfoque
más amplio, el concepto de resiliencia social puede entenderse como la habilidad
de un sistema para responder o recuperarse de una perturbación impuesta por una
fuerza o estrés externo (Adger, Kelly & Huu Ninh, 2001, p. 24).
Siguiendo la línea de reflexión de este autor, la resiliencia social de las
comunidades campesinas tiene dos aspectos importantes: por un lado, la relación
de dependencia con el medio ambiente y, por otro, la sostenibilidad o duración
en el tiempo de su institucionalidad. A ello podemos agregar un tercer elemento:
el imaginario social comunal que forma parte de sus rasgos culturales particulares.
A partir de la teoría de Adger, Gamarra desarrolla tres parámetros a través de los
cuales se puede observar el nivel de resiliencia en una comunidad campesina. Esto se
hizo en una investigación sobre comunidades campesinas altoandinas de Ayacucho
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(Gamarra, 2010). En primer lugar, los factores económicos, donde se incorporan
elementos como el crecimiento y la estabilidad económica de la comunidad, el nivel
de ingresos por familia, la variabilidad ambiental y la seguridad alimentaria. En
segundo lugar, las variaciones demográficas relacionadas sobre todo con el tipo de
migración y la composición de la población. En tercer lugar, las relaciones políticas
e institucionales, las cuales hacen referencia al grado de cohesión comunal y a la
capacidad de negociación con operadores políticos externos.
La hipótesis de nuestro trabajo se adecua fuertemente a estos parámetros de
resiliencia social y es posible, a través de este concepto, englobar los motivos por
los cuales Sacsamarca pierde agencia luego de treinta años de terminado el CAI.
Así, sostenemos que la agencia se vio truncada por tres factores principales.
En primer lugar, tomando en cuenta los factores económicos, se analiza el daño
ocasionado en la dinámica económica. El orden impuesto por Sendero Luminoso
restringió las posibilidades de intercambio comercial, pues instaló el robo de
ganado y de cultivos, así como el bloqueo de las vías de acceso a los otros pueblos y
mercados. Así capturó para sus huestes un gran porcentaje del ganado y productos
del agro. Esto generó la descapitalización de los activos físicos de los habitantes
y la destrucción de las redes mercantiles existentes, lo cual generó pérdida de las
capacidades económicas y artesanales y dejó una producción reducida y dirigida
básicamente al autoconsumo. Por otro lado, las condiciones de la mayoría de los
pobladores que se quedaron imposibilitaron su acceso a la educación y se perdió
gran parte del conocimiento técnico previo.
En segundo lugar, considerando el factor de relaciones políticas e institucionales,
con relación al grado de cohesión de la comunidad, se encuentra que Sendero
Luminoso destruyó la organización política tradicional en Sacsamarca, lo cual
quebró el capital social de la comunidad. Varios de los líderes se alinearon con
las filas senderistas o fueron asesinados y otros tantos tuvieron que emigrar. Las
relaciones comunales quedaron melladas por la desconfianza y la élite política no
pudo recomponerse del todo. Esto repercutió, principalmente, en la agencia de los
habitantes sacsamarquinos. Considerando que Amartya Sen plantea que la agencia
libre y sostenible es el motor del desarrollo, es posible argumentar que el conflicto
armado interno en lo local truncó estas capacidades de desarrollar a partir de las
propias fuerzas. Asimismo, para Sacsamarca, en tanto comunidad campesina, la
agencia grupal es muy importante en la generación de iniciativas; pero, debido
al contexto de desconfianza y ausencia de liderazgo, estas no llegan a calar en la
debilitada sociedad local.
En tercer lugar, se consideran los factores demográficos, particularmente
a la migración como reacción a la violencia es decir, por desplazamiento o por
pérdida de oportunidades de desarrollo locales. La población sacsamarquina
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se redujo en un 25% en los últimos treinta años, dejando a una casi en su mayoría
perteneciente a la tercera edad y con poca capacidad de innovación y adaptación
a los cambios.
3. Marco teórico
El desarrollo es definido por Amartya Sen como la eliminación de varios tipos
de privaciones de libertades que dejan a las personas con pocas opciones y
oportunidades de ejercitar su rol de agente y acceder a una mejor calidad de vida
(1999, p. 14). La libertad es concebida, en este sentido, como el principal medio
y fin del desarrollo (Sen, 1999, p. 36). De esta manera, la libertad se configura
como un producto social donde tanto los acuerdos sociales expanden las libertades
individuales, como el uso de estas libertades individuales, aparte de mejorar el nivel
de vida, permiten que dichos acuerdos sociales sean más apropiados y efectivos
(Sen, 1999, p. 31).
Para Sen, la agencia libre y sostenida es el mayor motor del desarrollo. La agencia
puede definirse como la capacidad de una persona para hacer y lograr los objetivos
y valores que considera importantes para su vida (Sen, 1985; Alkire, 2005; Pick &
otros, 2007); en otras palabras, es la capacidad efectiva de las personas para incidir
en la realidad a fin de alcanzar sus objetivos y valores (Alkire, 2005; Ibrahim &
Alkire, 2007). No se puede hablar de desarrollo humano si no se dispone también
de agencia es decir, si los propios individuos no participan autónomamente en los
procesos de decisión que tienen lugar en el ámbito de sus hogares y de la comunidad,
si no cuentan con el poder para efectuar cambios y controlar sus propios destinos
(Alkire, 2005; Ibrahim & Alkire, 2007).
Para la expansión de la agencia, se necesita actores comprometidos con su
propio desarrollo que sean capaces de modificar sus condiciones externas. Las
personas tienen que estar activamente comprometidas con su desarrollo y con
los cambios que quieren en el mundo donde viven (Sen, 1999, p. 282). Según el
enfoque de capacidades, las personas son libres de influir en su propio destino y
tienen la facultad o libertad de elegir un modo de vida que tienen razones para
valorar (Sen, 1999, p. 280).
Las oportunidades económicas, libertades políticas, poder social, provisión de
servicios básicos de calidad como salud y educación, permiten que los individuos
ejerzan sus libertades y generan incentivos para la promoción de su propio
desarrollo mediante la agencia (Sen, 1999, pp. 4-5). Es así que existe una relación
complementaria y recíprocamente enriquecedora entre el contexto, entendido por Sen
como los acuerdos sociales que lo permiten, y el ejercicio de las libertades individuales,
siendo determinantes recíprocamente el uno para el otro (Sen, 1999, p. 31).
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Autonomía, agencia y empoderamiento son conceptos estrechamente
relacionados que dan cuenta de un proceso dinámico, multinivel, que permite a cada
término denotar un proceso único aunque interdependiente. El empoderamiento
es definido como el poder de decisión que tienen las personas para elegir entre
muchas alternativas aquella opción que más valoren para sus propias vidas (Canal
& otros, 2007, p. 28). Gita Sen explica que el empoderamiento es el proceso de
obtener control y poder, tanto de recursos externos como de confianza interna
y capacidades, sobre la vida de uno mismo (1998, p. 60), proceso por el cual la
autoridad y habilidad se ganan y desarrollan (Durston & Duhart, 2003, p. 63).
El desarrollo del empoderamiento a menudo sucede por etapas, en las cuales
se obtiene cada vez más agencia para realizar elecciones valiosas y significativas
que impactan el contexto de los individuos y que pueden trascender al nivel
comunitario más amplio. Por eso, el empoderamiento es también comprendido
como la expansión de la agencia; pero no de cualquier tipo de agencia, sino de
aquella que incide en el bienestar y en el logro de objetivos que las personas valoran
(Drydyk, 2008).
La relación entre empoderamiento y agencia se da en el sentido de que el
primero es una condición necesaria para el desarrollo del segundo (Alkire, 2005). De
acuerdo con Pick (2007), una vez que la agencia comienza a impactar en la familia,
los colegas, las organizaciones y la comunidad, se convierte en empoderamiento;
la agencia es necesaria para el empoderamiento e incrementar el empoderamiento
implica a su vez incrementar la agencia, aunque agencia no siempre implica
empoderamiento (Ibrahim & Alkire, 2007).
Puesto en palabras de Zimmerman (2000), el esfuerzo por ejercer control sobre
las contingencias de las propias conductas o las conductas colectivas es central,
pero no suficiente, para sostener que hay empoderamiento. Otros componentes,
como la acción colectiva, la conciencia crítica y la movilización de recursos, son
también necesarios. Es posible encontrar estos aspectos en los niveles individual,
organizacional y comunitario. Según este autor, para lograr el empoderamiento en
el nivel individual, es básica la participación con otros, lograr metas, los esfuerzos
para generar acceso a los recursos y una comprensión crítica del medio sociopolítico.
En el nivel organizacional, el empoderamiento incluye procesos a través de
estructuras que animan la participación de los miembros y estimulan la efectividad
de la organización. Gita Sen explica que los grupos y comunidades que cuentan
con un fuerte stock de capital social pueden cumplir mejor y más rápidamente las
condiciones que permiten el empoderamiento (1998, p. 63). Asimismo, en el nivel
comunitario, el empoderamiento se refiere a las acciones colectivas para mejorar las
condiciones de vida y las conexiones entre organizaciones de la comunidad y entre
estas y otras instancias públicas o privadas. En esta perspectiva, una comunidad
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tendrá más probabilidades de éxito cuando sus integrantes poseen las habilidades,
deseos y recursos para implicarse en actividades que mejoran la vida de la comunidad
(Zimmerman, 2000).
Las teorías del capital social han aportado la inclusión de variables socioculturales
en el análisis de experiencias de desarrollo, específicamente respecto de la capacidad
que tienen los emprendimientos asociativos basados en la colaboración y confianza
para el logro de metas comunes (Durston, 2002; Roberts, 2001). Frente a ello,
tanto las instituciones y organizaciones como los agentes privados y públicos
deben aprender a interrelacionarse y avanzar en construir un proyecto común
(Marchioni, 2001).
Perfilando ahora el concepto de capital social para nuestro caso de estudio,
de acuerdo con Reyes (2009), el uso comunitario del concepto de capital social
debería estar orientado a develar las voces e interpretar la partitura de los múltiples
y plurales actores de los que se compone una comunidad más allá de sus liderazgos,
con el objetivo de descifrar cuáles son las prácticas, dinámicas, redes y conexiones
que ayudan a esa localidad a generar su propio capital social; un capital que logre
movilizar los recursos necesarios para plantearse como actor de resistencia frente
al orden social naturalizado (Reyes, 2009, p. 8).
Desde una perspectiva sociocultural, el capital social puede definirse como
un depósito o reserva comunal que se corresponde con el conjunto de factores
intangibles (valores, normas, actitudes, confianza, redes y semejantes), que
se encuentran dentro de una comunidad y que facilitan la coordinación y la
cooperación para la obtención de beneficios mutuos (Putnam, 1993).
Por otra parte, las teorías de capital social desde la vertiente económica sostienen
que las relaciones sociales pueden ser reconocidas como activos económicos
importantes de los individuos y de los grupos. A la luz de sus planteamientos,
el capital social puede ser entendido como una forma particular de redes en las
relaciones sociales, evidenciando que los lazos débiles o fuertes entre personas
confluyen de manera diferente a la esperada en términos de acción colectiva, siendo
los primeros más relevantes y fuentes primarias de capital social (González, 2009).
Además, es trascendental entender la importancia de las instituciones para
el fomento del capital social, tomando en cuenta que las organizaciones son
fundamentales en tanto en estas se produce la confianza y reciprocidad como
variables relevantes en el campo de los intercambios productivos de la sociedad
(Mota & Sandoval, 2006).
Ahora, es importante entender cuál es la relación que existe entre
empoderamiento y capital social. De hecho, el capital social derivado de las relaciones
e interacciones establecidas entre los diversos actores locales podría potenciar los
recursos de dicha comunidad, favoreciendo la actuación de una ciudadanía activa o,
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por el contrario, fomentar relaciones que marginan o producen una ciudadanía
desigual (Zambrano, Bustamante & García, 2009).
De acuerdo con Durston, el capital social es definido como «el contenido de
ciertas relaciones y estructuras sociales, es decir, las actitudes de confianza que se
dan en combinación con conductas de reciprocidad y cooperación. Ello constituye
un capital en el sentido de que proporciona mayores beneficios a quienes establecen
este tipo particular de relaciones y que puede ser acumulado» (2002, p. 15).
Según Durston, la confianza, la reciprocidad y la cooperación constituyen el
contenido de las relaciones y de las instituciones sociales del capital social. Siguiendo
esta estructura, procederemos ahora a exponer cada uno de estos puntos.
En primer lugar, la confianza, de acuerdo con la Durston (2002), como el
soporte cultural bajo el principio de reciprocidad y el soporte emocional, que
es el afecto que se siente hacia las personas que consideramos confiables y que
proveen muestras de confianza hacia nosotros. Frente a ello, la presencia o ausencia
de confianza deriva no de una programación rígida proveniente de una cultura
ancestral, sino de la repetición de interacciones con otra persona la cual, según
indica la experiencia acumulada, responderá a un acto de generosidad con un acto
equivalente, nutriendo así un vínculo en el que combina la aceptación del riesgo
con un sentimiento de afectividad o de identidad ampliada.
En segundo lugar, la reciprocidad hace referencia al principio fundamental
que rigen las relaciones formales e informales dentro de una comunidad. En las
comunidades pequeñas, las relaciones tienden a darse entre las mismas personas y
familias en todos los ámbitos y en todas las instituciones de la vida humana: religiosa,
jurídica, política y económica. Por eso, señala Mauss (1990), tales relaciones
son fenómenos totales y dichas comunidades son a su vez sistemas totales. La
reciprocidad, que a primera vista podría parecer un fenómeno social menor entre
muchos, es entonces la base misma de las relaciones e instituciones del capital social.
En tercer lugar, la cooperación es una acción complementaria orientada al logro
de los objetivos compartidos de un emprendimiento común. Suele ser producto
de la interacción frecuente entre diversas estrategias individuales.
4. Metodología
El presente trabajo consiste en un estudio de caso cualitativo del distrito de
Sacsamarca, diseñado a partir de un trabajo de campo realizado en octubre de
2013. La recolección de información se llevó a cabo a partir de cuarenta entrevistas
semiestructuradas. La población fue dividida en seis grupos de informantes:
autoridades, productores, madres de familia, docentes, jóvenes y personal de la
posta de salud. Además, se complementó la información con estadística de portales
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estatales como el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei), el Censo
Nacional Agropecuario (Cenagro), Infogob y la Encuesta Nacional de Hogares
(Enaho). Sumado a lo anterior, se consultaron datos de archivo, entidades del Estado
peruano, el informe de la CVR, la presencia de programas y organizaciones sociales.
Cuadro 1
Lista de entrevistados
Trabajo de campo (11 al 14 de octubre de 2013)
Informante Cantidad
Autoridades locales/líderes de organizaciones* 13
Productores agropecuarios/comerciantes** 12
Madres de familia 11
Docentes/directores de IE 7
Jóvenes/adultos jóvenes 4
Personal de salud 2
Total 40
Fuente: elaboración propia sobre la base del trabajo de campo realizado en octubre de 2013.
* Hay informantes que cumplen doble función (líder y productor a la vez), por lo que el número total de entrevistas
no refleja la suma de los informantes por área.
** También se realizó una dinámica de dibujo libre con ocho niños y niñas de la comunidad de cinco a trece años.
5. Sacsamarca: el CAI y la destrucción de oportunidades
de desarrollo
La comunidad de Sacsamarca se fundó como comunidad campesina el 6 de mayo
de 1936 (ficha de registro: 10630, Sunarp). Desde entonces, había logrado construir
una identidad étnica y comunal basada en tradiciones y trabajos comunales, lo que le
permitió desarrollar una organización política y social propia e interna (CVR, 2003).
El CAI produjo cambios sustanciales en Sacsamarca, en términos de población,
economía y espacio (CVR, 2003). Con la llegada de Sendero Luminoso a
Sacsamarca, «la vida había llegado a transformarse de tal manera, que las personas
ya no eran dueñas de sus vidas ni tenían ninguna capacidad de decisión» (CVR,
2003). En términos de desarrollo humano, con la llegada de Sendero Luminoso, se
eliminó la libertad de elección de los comuneros y con ello se perdió la oportunidad
de desarrollar la propia agencia.
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A continuación, se desarrollarán las tres variables que fueron fuertemente
impactadas por el CAI en la comunidad sacsamarquina.
5.1. Factores económicos
Sacsamarca es una comunidad campesina de origen colonial que tuvo como
rasgo económico principal la ganadería. Según el historiador David Quichua,
tradicionalmente la ganadería estuvo basada en la crianza de la llama y otros animales
silvestres, como guanacos, vicuñas y vizcachas. Es por dicha domesticación de
llamas que se derivó el nombre del pueblo de Sacsamarca: saqsa, que en la lengua
quechua significa «harto», describe a la saqsa llama, que está arropada de harta
lana; mientras que la palabra marca significa «pueblo» o «soberano». Entonces,
Sacsamarca es pueblo o soberano que cría llamas de abundantes lanas.
Sacsamarca tuvo una economía local basada en trueques hasta 1950, fecha
cuando se construye la primera carretera hacia este distrito desde Huanca Sancos.
Es entonces cuando empieza un proceso de movilidad y contacto permanente con
esta ciudad intermedia (CVR, 2003), siendo su primer producto comercial la venta
de ganado ovino y sus derivados.
Cuando Sendero Luminoso controló el poder, la movilidad hacia dentro y
fuera del distrito se limitó, prácticamente, en su totalidad. Como en otras zonas
controladas por Sendero, los comuneros debían reportarse obligatoriamente ante
el Comité Popular e incluso se prohibió la salida de los campesinos a sus chacras y
estancias de la puna, aun en época de cultivo. Este distrito tuvo uno de los mayores
controles en este sentido debido a que la carretera atravesaba la puna y era un medio
de acceso y salida fácil (CVR, 2003).
Una de las acciones más perjudiciales, en términos económicos, que sufrieron
los sacsamarquinos fueron los robos y saqueos de su ganado y bienes, tanto de
propiedad individual como comunal. La CVR ha registrado el saqueo de tiendas
comerciales y carros que transportaban productos para abastecer a esta localidad. Del
mismo modo, para legitimar el discurso de «igualdad» del PCP-SL, se expropió el
ganado de la granja comunal y se repartió este con comuneros de otras localidades.
Sendero Luminoso cometió un grave error estratégico cuando se apropió de
los activos económicos de los sacsamarquinos y destruyó sus redes comerciales
existentes sin ejecutar un proyecto de producción alternativo (CVR, 2003). Es así
que Sendero impidió el desarrollo de la economía local y forzó a la comunidad
a entramparse en una economía de autoconsumo. Se impidió, incluso, realizar
trueques con comunidades colindantes, la producción quedó sometida a la
autosubsistencia y el empobrecimiento de Sacsamarca por pérdida de recursos fue
muy alto (CVR, 2003):
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Acudíamos a los interiores para hacer canje porque no tenemos maíz. Íbamos
a Tiquihua, Hualla, Cayara, cambiábamos tuna, carne, queso […] todos esos
pueblos estaban tomados por SL. Cuando fui no tuve problemas, pero la gente
me dijo que no exagerara el precio porque SL estaba controlando los precios del
canje […] (Augusto, 40 años, Sacsamarca; testimonio ante la CVR en 2002,
Sacsamarca).
En un estudio realizado en el país, Efraín Gonzales de Olarte estima el costo de
la violencia subversiva en US$ 11 840 millones para el período 1980-1989, lo que
equivale a un tercio de las inversiones en capital fijo efectuadas en el mismo período
(Gonzales de Olarte, 1991, p. 19). Para Sacsamarca, las principales transformaciones
socioeconómicas que tuvieron lugar fueron: la pérdida de trabajadores debido a la
migración masiva de comuneros o muerte de estos y la pérdida de su stock físico de
capital, principalmente el ganado. El efecto que tuvo la violencia sobre los recursos
productivos fue devastador. La destrucción de activos físicos, como maquinaria,
instalaciones, infraestructura de riego y plantaciones, condenó a Sacsamarca a una
crisis de subsistencia.
La reducción de capital en esta zona, aparte de generar secuelas psicológicas
que debilitaron las capacidades individuales para la producción y los vínculos de
reciprocidad, transformó de manera radical la estructura económica campesina al
truncar el desarrollo de las redes comerciales existentes —y, con ello, la incipiente
inserción al mercado por un lado— y limitar el crecimiento económico al reducir
la extensión de sembrado y dañar la infraestructura productiva existente (Alva,
2009, p. II).
Como consecuencia, en Sacsamarca se incrementó la pobreza, siendo
actualmente este uno de los distritos más pobres del Perú. El 77,1% de su población
se encuentra bajo la línea de pobreza y el 38,6% está por debajo de la línea de
pobreza extrema (Inei, 2010). Del mismo modo, el porcentaje de desnutrición
crónica es de 40,1% del total de la población sacsamarquina. La pobreza se opone
radicalmente a la libertad, debido a que el pobre es aquel que se encuentra privado
de sus capacidades básicas para elegir u obtener una vida de calidad (Sen, 1999,
p. 87). Esta constituye la más común y visible exclusión social, donde la persona
pobre no solo tiene carencias respecto de lo mínimo considerado necesario para
tener una vida digna, sino que también conlleva un estado de inferioridad social
(Figueroa, Altamirano & Sulmont, 1996, p. 24).
Solava Ibrahim y Sabina Alkire (2007) plantean que el empobrecimiento afecta
la confianza de los pobres para tomar decisiones dado que se sienten indefensos. Del
mismo modo, dentro de una economía de autoconsumo como la sacsamarquina,
la pobreza es una privación de capacidades básicas porque conlleva a que no se
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ejerzan otros derechos (como el acceso a servicios de calidad), mortalidad prematura,
analfabetismo, entre otras (Sen, 1999, p. 20). Es así que la falta de libertad
económica, en la forma de pobreza extrema, vuelve a las personas vulnerables a
sufrir otros tipos de falta de libertades, como la social y política, siendo estas últimas
también causantes de la primera (Sen, 1999, p. 8).
Gonzales de Olarte (2009, p. 262) plantea que el acceso a oportunidades
iguales depende de factores individuales, casi personales, y de factores colectivos y
sociales, proponiendo el acceso a mercados y servicios públicos como una buena
aproximación a medir las probabilidades que tienen las personas a desarrollarse.
Respecto del acceso a mercados, Richard Webb (2013) explica que el motor
central del desarrollo en la sierra rural peruana ha sido la transformación y mejora
de la plataforma comunicativa desde la década de 1990, encontrando una relación
entre la cercanía a caminos y ciudades en la gradual modernización económica y
política del interior del país (2013, p. 211). En Sacsamarca se construyeron dos
carreteras (la de Huanca Sancos fue construida en la década de 1950) después del
CAI, existiendo en la actualidad tres:
• Lima-Ica-Nasca-Galeras-Putaccasa-Hualla-Sacsamarca: tiene una distancia
de 242 500 km y su tiempo de recorrido es de dieciocho horas en promedio.
• Humanga-Cangallo-Huancapi-Huanca Sancos-Sacsamarca (bordeando el
río Ccarachi): la distancia entre Huamanga y Sacsamarca es de 213 700 km
y el tiempo de viaje es de cuatro a cinco horas.
• Ica-Palpa-Llanta-Pucará-Huanca Sancos-Sacsamarca: el tiempo de viaje es
de doce horas.
Sin embargo, la conectividad no ha sido aprovechada lo suficiente como para
establecer una red mercantil estable con Ica, Lima o incluso Huanca Sancos. Los
motivos de esto son la baja productividad agropecuaria y la falta de organización
social para asociarse y conectarse a mercados. El rasgo particular de la dinámica
en Sacsamarca radica en que existen asociaciones, pero son muy fluctuantes; es
decir, se crean para un fin específico (como comprar insumos agrícolas) y luego
se reparte lo comprado entre los miembros y se deshace la asociación (informante
del gobierno comunal, entrevista octubre de 2013).
La venta del ganado, tanto de propiedad comunal como individual, se da
mediante acopiadores de ganado. En Sacsamarca existen aproximadamente diez
acopiadores, quienes llevan el ganado a Ica, Lima o Huamanga. La época de acopio
se da en abril y mayo, pero no lo hacen en grandes cantidades y sus rutas de mercado
no son fijas; es decir, no tienen una red comercial determinada. Debe subrayarse
que no existen acopiadores agrícolas, sino únicamente ganaderos.
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Uno de los mayores problemas en el distrito es que existe una iniciativa
innovadora muy pequeña y precaria. La producción agropecuaria en Sacsamarca
no es tecnificada. Tanto en la producción de cultivos como en la de ganado, es una
producción tradicional de bajo-insumo y alto-riesgo, mayormente por cuestiones
del clima y desastres naturales que suelen pasar en la sierra (friaje, inundación,
huaico, etc.). Mayormente, los agricultores utilizan abono y fertilizantes ecológicos
(de estiércol de animales), pero no se utilizan insecticidas ni plaguicidas. Hay una
falta general de infraestructura productiva tal como microrreservorios, andenes,
almacenes de semillas, establos, bañaderos, etc.
Las actividades de riego se realizan mayormente por gravedad e inundación,
no por aspersión ni por goteo. Según el Censo Nacional Agropecuario (2012), hay
315 unidades agropecuarias con superficie bajo riego por gravedad, 29 unidades con
superficie bajo riego por aspersión, ninguna unidad con superficie bajo riego por
goteo y cuatro unidades con superficie bajo riego ambos por gravedad y aspersión
(Cenagro, 2012).
Los ciudadanos están catalogados como parte del sector de extrema pobreza y
los programas de subsidios estatales no han colaborado en revertir esta situación
ni empoderar a los habitantes para que exploren nuevas alternativas. Esto se debe
sobre todo a que sus actividades económicas sirven básicamente de autoconsumo,
cuentan con poco mercado externo y tienen varias dificultades de conectividad
con otras provincias (solo hay una carretera asfaltada y la ruta es bastante peligrosa
y complicada por las condiciones). La cultura alimentaria es, además, precaria.
No se siembra hortalizas y existe un riesgo de seguridad alimentaria bastante alto.
No cuentan con ganado mejorado, no tienen galpones y no explotan actividades
secundarias como textilería y artesanía. Asimismo, no han logrado incorporar
estrategias de riego tecnificado como canales de tierra y riego por gravedad, pastos
mejorados y los productos que generan se quedan en la etapa primaria. No han
logrado otorgarle valor agregado.
En cuanto a los derechos de propiedad, los comuneros no cuentan con titulación
sobre las tierras por lo que tampoco pueden alquilarlas o venderlas. Termina
pasando que varias de estas no son aprovechadas y son un activo desperdiciado.
Sobre este punto, además, ocurre que existen pocas hectáreas de cultivo con pocas
extensiones de terreno. Además, como no hay ni caja rural ni Banco de la Nación,
no cuentan con acceso al crédito. Esto genera un problema de aseguramiento y
riesgo elevado, dado que tampoco hay ningún incentivo para desarrollar sistemas
de ahorro. Finalmente, la agencia agraria trabaja con una minoría de productores
y solo se dedica al empadronamiento y a determinadas capacitaciones.
Por otro lado, la economía sacsamarquina no pudo recuperarse de la pérdida de
capital humano causada por el CAI. Este se dio por muerte, torturas o migración
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de los comuneros y también porque hubo toda una generación que no pudo acceder
a la educación durante la década de 1980 en este distrito. Este grupo actualmente
conforma a los actuales jefes de hogar. Existe un 23,9% de adultos analfabetos en
el distrito, una de las tasas de analfabetismo más altas del país (Inei, censo 2007).
Cuadro 2
Nivel educativo del jefe de hogar
Número de JH que saben leer y escribir. 241
Número de JH con primaria incompleta (4.° año). 105
Número de JH con primaria completa. 172
Número de JH con secundaria completa. 80
Número de JH con algún grado de educación superior. 42
Fuente: Inei, censo 2007 (realizado en el centro poblado). Elaboración propia.
La tesis de Camila Alva plantea que «la violencia es incorporada como una
externalidad que afecta la producción de capital humano y, por consiguiente, la
producción y el crecimiento económico» (2009, p. 28). Dado que los productores
más educados son los que logran adoptar tecnologías y reconocer innovaciones, la
falta de educación hace que los campesinos tengan aún mayor aversión al riesgo
(Alva, 2009, p. 28):
Según el discurso de la vieja élite, una de las secuelas más importantes que ha
dejado la guerra es una generación ‘frustrada’ de jóvenes (que ahora son padres
de familia) que no han estudiado, que no saben de ganadería ni de agricultura;
por ello sin perspectivas de futuro, se han dedicado a robar y al consumo de
alcohol (CVR, 2003).
5.2. Factores políticos e institucionales
En este apartado, se busca utilizar el concepto de capital social para analizar la
forma en que se dio la pérdida de agencia a partir de la falta de liderazgo, la falta
de un objetivo común y el descabezamiento de las élites que dejó como saldo el
período del terrorismo. La capacidad más grande que se ve mellada en este punto
es la confianza interpersonal. De acuerdo con la Durston (2002), la confianza, la
reciprocidad y la cooperación constituyen el contenido de las relaciones y de las
instituciones sociales del capital social. Siguiendo esta estructura, procederemos
ahora a mostrar cómo se desenvolvieron estos elementos en Sacsamarca.
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En primer lugar, señala el informe de la CVR que, «como es usual en zonas
rurales del interior del Perú, las élites de Sancos, Lucanamarca y Sacsamarca poseían
tanto el control económico como el político de la comunidad. Coincidía que las
autoridades eran los ganaderos más propensos, que contaban con abundante ganado
ovino y vacuno, varias estancias y cercos privados, que dejaban a cargo de pastores
de la misma comunidad» (CVR, 2003, p. 52).
Su poder económico les permitió acceder desde temprano a la educación y
a relacionarse con la ciudad de Huamanga y de Lima. Terminados sus estudios,
regresaron a sus comunidades para hacerse cargo de sus propiedades (Aronés,
Cóndor & Koc, 2002). Se puede sostener entonces que antes del conflicto la élite
de Sacsamarca estuvo constituida, en gran parte, por profesores que ejercieron
un rol determinante en la aceptación de Sendero Luminoso por algunos jóvenes.
Uno de nuestros informantes, que había sido parte de la rebelión sacsamarquina
contra Sendero, nos describió cómo fue la incursión de los senderistas en la
comunidad:
Mucho, en esa época paraba con mis primos de mí, con ellos vivíamos en
este pueblo, los papas iban la mayoría a la puna y nos dejaban la comida, nos
abandonaban y una mañana, eso era el ochenta, y uno cuando estaba en tercer
grado, una mañana salió con el altoparlante con la campanada, eso era un aviso
que teníamos que reunirnos, era costumbre del pueblo, a la plaza, a las seis de
la mañana nos fuimos y fuimos y en el patio en la pista del municipio en la
pista ahí había un montón de personas, chibolos, y ahí estaban dos jóvenes de
la población, casi semicalatos hasta la cintura para arriba, con sus cartulinas
escritos, le habían pegado en la espalda y eran jóvenes de 20 o 21, leíamos cartel
y decían soplones no debe haber soplones van a morir (productor agropecuario,
Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
Otro informante, que había tenido un cargo en el gobierno local en dicho
período, narró los preparativos del levantamiento:
Señorita, yo estuve de alcalde, hubo un director joven que era Raúl, con él
fundamos el colegio, se creó y como yo estaba ahí de alcalde y el director me
conocía, en la revelación me dijo organízalos y yo confinaba armas, con su bala,
el arma a cada uno esa lata de granada casera, leche de tarro con su dinamita,
setenta latas tenían los terrucos hemos incautado las armas y en eso vemos venir
gente, acercarse, y hubo un profesor que dijo ‘pero si nosotros no hemos hecho
daño a nadie, ni a otra comunidad, qué nos va hacer’, escondimos las armas
y nos presentamos así sin nada y toda la gente nos circuló y nos empezaron a
llevar (exlíder comunal, 73 años, Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
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Sin embargo, a pesar de la preparación y la necesidad de rebelarse, existían altos
riesgos. Los habitantes se habían aferrado al odio en su búsqueda por vencer al terror:
Esa fecha con Sendero estábamos totalmente mal, hemos tenido odio con los
senderos, hemos rebelado primero en Sacsamarca, nos amenazaban después,
una vez vinieron como trescientos senderos a matarnos totalmente (comunero,
61 años, Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
Para hablar un poco más de esa fecha, agarramos a los senderos y ya sin miedo
pateábamos hasta que salga sangre para matarles, a las señoritas también,
pobrecitas como gritaban, así es, hay muchas cosas (comunero, 61 años,
Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
Entonces, si bien Sendero Luminoso trató de hacer llegar su discurso y su
proyecto a través de las élites locales, en el caso de Sacsamarca la sumisión no fue
tan clara. Se sabe que quienes adoptaron con más fuerza el seguimiento a la causa
fueron los jóvenes. Sin embargo, cuando concluye el levantamiento y se logra
derrocar la influencia senderista en la región, uno de los tantos saldos que dejaba
el conflicto era una población fragmentada y con una confianza interpersonal
fracturada. Se trataba ahora de una comunidad donde convivían tanto aquellos
guerreros que se levantaron contra el terrorismo al lado de algunos que apoyaron,
por miedo o convicción, a Sendero Luminoso. Esto repercutió sumamente en las
asociaciones y la organización de la comunidad.
La confianza se puede entender desde dos vertientes (Durston, 2002). Se
puede exteriorizar poniendo atención a los lazos de reciprocidad o desde el soporte
emocional, en las relaciones de afecto entre los seres cercanos. Frente a ello, la
presencia o ausencia de confianza deriva no de una programación rígida proveniente
de una cultura ancestral, sino de la repetición de interacciones con otra persona.
Esta, según indica la experiencia acumulada, responderá a un acto de generosidad
con una acción equivalente, nutriendo así un vínculo en el que combina la
aceptación del riesgo con un sentimiento de afectividad o de identidad ampliada.
En el caso de Sacsamarca, luego de este episodio que divide a la comunidad, los
vínculos afectivos entre algunos se quiebran y la búsqueda por un proyecto común
comunitario para trabajar en cooperativas se vuelve cada vez más difícil de conseguir:
Hay muchas cosas para contar desde antes con las costumbres, como fue la unión
en función de la comunidad, como antes vivían armoniosamente, ahí no había
problemas, todo era ayllu, minka, terminaban aquí se iban a otra parte, ahora
todo es plata, ha exagerado el gobierno, ahora todo se vive con menos armonía,
bueno ha cambiado demasiado en todo aspecto como costumbres del pueblo
y buenas costumbres de la comunidad de las actitudes hacer una casa sin plata
no la haces, anteriormente en minka se hacían en hombros, palos, con ayuda
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de todos, sin pago, de repente comida o traguito (exlíder comunal, 73 años,
Sacsamarca, entrevista en octubre 2013).
E: ¿Usted cree que la costumbre de la minka acabó por Sendero?
P: Bueno, parece que vino a malograr, pero también la misma voluntad del
mismo pueblo por reciprocidad, la juventud ya cambió, piensa más en uno
que en la comunidad, ni a la autoridad le hace caso (exlíder comunal, 73 años,
Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
Antiguamente se organizaba a los comuneros por ayllus o barrios para realizar
los trabajos de faena y minka; sin embargo, hoy en día ese tipo de organización
se ha perdido y actualmente se convoca de forma aleatoria a los miembros de la
comunidad en general para estas labores sin un criterio organizacional específico.
A pesar de esta situación, las actividades comunales siguen siendo una institución
relativamente fuerte. Debido a que se deben compartir recursos, como el área
de pastoreo y el sistema de riego, existen actividades que todos los miembros de
Sacsamarca deben realizar de manera conjunta. La principal actividad conjunta
de la comunidad son las faenas o trabajos comunales. Es más, en caso de falta, se
recibe una amonestación con una multa de 20 a 25 nuevos soles. Las faenas, en su
mayoría, se han hecho para el limpiado de los canales de riego o su reconstrucción
después de la época de lluvias, pero también muchas carreteras de trocha han sido
limpiadas y construidas gracias a este tipo de actividad. Actualmente existe una
hectárea de quinua y una hectárea de avena que se siembran en el territorio comunal
para alimentar al ganado. La minka tiene una duración de cuatro días de trabajo
continuo por cada miembro de la comunidad y estos son convocados a realizarla
cada dos meses aproximadamente, dependiendo de la coyuntura.
La reciprocidad es otro factor que se desprende del capital social. Este hace
referencia al principio fundamental que rigen las relaciones formales e informales
dentro de una comunidad. En las comunidades pequeñas, las relaciones tienden
a darse entre las mismas personas y familias en todos los ámbitos y en todas las
instituciones de la vida humana: religiosa, jurídica, política y económica. Por eso,
señala Mauss (1990), tales relaciones son fenómenos totales y dichas comunidades
son a su vez sistemas totales. La reciprocidad, que a primera vista podría parecer un
fenómeno social menor entre muchos, es entonces la base misma de las relaciones
e instituciones del capital social.
De acuerdo con la mayoría de los pobladores entrevistados, los conflictos con
las autoridades se atribuyen a la falta de consideración que tienen estas con su
población, ya que las decisiones tomadas para implementar proyectos y gastar los
fondos de la comunidad tienden a ser arbitrarias y no pasan por un proceso de
consulta previa a la comunidad:
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Por el otro lado, sin consultarnos a nosotros, nada… nada de podemos o no
podemos hacer nuestro acceso, nada. Silenciosamente se lo hicieron y ya pues,
un convenio a veces con el ex alcalde que hubo, después con el ex presidente
también sabía y no nos dijo nada a la comunidad, nosotros nos enteramos
cuando ya el acceso llegó allí […] y otro también, lo que es la actuación de las
autoridades provinciales, son bastante, que te digo, arbitrarios son hacen lo
que en la provincia hay un problema, bueno sigue entre ellos, los que tienen,
donde hay plata, ellos tienen que solucionar, pero los que no tienen plata nada,
pues (exlíder comunal, 31 años, Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
En las entrevistas se pudo notar que la población tenía la sensación de no ser
considerada por las autoridades a la hora de tomar las decisiones sobre los temas
trascendentales y que involucran a todos. Por otra parte, entre los mismos habitantes
se cuestiona la intención de sus acciones y no queda claro si buscan colaborar entre
ellos o entrar a competir:
Hay mucha envidia, mucha envidia… hay mucha hipocresía en el pueblo y
por eso no progresa mucho. Conflictos por terreno y por ganado […] siguen
a la antigua, cualquier cosa lo ven a la pelea (hombre, 25 años, Sacsamarca,
entrevista en octubre de 2013).
Aquí mismo no hemos hecho nuevos proyectos, porque hay mucho
conformismo, no somos personas que queramos el bien en otras personas,
porque cuando vamos a hacer un proyecto para todo el pueblo, las familias
sacan el cuerpo, no hay superación de mejora… nos quitamos el cuerpo. Es
mejor salir a otras provincias. Con otras personas quizás en otro momento se
pueda hacer posteriormente, poco a poco concientizar a la gente para que te
apoyen porque cuando no te apoyan no puedes hacer nada (exlíder comunal,
31 años, Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
Finalmente, el último rasgo del capital social es la cooperación. Se trata de
una acción complementaria orientada al logro de los objetivos compartidos de
un emprendimiento común. Suele ser producto de la interacción frecuente entre
diversas estrategias individuales.
La asociatividad es un fenómeno importante en Sacsamarca, considerando el
contexto de desconfianza descrito. Las organizaciones sociales, en particular las
asociaciones productivas, se presentan como iniciativas de cooperación que podrían
fomentar la agencia. La participación en organizaciones sociales relacionadas con
la producción agropecuaria son las más valoradas.
El rasgo particular de la dinámica en Sacsamarca radica en que siempre existen
asociaciones, pero son muy fluctuantes —es decir, se crean para un fin específico,
como comprar insumos agrícolas— y, una vez que se reparte lo comprado entre
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los miembros, se deshace la asociación. En el caso de las organizaciones civiles,
veremos, por el contrario, que datan de décadas atrás y se logran institucionalizar
como asociación. En Sacsamarca existen actualmente nueve organizaciones sociales
principales (como vemos en el cuadro 3).
Cuadro 3
Asociaciones existentes en Sacsamarca
Tipo Nombre de asociación Actividad que realiza
Asociación
civil
Asociación de Afectados por la Violencia
Política de Sacsamarca.
Registro de víctimas de CAI y eventos
a favor de memoria histórica (conme-
moración del 21 de mayo).
Asociación Residentes de Sacsamarca en
Ica (ARSA).
Integración de sacsamarquinos en
Ica, fuertes vínculos con la política y
economía de Sacsamarca.
Asociación Centro Social Pallcca. Integración de pallquinos.
Asociación
productiva
Asociación Alpaqueros de Sacsamarca. Ganadería de camélidos.
Asociación de Productores Agropecua-
rios y Agroindustriales Ecológicos de
Sacsamarca.
Ganadería de ganado vacuno
Asociación de Productores Agropecua-
rio-Industrial Progresista de Sacsamarca.
Ganadería de ganado vacuno, agricul-
tura de hortalizas y apicultura.
Santa Bárbara. Agricultura.
Nuevo Amanecer. Apicultura.
Asociación Agrogan Pallcca. Ganadería de ganado vacuno y pro-
ducción de queso andino tipo carrete.
Fuente: entrevistas del 11-14 de octubre y 30 de noviembre de 2013. Elaboración propia.
A pesar de existir diversas asociaciones, los encargados de dirigirlas han perdido
conocimiento sobre la materia. La vieja élite, por las condiciones mismas del
conflicto, se vio imposibilitada de estudiar en su momento: «No saben de ganadería
ni agricultura, y por ello, sin perspectivas de futuro, se han dedicado a robar y al
consumo de alcohol» (CVR, 2003). Asimismo, el perfil de los dirigentes también
cambió. Luego del CAI, un alto porcentaje de jefes de familia fueron mujeres
(36,3%) y, considerando que se trata de una sociedad patriarcal, este elemento ha
contribuido a la tensión entre líderes y pobladores.
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En términos políticos:
[…] el poder local continúa siendo un espacio restringido para el común de
la población, mientras que el poder de organización política de representación
nacional, como alcalde, gobernador, juez de paz o presidente comunal, rotan en
manos de las familias prósperas que pudieron construir una legitimidad a partir
del poder económico y antes ejercían cargos en la organización tradicional. Estos
son los Huaccachi, Herrera, Chávez, García y Yanqui. Uno de los principales
problemas en Sacsamarca es que existe un desinterés de la población joven por
asumir cargos representativos en la antigua organización tradicional, estos son
los barrios o ayllus (Aronés, Cóndor & Koc, 2002).
De esta manera, podemos ver cómo en Sacsamarca el CAI ha contribuido en
la pérdida de capital social a partir del derrocamiento de sus élites. Al disminuir la
confianza y la reciprocidad, así como perder las formas de organización tradicional,
Sacsamarca debe tratar de sobrevivir con una élite nueva que ha disminuido en
conocimiento y técnica y que, además, debe enfrentarse a los prejuicios de una
sociedad patriarcal.
5.3. Factores demográficos: proceso migratorio
La migración o desplazamiento durante el CAI es comprendida como la salida de
un grupo familiar o poblacional, principalmente campesina, como resultado de
la violencia instalada en su comunidad (CVR, 2003, p. 74). El desplazamiento
es un fenómeno social y conllevó a la pérdida de bienes tangibles y de vínculos y
referencias culturales, pérdida de la realidad social y de los vínculos estrechos que
los comuneros tienen entre territorio, cultura, identidad y pasado. La migración
fue particularmente traumática para los miembros de las comunidades indígenas,
porque su identidad se define por lo comunitario y la pérdida de estos lazos repercute
en la pérdida de la propia identidad.
La migración afectó todos los aspectos de la vida en Sacsamarca porque causó
una recomposición demográfica, económica y política. No es solo producto de la
violencia política, sino también de las condiciones económicas que imposibilitaban
el desarrollo de muchas familias en la comunidad, por lo cual debían migrar para
mejorar su calidad de vida (CVR, 2003).
Uno de los principales problemas para Sacsamarca ha sido el despoblamiento
de la comunidad, que no ha podido ser superado por las políticas de retorno de la
década de 1990. La migración debe analizarse como consecuencia de dos procesos:
la violencia política y los factores económicos que dificultaron el desarrollo de las
familias de la comunidad durante la década del CAI (CVR, 2003).
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El Registro Único de Víctimas identifica al desplazamiento forzoso como la
principal vulneración de derechos en Sacsamarca entre 1980 y 2000, como muestra
el cuadro 4.
Cuadro 4
Afectación de víctimas por el CAI en Sacsamarca
Registro Único de Víctimas del distrito de Sacsamarca
Afectación Víctimas
Desaparición forzada 8
Desplazamiento forzoso 192
Detención arbitraria 7
Fallecimiento 88
Reclutamiento forzado 1
Secuestro 15
Tortura 160
Víctimas heridas o lesionadas 4
Violación sexual 7
Total general 482
Fuente: Registro Único de Víctimas, distrito de Sacsamarca, provincia de Huanca Sancos, Ayacucho. Elaborado
por el Consejo de Reparaciones, 2000. Información solicitada al Minjus para proyecto Sacsamarca DARS-PUCP,
en enero de 2014.
Por otro lado, los retornantes hicieron que renaciesen algunos conflictos, dado
que «reclaman» sus bienes y tierras que fueron ocupadas por las familias que se
quedaron. Del mismo modo, surge suspicacia y malestar entre los comuneros que
afrontaron directamente el conflicto. En cuanto a los migrantes, estos sufrieron la
imposición de nuevos roles y una mayor precariedad económica, dado que no tenían
las habilidades requeridas para las nuevas actividades económicas que tuvieron que
desarrollar (CVR, 2003, p. 75).
Una de las transformaciones más importantes que produjo el CAI, según la
CVR, es el alto porcentaje de mujeres que quedaron como jefes de familia, dada la
muerte del esposo. En Sacsamarca, 36,3% de jefes del hogar eran mujeres en 1993
(Inei, censo 1993), el porcentaje más alto de mujeres en esta posición en toda la
provincia de Huanca Sancos durante la época. Ello se debe a que en la comunidad
de Sacsamarca el 60% de víctimas en el CAI fueron hombres.
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Cuadro 5
Afectación de víctimas por conflicto armado interno en Sacsamarca (por sexo)
Sexo Víctimas
Femenino 190
Masculino 292
Total general 482
Fuente: Registro Único de Víctimas, distrito de Sacsamarca, provincia de Huanca Sancos, Ayacucho. Elaborado
por el Consejo de Reparaciones, 2000. Información solicitada al Minjus para proyecto Sacsamarca DARS-PUCP,
en enero de 2014.
Las mujeres también fueron obligadas a migrar o desplazarse y hacerse cargo de
sus familias desestructuradas por el CAI, habiendo sufrido ellas y sus hijos la
violencia en carne propia, sin recursos económicos y en una sociedad patriarcal
(CVR, 2003, p. 46).
Es necesario mencionar que un sector importante de la antigua élite local no
retorna permanentemente, sino que solo regresa para arrendar sus tierras y celebrar
las fiestas. Ello se debe a que los miembros de la élite cuentan con mayor nivel
educativo, normalmente con una profesión y con mayores recursos económicos
que les permitieron permanecer y desarrollarse en las ciudades (CVR, 2003).
Señala la CVR que:
[…] los derechos fundamentales afectados son, principalmente, el derecho a
escoger su lugar de domicilio, la libre circulación por el territorio nacional, el
derecho al libre desarrollo de la personalidad, a la dignidad humana, a la paz, el
trabajo, la educación, la vivienda en condiciones dignas, derechos de expresión
y de asociación. Además, el desplazamiento afecta de manera particular la
condición de los niños, de los enfermos, de las mujeres cabeza de familia, etc.
(CVR, 2003, p. 630).
La dinámica y estructura demográfica de la migración causada por el CAI afecta las
posteriores condiciones socioeconómicas de la población; en este sentido, la fuerte
migración y el desplazamiento de los miembros de la comunidad sacsamarquina
han afectado, por un lado, a la propia comunidad, dejándola con poca población
en edad de trabajar y con una población envejecida que tiene menos capacidad de
innovación y adaptación de nuevas tecnologías, y por el otro, la población migrante
ha afectado las condiciones de la vida en el sector urbano, acrecentando la demanda
de servicios y el desempleo (Suárez, 2009, p. 14).
El gráfico 1 muestra la evolución del total de la población sacsamarquina
tomando como referencia los tres últimos censos nacionales.
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Gráfico 1
Población total en el distrito de Sacsamarca (años 1972, 1981 y 2007)
2248 2236
1797
Censo 1972 Censo 1981 Censo 2007
Fuente: Censo Nacional VII de Población y II de Vivienda de 1972 (visita a la biblioteca del Inei en enero de
2014, tomo 1, departamento de Ayacucho), Censo Nacional VIII de Población y III de Vivienda, 1981 (visita a
la biblioteca del Inei en enero de 2014, tomo 1, departamento de Ayacucho) y Censo Nacional 2007 (consulta
vía web: ). Elaboración propia.
Desde la época del CAI, se ha dado un proceso migratorio alto en la población
de Sacsamarca. En este distrito, hay un constante proceso de migración que ha
dejado a Sacsamarca con un serio problema de población envejecida. Uno de los
principales umbrales del desarrollo en este distrito es concebido como la migración
individual de jóvenes a Ica, Lima o Huamanga. La migración de estos solo se da
una vez acabado determinado nivel de estudios escolares, de lo contrario no serían
competitivos en la zona urbana y es preferible quedarse en Sacsamarca. Respecto
de la migración estacional, esta no es muy común en Sacsamarca dado que no
hay mucha contratación para actividades agrícolas en Ica desde que se empezó la
producción de espárragos en esta zona y mujeres de Ica se han especializado para
trabajar en esta actividad (fuente: informante de gobierno comunal).
Actualmente, continúa habiendo una fuerte migración de la población joven.
Los objetivos que se buscan fuera son tanto estudios superiores como oportunidades
de trabajo. Normalmente, los jóvenes laboran en actividades agropecuarias en Ica o
Lima, donde reciben una mejor paga que en estas mismas actividades en Ayacucho
o también en actividades del sector servicios, como por ejemplo trabajar de mozos
en restaurantes. Las actividades comerciales también son recurrentes en el sentido de
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trabajos como vendedores de tiendas pequeñas o locales comerciales pequeños. Son
pocos los jóvenes que reportaron dedicarse a actividades informales independientes.
Del mismo modo, cabe mencionar que solo migran los niños o jóvenes que tienen
establecida una red familiar o amical en el lugar de arribo.
Un fenómeno interesante en Sacsamarca, respecto del sistema educativo, es
que hay una constante disminución de la tasa de matrícula para todos los centros
educativos, de Sacsamarca y anexos, durante los últimos años. Como se puede
apreciar en el gráfico 2, en comparación con el año 2004, la mayoría de colegios han
reducido notablemente la cantidad de niños inscritos. Ello se debe a la migración
de los niños y jóvenes, dado que, según el censo de 2007, el 95,95% de niños y
jóvenes en edad escolar asiste a las escuelas locales.
Gráfico 2
Disminución en la tasa de matrícula en Sacsamarca (2004-2013)
41
126
110
195
12 14
41
116
83
23
43 51
102
7 11
33
6
18
80
69
2004 2013
Fuente: UMC, ESCALE, 2013. Elaboración propia.
E: ¿Muchos de tu comunidad de Sacsamarca se van y no vuelven?
P: Sí, se van por motivos de estudio, por motivos de trabajo, a veces terminan
su colegio y se van a trabajar. En la provincia de Huanca Sancos son familias
que tienen bajos ingresos económicos, no tienen suficiente para apoyar a sus
familiares, por esa razón se van los jóvenes, pero viendo la realidad que está
pasando en las ciudades hay mucho sismo y terremoto, viendo eso vuelven a
su comunidad, eso está pasando y también porque la alimentación es pésima
en la costa.
E: Horrible...
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P: No te alimentas como debe ser, todo eso ven y vuelven (hombre, 29 años,
Sacsamarca, entrevista en octubre de 2013).
Un gran cambio que produjo la migración unida al proceso de desconfianza
fue la mentalidad y organización de la comunidad. Esta solía ser muy unida, donde
todos trabajaban de manera conjunta en torno a objetivos comunes y los lazos de
cooperación eran muy fuertes. Luego del CAI, prima el individualismo y la falta
de compromiso con la comunidad y sus miembros (CVR, 2003). El desinterés,
el caos en la institución comunal y el individualismo son parte de las limitaciones
que tiene Sacsamarca para progresar, en el sentido de que sus recursos económicos
siguen siendo en su mayoría de propiedad comunal. Es así que Sacsamarca pasa de
tener una agencia comunal para vencer a Sendero Luminoso, a tener una agencia
individual distinta entre todos sus miembros con la contradicción de tener que
seguir manejando recursos, espacios y niveles políticos comunales y grupales.
La migración masiva a las zonas urbanas es realizada por personas que lograron
algún grado de educación en su comunidad rural y que pueden competir por
puestos de trabajo en el área urbana o acceder a una mejor educación allí (Todaro
& Smith, 2011, pp. 386). A pesar de huir de la pobreza y exclusión educativa en
su comunidad natal ejerciendo su agencia individual, cuando un grupo se traslada
a las ciudades, al mismo tiempo exacerba y aumenta la disparidad educativa entre
las dos áreas (Garrett, 1985, p. 118).
6. Conclusiones
En la presente investigación hemos encontrado que la comunidad de Sacsamarca
no logró una adaptación al cambio luego de un impacto exógeno y violento del
CAI. La transformación en los tres factores analizados (económicos, políticos y
demográficos) no pudo ser superada después de tres décadas del CAI. La pérdida
de capital humano y activos económicos, el resquebrajamiento y debilitamiento de
las élites y la confianza interpersonal mellada afectaron el desarrollo de la agencia de
los comuneros sacsamarquinos. Finalmente, el cambio demográfico, en términos de
migración, no pudo revertirse, dadas las oportunidades de desarrollo que existen en
la comunidad, y este proceso repercute en una mayor pérdida de capital humano y
social en la comunidad. Como hemos demostrado, no se reconstruye una situación
nueva después del CAI en Sacsamarca y la situación actual llega a ser incluso peor
que la anterior en términos de agencia grupal, dado que la organización social se
encuentra fracturada.
Martha Nussbaum diferencia entre capacidades internas —los estados de
las personas— y capacidades combinadas —la totalidad de oportunidades de
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las que una persona dispone para elegir dentro del contexto de la sociedad en la
que vive—. En el caso de Sacsamarca, ambos tipos de capacidades se encuentran
muy limitadas. Por un lado, dado el trauma vivido, los comuneros tienen grandes
problemas psicosociales que no han sido tratados y conviven en un entorno de
miedo y desconfianza interpersonal, lo cual debilita su organización social y la
conformación y legitimación de una élite sacsamarquina que pueda liderar procesos
de cambio. Por otro lado, el contexto socioeconómico, como es la pobreza extrema,
y el contexto demográfico, como es una población «envejecida» con poca capacidad
de innovación, limitan fuertemente la existencia de oportunidades de desarrollo.
Bajo este esquema, es razonable que el desarrollo de la agencia y empoderamiento
de esta comunidad no se haya logrado.
7. Recomendaciones que derivan del análisis
En el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación se señaló la
presencia y actuación del Estado como un factor sumamente influyente para el
cambio de perfil de una comunidad como Sacsamarca (CVR, 2003). El Estado
tendría la labor de generar incentivos en favor del desarrollo y de la convivencia
democrática; sin embargo, hoy en día en Sacsamarca la presencia del Estado es débil
y, para los aspectos centrales del desarrollo humano, es prácticamente inexistente.
Por esta razón, las entidades públicas deben revertir el fracaso de las políticas de
reparaciones a las víctimas de la violencia con el fin de contrarrestar la desconfianza
que sobre el rol del Estado9 tiene la sociedad local.
Además, consideramos que, para que la agencia individual y comunal pueda
desarrollarse en Sacsamarca, se tendrían que diseñar e implementar políticas públicas
que tengan una visión integral de la persona humana, incidiendo en el aspecto
de la salud —sobre todo psicológica— de la gente y en forma paralela sobre el
contexto económico, social e infraestructural en el que se encuentran los comuneros.
Si bien los recursos públicos son escasos, particularmente con los que cuenta la
municipalidad de Sacsamarca, una intervención adecuada del sector público con la
participación de la sociedad local en los aspectos centrales del desarrollo humano
(salud, educación) pueden empoderar a los sacsamarquinos y fortalecer su agencia
y capacidades.
Finalmente, consideramos que uno de los recursos más grandes con los que
cuenta la comunidad de Sacsamarca es su diáspora. Nos referimos a aquellos
sacsamarquinos que migraron producto de la violencia o de falta de oportunidades,
9 Si bien no es objeto de esta investigación, cabe mencionar que la relación de desconfianza con el
Estado se debe también a que, durante la época del CAI, agentes del Estado realizaron ejecuciones
arbitrarias y masacres contra esta comunidad.
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pero que siguen contando con vínculos sólidos con la comunidad. Si se lograra
generar incentivos para que estas personas volvieran con nuevas tecnologías, visiones
de apertura al mercado y crecimiento, las habilidades y capacidades combinadas
podrían abrir una ventana de oportunidad interesante en ese nuevo contexto.
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