FÉLIX DENEGRI LUNA HO,\IEXAJE A FELIX DESEGRI LL',\A Copyright © 2000 Fondo Editorial de Ja Pontificia Universidad Católica del Perú Av. Universitaria, cuadra 18, San :Miguel Telefax: 460-0872 Teléfonos: 460-2870, 460-2291 anexos 220 y 356 E-mail: feditor@pucp.edu.pe Derechos reservados, prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio total o parcialmente, sin permiso expreso de los editores. Primera edición: diciembre del 2000 500 ejemplares Impreso en Perú - Printed in Peru Hecho el Depósito Legal , Registro Nº 1501222000-4715 Obra completa: ISBN 972-42-376-X Cubierta: Diseño y diagra1nación: Impresión: Gisella Scbench Siklos S.R.Ltda. Mariano E. de Rivera, Nicolás de Piérola y el primer periódico científico del Perú ALEJANDRO MALAGA NúÑEZ ZEBALLOS* 1 Las primeras manifestaciones de periodismo en .el Perú se remontan a la época colonial, cuando hacen su aparición los impresos denominados relaciones, noti­ ciarios y gacetas oficiales, caracterizados por su diversidad de formatos, irregu­ lar aparición y circulación sometida a autorización real. Sin embargo, también vieron la luz los pasquines, panfletos anónimos o con algún seudónimo, clava­ dos en las puertas de las iglesias o los edificios de funcionarios de la corona, en los cuales la población manifestaba su descontento o lealtad al régimen. Ambos tipos de documentos contienen una formidable y variada cantidad de valiosa información histórica e indispensable para la construcción de nuestro pasado. Porras Barrenechea los calificaba como impresos de curiosidades, más que pro­ piamente periódicos, y añadía que la verdadera fusión entre el periodismo de discusión y polémica y el periodismo informativo se realizó al iniciarse la vida independiente del Perú (Porras Barrenechea 1955: 307). Hace más de 170 años que apareció en Lima el primer periódico científico del Perú, a iniciativa, gestión y dirección de los arequipeños Mariano Eduardo de Rivera y U stáriz y Nicolás Fernández de Piérola y Flores. Inicialmente apare­ cería bajo el nombre de Anales Peruanos de Ciencias y Artes o Anales de Ciencias y Artes,· sin embargo, vio la luz como Memorial de Ciencias Naturales y de Industria Nacional y Extranjera, cuyos objetivos fueron principalmente la difusión de nue­ vas técnicas europeas de extracción y separación de minerales, y la moderniza­ ción de los yacimientos mineros abandonados a causa de los años convulsiona­ dos por las luchas de la independencia; además, la divulgación de un conjunto *Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa-Perú. 1\RTÍCULOS de artículos sobre botánica, agricultura, química, arqueología, ganadería, expe­ diciones, inventos y variadas ilustraciones. Esta heterogeneidad del Memorial co­ rresponde a la mentalidad de la época, ya que este tipo de impresos que circu­ laban en Europa contaban con la contribución de sabios en dominios muy diversos; así fueron los Anna/es de Chimie et de Pl?Jsique, que publicaron los prime­ ros trabajos de Rivero. Corría el año de 1825. Rivero llegaba a Lima a ser testigo presencial del caos en que había quedado la antigua capital del virreinato peruano luego de las luchas finales para lograr la ansiada independencia. A comienzos de febrero del año siguiente, escribió a Humboldt contándole que Las cosas de nuestra República van poco a poco, se espera que el Congreso y el General Bolívar compondrán muchas cosas que están en bosquejo. El Callao capituló el 23 pasado después de un sitio de 14 meses; el obstinado Rodil, ha sacrificado más de 7 mil almas, Lima se ha cuvierto de luto, familias enteras no existen, durante el sitio se han comido entre Caballos, Burros y mulas como mil y tantas, las ratas y todas especies de animales no han podido escaparse del hambre de los sitiados. (Alaperrine-Bouyer 1998) En una siguiente misiva le contaría que Todos sus amigos de esta ciudad, pues tiene muchos, y en el primer rango colócase al Héroe Libertador a quien debo mil atenciones y favores, y han llegado todos los deseos que V d. espresó en la apreciable y elocuente carta que V d. me dio de recomen­ dación para este gran hombre, la cual me ha servido muchísimo. El gran Bolívar ha hablado conmigo y en Público sobre sus colosales conocimientos, amabilidad, hos­ pitalidad, genio y talentos que me han llenado de satisfacción: cada vez que se movía la conversación sobre tan ilustre personage. [sic] Así también, le señalaba que en el primer buque que saliera a Francia le envia­ ría veintidós pescados que había recolectado en las orillas de la isla de San Lo­ renzo; y le adjuntaba un análisis que había realizado del suelo de las cercanías de Lima, aclarando que se componía de sienita y phonolita verde y que en ellas también se podían apreciar algunas angostas venas de cuarzo blanco; luego, partió a visitar su tierra natal y los departamentos de Puno y Cuzco. Mediante Resolución Suprema del 2 de mayo de 1826, el gobierno peruano nombró a Rivero como director general de Minería, Agricultura, Instrucción Pública y Museo, dependencia como subdirector a Nicolás de Piérola, como secretario a Joaquín de Mizpireta y como portero a Pedro José Ugarte (Alcalde Mongrut 1954: 133). El 26 de setiembre de 1827, Rivero y Piérola cursaron al ministro de Hacienda un oficio para explicarle la necesidad de editar un medio 418 ALEJANDRO lvlALAGA N(1~EZ ZEBALLOS de divulgación de sus conocimientos y estudios, el cual sería financiado por el Estado; le propusieron que el gobierno adquiriera dos ejemplares para cada Junta de Minería y uno para cada prefecto. Al día siguiente recibieron una reso­ lución que pedía que especifiquen el número de ejemplares a editarse, e inme­ diatamente lo hicieron saber: [ ... ] hay catorce Juntas Subalternas de Minería y[ ... ] el número de ejemplares debe ser veintiocho, dos para cada Junta. La suscripción al periódico de minas es de doce pesos por año, pues lleva tres pliegos, y láminas grabadas; más si el Gobierno toma el mencionado número como lo esperamos, pues es uno de los medios de proteger las Ciencias y la Minería, se rebajara a diez pesos y cuatro reales. Su petición fue admitida y pocos días después fue emitida otra resolución ordenando la suscripción al impreso; además, los autores publicaron algunos anuncios en el Mercurio Peruano y El Telégrafo para que cualquier interesado pudie­ ra adquirirlo (Alcalde Mongrut 1954: 90). El impreso en mención ha sido muy poco estudiado y nunca reimpreso. De él dan noticia Cortés y Mendiburu en sus respectivos diccionarios y fue omitido por Paz Soldán en su Biblioteca Peruana (1879), así como por Odriozola en su Catálogo de los Periódicos Nacionales existentes en la Biblioteca Nacional y por Tumba Ortega en los Periódicos nacionales del siglo XIX que existen en la Biblioteca Central de la Universidad J\.r. Mqyor de San ]l;farcos. Algunas aisladas referencias figuraron en A11tigi;edades Peruanas (1851 ), en la Colección de Memorias Científicas (1857) de Rivera y en El Ateneo Americano (184 7) de Piérola, Humboldt, Pentland y Castelnau. En su obra El Perú (1874) Antonio Raimondi indicaba que En este siglo [ ... ] las ciencias naturales han estado representadas en el Perú por dos modestos naturalistas, que varias veces se habían asociado con el único objeto de cultivar las ciencias naturales [ ... ] Estos dos hombres son D. Nicolás de Piérola y D. Mariano Eduardo de Rivera. y añadía lo siguiente: En 1825 el sabio Rivera regresa al Perú, y animado del más vivo entusiasmo, anhe­ lando contribuir al progreso de su patria, que acababa de hacerse independiente, recorre una gran parte del Perú, con el cargo de director general de minería, tomando numerosos datos sobre el estado de este ramo e industria. l\tias tarde se asocia con Piérola para publicar el Memorial de Ciencias Naturales, donde registra sus importan­ tes investigaciones hechas en sus viajes. 419 ARTICULOS En el siglo xx dan escuetamente noticia del Memorial... Porras en Fuentes His­ tóricas Peruanas (1953) y Vargas Ugarte en su Manual de Estudios Peruanistas (1952). Sin embargo, en esa misma década de los cincuenta Arturo Alcalde Mongrut elaboró un detallado estudio en un artículo titulado «El Memoria/ de Ciencias Na­ turales. Lima 1827-1828. Contribución a la bibliografía de Mariano E. de Rivera y Ustáriz» (1954), publicado en el Boletín Bibliográfico de la Biblioteca Nacional del Perú. Las principales características del impreso, como lo señala Alcalde Mongrut, son su calidad científica e interés patriótico por modernizar la minería y dar a conocer los últimos adelantos tecnológicos en todo el país. Ambos editores contaban con un enorme bagaje cultural, profesional y académico, ya que am­ bos provenían de universidades y prestigiosas instituciones europeas. Durante dieciocho meses consecutivos se publicaron doce números en tres tomos (ver cuadros 1 y 2), con diversos estudios sobre agricultura, antigüedades peruanas, botánica, farmacia, física, geología, industria, medicina, metalurgia, meteorolo­ gía, mineralogía, minería, química y terapéutica (ver anexo 1). El último número salió pocos días después de que un decreto de La Fuente suprimiera la Direc­ ción General de Minería, privando de sus cargos a Rivera y Piérola. Con fecha 19 de junio, el primero de los nombrados envió al ministro de Hacienda una carta en la que le informaba el cumplimiento de su compromiso con el gobier­ no, haciéndole llegar el último número del Memorial..., completamente pagado por sus creadores (Alcalde Mongrut 1954: 92). En el tomo tercero, cuarto número, en su «Nota de los Redactores», tristes y decepcionados señalaban: 420 Al despedirnos de nuestros lectores nos atrevemos a suplicarles tengan benevolencia de persuadirse de los desinteresados motivos que nos decidieron a emprender la publicación del Memorial de Ciencias Naturales; echar semilla, aunque imperfecta, de unos conocimientos que han hecho progresar a los estados de Europa, y que cultiva­ dos aquí no pueden menos que producir frutos abundantes, y por este medio pro­ poner a la gloria y prosperidad de la República, que es el objeto de nuestros más vivos deseos, y a la que hemos sacrificado gustosos nuestras vijilias e intereses. ALEJANDRO MALAGA N úJ(JEz ZrrnALLOS Cuadro 1 Memorial de Ciencias Naturales y de Industria Nacional y Extranjera Fechas de publicación y circulación Tomo Número Correspondiente a Puesto en Orden de envío a circulación las Juntas de Minas Diciembre 1827 22-Xll-1827 2 Enero 1828 20-11-1828 3 Febrero 1828 26-111-1828 26-111-1828 4 Marzo 1828 26-Vl-1828 2 Abril 1828 17-Xl-1828 18-Xl-1828 2 Mayo 1828 11-Xll-1828 11-Xll-1828 3 Junio 1828 29-Xll-1828 30-Xll-1828 4 Julio 1828 21-1-1829 3 Agosto 1828 16-111-1829 28-111-1829 2 Setiembre 1828 9-IV-1829 22-IV-1829 3 Octubre 1828 8-IV-1829 11-V-1829 4 Noviembre 1828 19-Vl-1829 Cuadro 2 Memorial de Ciencias Naturales y de Industria Nacional y Extranjera Paginación por tomo y observaciones Tomo Número Paginación 1-45 2 46-103 3 103-158 4 159-202 2 1-44 2 45,q.f 3 84-116 4 117-156+2h 3 1-40 2 4Hl2 3 83-122 4 123-164 TOTAL 12 Nº de páginas 46 fB fJ3 44 44 40 32 48 40 40 40 42 Observaciones Una lámina Una hoja plegada, una lámina Una hoja plegada Una hoja plegada y tres grabados Una hoja plegada, una lámina Una lámina, una hoja plegada Dos láminas 421 ARTÍCULOS Anexo 1 Índice general del Memorial de Ciencias Naturales y de Industria Nacional y Extranjera (transcripción) Índice del Tomo I Prospecto. Amalgamación, como se practica en Freyberg. Sobre el beneficio de los metales de plata mediante la amalgamación, por el Sr. Rivero. Formación de una nueva isla en el Golfo de Bengala. Recetas útiles y de fácil ejecución para hacer barniz de copa! sin color. Análisis de las Aguas Minerales de Yura y de otros puntos cercanos a la ciudad de Arequipa. Observaciones y anotaciones sobre las aguas de Yura, por Dr. D. Juan Manuel Vargas. Memoria sobre el Guano de Pájaros del Perú, por M. de Rivero. Remedio para los Cotos. Antigüedades Peruanas. Descripción de unos ídolos de plata, oro y barro. Lámina. Antigüedades Peruanas. Reflexiones médicas sobre el análisis de las Aguas de Yura, y de otras que se hallan en las cercanías de Arequipa, que ha practicado el Sr. Director General de Minería e inspector de Instalaciones Públicas por el D.D.J.M. Adriasola y Arve. Localidad Nativa de la Platina, por Boussingault. Nitrato de Sosa o Sal de Tarapacá. Preparación del Chuño y otras raíces. Razón de las haciendas del Valle de Chancay y las cantidades de fanegas de guano que gasta en el beneficio de sus tierras por año. Memoria sobre el rico mineral de Paseo, por M. de Rivero. Casa de Moneda de Lima. Marcos de plata y de oro amonedados en ella desde 1 ° de enero de 1826 a 31 de diciembre de 1827. Nivelación barométrica desde el Callao hasta Paseo por el camino del Obrajillo, y desde el mismo lugar hasta la capital por la vía de Tarma, hecha y calculada por M. de Rivero. Lámina. Vista y plano topográfico de la Villa Nueva del Cerro de Paseo. Ensayo sobre las causas de la decadencia de la agricultura de los antiguos romanos, por Félix Fiore de Molffeta. Sobre la planta del Girasol (Helianthus Annuus). Iviemoria sobre la leche venenosa de la Hura Crepitans, por Boussingault y Rivero. Caracteres exteriores de los metales. Extracto de una relación sobre las abejas, por Mr. Revel de la Brouaire. Continuación de la Memoria sobre el rico mineral de Paseo, por M. de Rivero. Conclusión de la Memoria sobre el rico mineral de Paseo. Análisis de una aleación de oro con el rhodium de la Casa del Apartado de México, por D. Andrés del Río. 422 Al-EJr\NDRO ?vIAL\G.:\ N(1f.¡i:::.z ZEBALLOS Notas sobre los rodrigones que se emplean en nuestras viñas. Fermentación de los vinos en cuba cerrada y en cuba abierta, por Mr. Leorier, miembro de varias sociedades. Peso específico del Mosto, en 1823 de 35 variedades de uvas del departamento de la Dordo­ ña, por Mr. De Fayolles. Caracteres exteriores de los metales (continuación). Resultados de las observaciones astronómicas y medidas barométricas, hechas en un viaje de Caracas a Bogotá, por Boussingault y Rivero. Resultados de las observaciones astronómicas hechas en un viaje a los Llanos de San Martín y a la embocadura del Río Meta, por Srs. Roulin, Rivera y Boussingault. Razón de los Marcos fundidos en las callanas de la República del Perú. Estado General, que manifiesta las entradas salidas y existencias del ramo de azogues, perte­ necientes a la comisión de arbitrios de Cádiz, formado por los documentos respectivos. Índice del Tomo II Visita a las minas del Departamento de Puno en el año 1826, por el Director General de l'vlinería, Mariano E. de Rivera. Notas que corresponden a la Memoria sobre el rico mineral de Paseo. Fabricación de los esmaltes para adornos de porcelana, loza y otros objetos de este género. Plantas de Chile, descritas por el Dr. Bertero. Tabla de los números fijos para liquidar las cuentas de barras con consideración a sus leyes, calculada y planificada por el Sr. Tesorero de Paseo Dn. Juan Bernardo Valdivieso. Tabla de los números fijos para sacar de un golpe los derechos de cobos, diezmos, medio en rnarco y real en marco de cualquiera barra que se presente al efecto. Visita a las minas del Departamento de Puno por el Director General de Minería (continua­ ción). Nivelación barométrica desde Quilca hasta Puno, por M. de Rivero. Estado de las minas trabajadas en el Departamento de Puno en el año 1818 y 1826. Lámina. Cargador o A pire del Cerro de Pomací Lámina. Minero barretero del Cerro de Pomací. Fabricación de los esmaltes para adornos de la porcelana y otros objetos de este género (continuación). Diferentes especies de Quina por VL. Brera. Profesor de Terapéutica de Padua. Noticias sobre el Río llamado Vinagre, por M. de Rivero, Director General de Minas del Perú, escrita en el año 1825. Administración del Tesoro del Departamento de Puno. Razón que manifiesta el número de marcos fundidos en esta Caja Nacional, en 50 años, mandada a formar de orden del señor Prefecto en 10 de noviembre de 1826. Razón anual de los progresos y trabajos del mineral de Yauricocha presentada al importante gremio de mineros por el Director General de Minería. Remesas verificadas a la capital de Lima desde el mes de julio de 1825 hasta el 17 de mayo de 1828 en libramientos y barras. Estado General de las obras que se han hecho en el socabón ~e Quiulacocha y demás del 423 ARTiCULOS mineral de Yauricocha, desde el 5 de junio del año pasado de 1827 hasta el 15 del mismo, de 1828. Cuenta exacta que presenta el tesorero del gremio de Minería Dn. José Nicolás Lecuona al señor Director del cuerpo referido de lo que debe hasta la fecha al Estado Nacional del Perú. Antigüedades Peruanas. Memorias sobre los sepulcros o Huacas de los antiguos peruanos, por Francisco Barrera. Noticia sobre inundación de las islas Canarias. Construcción de los pararrayos y parapiedras de paja, por M. Lapostolle. Paralelo de experiencias que demuestran los varios grados de conductibilidad de las sustan­ cias metálicas y de la paja en los fenómenos eléctricos. Instrucción práctica sobre la Argenia o Tizón de los Trigos, y sobre los medios de combatir esta plaga. Sobre un nuevo método de beneficiar las piritas auríferas, por J.B. Boussingault. Arbol del Pan. Memorias sobre diferentes masas de hierro encontradas en la Cordillera Oriental de los Andes, por M. de Rivero y ].B. Boussingault. Análisis del agua de las minas de Santa Rosa (Cerro de Paseo), por M. de Rivera. Lámina. Areolita de Santa Rosa de Colombia. Diario del tercer viaje en busca de un paso por el N.O. desde el Atlántico al Pacífico, hecho en los años 1824 y 25, bajo las órdenes del Capitán Parry. Londres 1826. Establecimiento de la litografía en Lima. Resumen de los marcos de oro comprados y sus valores de la amonedación, sus productos y aprovechamientos, desde el año de 1808 hasta el de 1823 en la Casa de Moneda de Bogotá. Resumen de los marcos de plata comprados, su valor de amonedación, sus productos y aprovechamientos, desde el año de 1808 hasta el de 1823 en la Casa de la Moneda de Bogotá. Noticia sobre las temperaturas de algunas fuentes termales de Colombia y Perú, por M.E. de Rivero. Índice del Tomo III Erratas principales del Tomo I y Tomo II Diario del Tercer Viaje en busca de un paso por el N.O. hecho en los años de 1824 y 25, bajo las órdenes del Capitán Parry (continuación). Observaciones del barómetro hechas en Bogotá, por los señores Boussingault y Rivera. Memoria sobre el mineral de Hualgayoc, por Dn. José Modesto de la Vega. Lámina. Perspectiva en croquis del mineral de Hualgayoc, mirándose por la parte del soca­ bón. Diccionario de las principales voces técnicas de la mineralogía peruana. Diccionario de las principales voces técnicas de la mineralogía peruana (continuación). Memoria sobre el mineral de Hualgayoc, por Dn. José Modesto de la Vega (continuación). Costo de un cajón de metal regulado a veinticuatro marcos. Proyecto para la mejora de la minería y aumento de las rentas nacionales por Mariano de Rivero y Nicolás de Piérola. 424 11 ALEJANDRO lvIAr_.t\GA NL1NEz Zr::BALLos Estado gue manifiesta el número de barras de plata fundida en este tesoro público en los años de 1827 y 1828, con distinción de las que pertenecen a los asientos minerales de Tarapacá yCaylloma. Comunicación a los señores Director y Sub-Director Generales de l\!Iinería. República Perua­ na. Casa del Gobierno en la capital de Lima a 24 de marzo de 1829. Comunicación al señor Ministro de Hacienda. República Peruana. Dirección General de Minería. Lima, 27 de marzo de 1829. Ensayo de las vetas, por A. Guenyveau. Antigüedades Peruanas. Quipos. Prospecto de la Quipola o explicación de los Quipos, presentada a la opinión del público. Londres, impreso por J. Phaer, 1827. Diamantes del Brasil. Casa de Moneda de Lima. Número de marcos de plata amonedados en todo el año de 1828. Ensayo de las vetas, por A. Guenyveau (continuación). Cría de ganado lanar. Ingresos y Egresos de esta Casa de Moneda de Cuzco en cuatro años y dos meses desde 1 ° de enero de 1825 hasta 28 de febrero de 1829. Trabajos sobre botánica del Dr. Bertero en Chile. Lista de las Plantas gue han sido observadas en Chile por el Dr. Bertero en 1828 (inconcluso). Nota de los redactores. Mariano Eduardo de Rivera y Ustáriz Mariano Eduardo de Rivera y Ustáriz nació un 12 de octubre de 1798. Sus padres fueron el coronel Antonio de Rivera y Araníbar y doña Brígida de U stá­ riz y Zúñiga. Mediante licencia otorgada por el teniente de cura rector de la catedral y encargado de la parroquia del Sagrario Juan Ramón Sánchez y More­ no, 1 fue bautizado con óleo y crisma por el presbítero Mariano Cornejo cape­ llán del monasterio de Santa Teresa de Jesús. Fueron sus padrinos el doctor Pantaleón Ustáriz, párroco de Tarata y doña María Concepción Pacheco. 2 Realizó sus primeros estudios bajo la dirección religiosa. Asistió a los am­ bientes del centenario Seminario Conciliar de San Jerónimo de la Ciudad Blan- 1 Archivo Arzobispal de Arequipa, parroquia del Sagrario. Libros de bautismos, Nº 53. 2 El primer Rivera en llegar a la ciudad fue el doctor Juan Antonio de Rivera, natural de Segovia, España, quien arribó a fines del siglo XVI para reducir a los indios de Arequipa por los años de 1600 y 1604. Los padres del personaje contrajeron matrimonio un 17 de febrero de 1790 (véase Martínez 1938). 425 ARTiCllLOS ca. Fue alumno sobresaliente, por lo que sus progenitores, como gozaban de buena situación económica, decidieron enviarlo a Europa. Hizo el viaje bajo la tutela de un amigo de la familia, el general Domingo Tristán, quien solo pudo acompañarlo hasta Jamaica, al ser atacado por unas terribles fiebres que diez­ maron su salud haciéndolo regresar al Perú. Sin embargo, el joven Rivero deci­ dió proseguir y tras algunas semanas arribó a Inglaterra. Rivero se estableció en las afueras de Londres e ingresó a la Escuela Católica de Dowling en Highgate. Aprendió matemáticas, ciencias físicas, geografía, his­ toria, francés y alemán. El matemático Dowling reconoció en Rivero un joven prometedor cuyas inquietudes había que alentar, por lo que le confió la tarea de enriquecer las colecciones del plantas y la organización de un laboratorio de química. Tuvo la oportunidad de asistir a las conferencias magistrales sobre la composición química de los fertilizantes a cargo del doctor Humphry Davy en la Royal Institution. En 1818 viajó a París a continuar su formación. Estudió durante dos años en la Escuela Politécnica: mineralogía con Hauy y Brogniart, química con Gay Lus­ sac y Thenard, matemáticas y ciencias físicas a cargo de Arago, Biot y Dulong. El embajador de España en esa capital gestionó que fuera aceptado en calidad de alumno extranjero en la Escuela Real de Minas. Allí fue instruido por Berthier en química mineral y Brochant de Villiers en geología (Alcalde Mongrut 1954: 97). Presenció, además, las demostraciones químicas del sueco Berzelius en los salones más famosos de París. Por aquellos años tuvo la suerte de conocer al barón Alexander von Humboldt, quien gozaba de gran fama y prestigio, ade­ más de ser considerado modelo de todos los jóvenes que se encaminaban en las ciencias. Ese encuentro sería el inicio de una duradera amistad que se fortalecía a medida que intercambiaban y discutían datos y estudios recogidos por ambos en América. Una vez concluidos sus estudios, Rivero viajó a Alemania con algunas cartas de recomendación que Humboldt le proporcionó para facilitarle el acceso a colegas científicos e instituciones. Así logró realizar prácticas en la más famosa Escuela y Taller de Minas de Freyberg. Poco tiempo después descubrió la oxa­ lita y la bautizó como humboltina en honor a su amigo. El estudio fruto de este descubrimiento fue su primera publicación, impresa en los Annales de Chimie et de Physique. Luego se trasladó a Madrid. Allí descubrió la magnesia siliceada, a la que denominó gaylucita. También analizó el magnesio en Vallecas. En 1822 se encontraba en París el plenipotenciario colombiano Francisco Antonio Zea, encargado por Bolívar de difundir la Colombia republicana ante las naciones europeas, además de formar y contratar una misión científica que investigaría los recursos naturales, fundara un museo y creara una escuela de minas. Zea se puso en contracto con Humboldt y éste recomendó a Rivero como jefe de la expedición. Lo acompañarían completando el equipo sus ami- 426 ALEJANDRO MÁLAGA NúNEZ ZEBALLOS gos Boussingnault, recomendado por Berthier; el médico Roulin, Bourdon y Gaudot. Todo el equipo zarpó de Amberes y, luego de navegar dos meses, arribaron a La Guaira. Allí iniciaron sus investigaciones, elaborando cuadros de la presión atmosférica, fluctuaciones de la temperatura y cálculos astronómicos. El jefe de Ja expedición envió algunas cartas y cajas informando de los hallazgos a su maestro, señalándole sus primeras impresiones en esos territorios y adjuntándo­ le una serie de muestras de minerales, plantas y algunos peces. Con todo este material, Humboldt difundía los nuevos aportes en los círculos de científicos de Europa (Alaperrine-Bouyer 1998: 43). 3 Por recomendación escrita del libertador Bolívar,4 llegó al Perú en 1825 para ser nombrado director del Museo Nacional de Lima, Agricultura y Minería. En 1826 se le encargó la Dirección General de Instrucción y le fue asignado como subdirector y colaborador a don Nicolás de Piérola. Juntos cumplieron la difícil labor de recorrer y estudiar el suelo patrio, los recursos naturales y la difusión de los nuevos métodos y procesos de extracción de minerales, a través del primer periódico científico del Perú. Al año siguiente llegó a Arequipa como delegado de la Comisión Educativa y aconsejó sobre los planes de estudios para el nuevo centro de instrucción superior que se fundaría bajo el nombre de Universidad del Gran Padre San Agustín del Departamento de Arequipa. Ese año analizó las aguas de Tingo, Yura, Jesús y Sabandía, además de ser incorporado como miem­ bro de la Academia Lauretana. En 1829, el presidente La Fuente ordenó suprimir la Dirección General de Minería. Rivera y Piérola se vieron obligados a trasladarse a Chile, cuyo gobierno los contrató inmediatamente para que examinaran los suelos y elaborasen una descripción mineralógica y geológica del terreno de Valparaíso y alrededores. A inicios de su cuarta década, a la edad de 43 años, contrajo matrimonio con Agueda Escolástica Pacheco de Sales y Salazar en la parroquia de Santa Marta, un 18 de febrero de 1840. Fruto de esta unión fueron dos varones que fallecie-· ron muy jóvenes y dos hijas: Candelaria, quien se casó con Dámaso de Romaña, 3 La Universidad de la Ciudad Blanca publicó la correspondencia de Tschudi con Rivera (véase Ugarte y Ugarte 1965). 4 El hermano de Mariano Eduardo, José María, fue el edecán de Bolívar cuando este visitó la ciudad de Arequipa. Había sido alumno del Colegio de la Independencia Americana, discípulo querido de Juan Gualberto Valdivia. Más tarde se graduó en leyes y fue juéz en Lampa; lamentablemente, falleció­ ªla edad de 25 años a las cinco y media de la mañana el día 27 de diciembre de 1833. Fue sepultado al día siguiente, con toda la pompa que pudo presentar la iglesia. Los oficios fúnebres los ejecutó su maestro, el deán Valdivia. Cf. «Un arequipeño edecán del Libertador Bolívar>>, en Escocia, Nº 9, Arequipa, 1-IX-1929. 427 ARTÍCL'LOS y Francisca Guillermina, con el coronel Francisco Llosa. 5 Luego desempeñaría el cargo de diputado electo por la provincia de Caylloma. Asimismo, fue miem­ bro del Consejo de Gobierno durante el mandato de Salavarry, inspector de Obras Públicas con Gamarra, y diputado y prefecto de Junín nombrado por Ramón Castilla en 1845. En esa ciudad cumplió una notable labor resaltada por los exploradores norteamericanos tenientes de la Marina de los Estados Unidos William Lewis Herndon y Lardner Gibbon, quienes indican en sus anotaciones que «[ ... ] fundó éste escuelas, mejoró los caminos, construyó cementerios y en una palabra, cualquiera buena cosa que encuentro en mi camino puede decirse, generalmente, data del tiempo de Rivera». También allí erigió el monumento conmemorativo a la célebre batalla del 6 de agosto de 1824. Años más tarde Rivero fue trasladado a Moquegua para desempeñar el mismo cargo a partir del 26 de abril de 1848. Permaneció en esa ciudad cerca de dos años. Finalmen­ te el 9 de diciembre de 1850 zarpó del puerto del Callao junto con su familia con rumbo a Europa, donde desempeñaría el cargo de cónsul general del Perú en Bélgica por siete años, hasta que el 6 de noviembre de 1857 falleció en París por causa de una agravada enfermedad al estómago. Por sus aportes, fue distinguido e incorporado como caballero y miembro de las órdenes de Danebrog y Leopoldo, de la Sociedad de Antigüedades de Copenhague, de la Sociedad Imperial de Agricultura de Francia y del Instituto de África, entre otras. En 1851 Rivera publicó en Viena, en colaboración con J ohann J akob von Tschudi, Antigüedades Peruanas, obra de diez capítulos sobre diversos temas del Perú prehispánico, acompañada de un «Atlas» de cincuenta y ocho ilustracio­ nes de paisajes, ruinas, ceramios, ídolos, momias y diversos objetos importan­ tes para el conocimiento arqueológico (Coloma Porcari 1994). En el prólogo escribió: ( ... ] lo que me propongo es que mis tiernos hijos y la juventud peruana se estimulen a emprender trabajos sólidos e indagar las riquezas abundantes de su país, encami­ nándose al verdadero saber, fuente de positivos goces y precaviéndose tanto de los males de la ociosidad como de los de perniciosas compañías, origen, unos y otros, las más veces de la desmoralización y extravíos de los estados. El hombre, en su corta permanencia en el mundo, debe, según opinión de las personas de más sana razón, dejar trazas, cuando menos, de lo que haya hecho en beneficio de la sociedad, pues de este modo tal vez se alienten sus descendientes a seguir sus honrosas huellas. 3 Archivo Arzobispal de Arequipa, parroquia Santa Marta. Libros matrimoniales, Nº 7. 428 ALEJANDRO MALAGA NúNEZ ZEBALLOS Además, señalaba gue era esencial [ ... ] imbuir en la juventud la idea de que pesa sobre los mortales la carga de contri­ buir, según sus fuerzas y facultades, al desarrollo de cuanto pueda redundar a favor del linaje humano, no habiéndolos Dios criado para embotarse en la calma del egoís­ mo o en Ja sibarítica atmósfera del ocio, sin pensar en poner al servicio de sus herma­ nos los medios físicos o intelectuales con que la naturaleza los haya dotado. Utilice­ mos la vida, ya que no podemos como la sílfide encadenar la muerte. En 1857 publicó en Bruselas la Colección de Memorias Cientificas, Agrícolas e In­ dustriales, en dos tomos, que vino a constituir la recopilación de casi la totalidad de sus estudios realizados a lo largo de su vida, incluyendo algunas traducciones de estudios significativos de colegas y amigos de la época. Un año antes, en su libro Cuzco: Ajournry to the ancient capital of Peru; with an account oj the History, Languqje, Literature and Antiquities oj the Incas, and Lima: a visit to the capital and provinces of modern Peru; with a sketch of the Viceregal government, History oj the Republic, anda review oj the Literature and Sociery oj Peru (1856), el historiador inglés Clements Robert Markham elogiaba al arequipeño como uno de los más brillantes ornamentos de su país. Así también el viajero austríaco Charles Wiener, en Pérou et Bolivie, Récit de VV'age suivi d'études Archéologiques et Ethnographiques et de notes sur l'écriture et les Langues des Populations Indiennes (1856), señalaba que fue: «El primero que efectuó excavaciones serias y continuas [ ... ] muy apreciado en el extranjero, su muerte fue más sentida en los círculos cientí­ ficos de Europa que en el Perú y la propia Ciudad Blanca». Al respecto Rai­ mondi escribió que Los rasgos característicos del sabio Rivera son modestia, actividad y vivo entusiasmo por nuestro progreso físico e intelectual. Como hombre científico, fue más conocido y apreciado en Europa que en su mismo país. ¡Extraño fenómeno! Mientras en todos Jos pueblos reina un exagerado espíritu de nacionalismo que juzga a sus hombres superiores a todos los de las demás naciones, en el Perú, al contrario, no se tiene fe en sus compatriotas, se desconoce su mérito, no se aprecian sus trabajos y pasan inapercibidos. (Raimondi 1874). A estas opiniones agregamos el parecer del célebre Deán Juan Gualberto Valdivia Cornejo, plasmado en su obra Miscelánea Química (1845): Me es doloroso recordar el ningún aprecio que han hecho nuestros paisanos, de los conocimientos químicos del arequipeño Mariano Eduardo Rivera, que fue traído de Francia con M. Bossingaultt [sic] por el Libertador Bolívar, para que examinaran el terreno de Colombia, donde hizo algunos descubrimientos útiles y muchos análisis; como el del agua del río Vinagre, del ura crépitans y otros. Yo he leído en las obras del 429 A R' I iCL'LOS célebre Cuvier, secretario que fue de la Academia de París, varios descubrimientos de Rivero, y entre ellos el del oscalato de hierro, hallado por él, en la liñita, cerca de Berlín en Bohemia; y Thenard cita a nuestro Rivero en varias de sus obras con mucho honor. Años más tarde Porras reivindicaba al sabio señalándolo como el «promotor del estudio de las antigüedades peruanas en la República». Agregaba que Durante la primera etapa republicana la curiosidad arqueológica es tan sólo patrimo­ nio de algunos viajeros, de los huaqueros o buscadores de tesoros , de algunos colec­ cionistas peruanos empíricos o de una peruano aireado en Europa por los primeros vientos de la antropología moderna, como Mariano Eduardo de Rivera, el precursor de nuestra moderna ciencia arqueología. Nicolás Fernández de Piérola y Flores En la segunda mitad del siglo XVIII, hacia 1768, arribaron procedentes de Nava­ rra como miembros de milicia los primeros Piérola al Perú. Se llamaban Fermín de Piérola y Pedro Fernández de Piérola. El primero se estableció en el Cuzco y Pedro residió en el valle de Camaná, volviéndose agricultor. Casó con Pascuala Flores, dama aristocrática de ancestros peninsulares que le dio cuatro hijos: Ni­ colás, Manuel, Tomás y Carmen (Dulanto Pinillos 1947). El primogénito José Nicolás fue alumbrado en la dicha ciudad el año de 1788. Su partida de bautismo indica que el cura vicario Domingo Pacheco lo bautizó de un mes de vida; así, probablemente nació un 11 de setiembre. Lo apadrinaron el alférez real Manuel Flores y Petronila Tristán. 6 El 19 de agosto de 1799, contando con 1 O años y 11 meses de edad, ya había cursado gramática y fue presentado ante el décimo noveno obispo de la ciudad el ilustrísimo Pedro José Chaves de la Rosa Galván y Amado, para ser admitido y continuar estudios en el Seminario Conciliar de San Jerónimo. En su expe­ diente manuscrito se adjuntaron copias de las partidas de matrimonio de los padres y bautismo del niño, y se recogió información de su buena crianza. Para ello, la autoridad eclesiástica solicitó el testimonio del teniente coronel Raymun­ do Gutiérrez de la Orden de Santiago, el presbítero Juan Josef Cáceres, teniente de cura rector de la catedral y el alférez de caballería Manuel Ruiz del Barrio. José Nicolás fue admitido a la prima clerical tonsura el 17 de setiembre de '' Archivo de la Prelatura de Chuguibarnba. Libros de bautismos, s/n. 430 ALEJANDRO MALIGA NúÑEZ ZEBALLOS 1802, la cual le fue concedida al día siguiente en el oratorio del palacio episcopal de la Purísima Concepción. 7 En enero de 1806, Chaves de la Rosa emitió un documento de título de p:isances de e ·cudi s de arte a lo a lumno José Bustamante, Manuel Villavaso, J sé axardo, icolás Piérola y Mariano de la Fuente, por habec superado satis­ factoriamente los exámenes de lógica, metafísica, física, matemática elemental y teología. 8 Nicolás, al igual que sus compañeros, tuvo el privilegio de consultar los libros gue regaló aquel prelado y enriquecieron la biblioteca de la institución, contando con muchas obras completamente desconocidas y raras. Luego de acabar sus estudios en el conocido semillero de ideólogos de la ciudad, viajó a la capital para seguir leyes por algunos años en la Universidad Mayor de San Marcos. A la edad de 24 años se graduó de bachiller en Cánones, el 21 de marzo de 1812. Al igual que Rivera, por tener holgura económica fue enviado por sus padres a Europa. Arribó a España en 1814. Luego de tres años se recibió con honores de abogado en la Real Audiencia de Sevilla en 181 7. En Madrid estudió en el Jardín Botánico. Más tarde fue elegido diputado por Are­ guipa e integró las Cortes de 1820 a 1822; además, enseñó Principios de Legis­ lación Universal en la Universidad Central de Madrid durante un año. Llegó de vuelta al Perú en 1826. El 9 de mayo fue nombrado subdirector general de Minería. Luego enseñó Historia Natural y al año siguiente sería desig­ nado como rector del Colegio de la Independencia Americana. También fue elegido diputado por Camaná y desempeñó la secretaría del Congreso Consti­ tuyente del 4 de junio al 4 de agosto y del 4 de marzo al 4 de mayo de 1828. En 1827, mientras desempeñaba el cargo de cosmógrafo mayor de la república, editó la Gllía de Forasteros. Ese mismo año la Sociedad de Horticultura de Bruse­ las lo nombró socio correspondiente. Retornó a Arequipa para dirigir la explotación de las minas de Montesclaros y Huayllura; fue elegido diputado suplente por la ciudad en 1833, pero por motivos involuntarios no tuvo la oportunidad de incorporarse al desempeño de su labor en la Convención Nacional. Luego fue elegido diputado titular en 1836. Presidió la Asamblea de Sicuani gue creó el Estado Sud-Peruano y aprobó su incorporación a la Confederación Perú-Boliviana. En esa década Piérola radicó en Arequipa y se casó con Teresa Villena Pérez entre enero-abril de 1828 (Dulanto Pinillos 1947: 4). El 5 de enero 7 Archivo del Seminario Conciliar de San Jerónimo. Cuadernillo manuscrito con el título «1799 D. José Nicolás Piérola y Flores, Beca Porcionista en el Colegio Seminario». Diez folios escritos por ambos lados. 'Ibídem. 431 ARTiCL'LOS de 1829 nació su primer hijo al gue bautizaron como José Nicolás Baltazar, guien llegaría a gobernar el Perú. Fue juez de Primera Instancia en Camaná en 1843 y dictó el curso de Bellas Letras en el Colegio de la Independencia Americana al año siguiente. Fue tam­ bién director del Museo de Historia Natural entre 1845 y 1851. En 1850 fue nombrado por Castilla agrimensor y tasador de predios urbanos y secretario del Consejo de Estadística, además de ser nombrado vocal de la Junta de Ins­ trucción Pública. Ocupó el cargo de ministro de Hacienda del 31 de agosto de 1852 al 18 de agosto de 1853, durante el gobierno del general José Rufino Echenique. Entre las destacadas acciones que tomó favoreció el sistema de consignaciones del guano y la discutida consolidación de la deuda interna. Culminó su labor cuan­ do fue depuesto aquel gobierno, en 1855. De ahí en adelante, don Nicolás se retiraría a Ja vida privada y familiar. Falleció en Chorrillos el 23 de enero de 1857. Las honras fúnebres se realiza­ ron en la iglesia de San Francisco. Entre 1827 y 1828 editó el Almanaque y Guía de Forasteros; El Telégrafo en 1833, y el Ateneo en 184 7. Bibliografía ALAPERRINr::-BOL'YER, Monique. lvlanano Eduardo de Rivero en algunas de sus cartas al Barón Alexa11- der vo11 Humboldt. Arequipa: Centro de Estudios Areguipeños de la Universidad Nacio­ nal de San Agustín, 1998. ALC\LDr:: MONGRL'T, Arturo. E/Memorial de Ciencias Naturales. Lima 1821-1828. Co11tnb11ció11 a la Bibliogrefia de Mariano Eduardo de Ribero)' Ustá1iz. Lima, en separata del Boletín Bibliográ­ fico, vol. XXIV, 1954. ESCOCIA. «Un arequipeño edecán del Libertador Bolívar». N º 9, Arequipa, 1-IX-1929. MARTÍNEZ, Santiago. Arequipeilos ilustres. Arequipa: Tip. Cuadros, 1938. 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AL PUEBLO P.1>1:.U.ANO. ======================== -TOMO rnTMEHO LIMA: 1UUUllTA fl·• 1-A nnnl.iCCIO:( '"Uh.k..u., ro• ' • • l01.0IJJ..."í0 . 1 8 l!. 8 ' Portada del Jlfemoúal de Ciencias Nmmiles J' de Industna Nacional J' Ffrtranjera de Mariano Eduardo de Rivero y Ustáriz y Nicolás Fernández de Piérola y Flores. .. •• o 1 ____________ ... , .. ~--- ..-. ............ __________ . Lámina del Tomo II del 1vfemoúal de Ciencias Natuniles ;rde Jndustiia Nacional ;r Extrnnjera. Cargador o Apire del cerro de Pomací. ALEJANDRO _;\L\.,L\G.-\ NOi\EZ ZEB,-\LLOS Archivos consultados Archivo de la Prelatura de Chuquibamba. Libros de bautismos, s/ n. 1\rchivo del Seminario Conciliar de San Jerónimo. Cuadernillo manuscrito con el título «1799 D. José Nicolás Piérola y Flores, Beca Porcionista en el Colegio Seminario». Diez folios escritos por ambos lados. ¡\rchivo Arzobispal de Arequipa, parroquia del Sagrario. Libros de bautismos, Nº 53. Archivo Arzobispal de Arequipa, parroquia: Santa Marta. Libros matrimoniales, Nº 7. 433