Abstract
Para Stéphane Audoin-Rouzeau, “toda experiencia de guerra, es sobre todo, una
experiencia del cuerpo [humano]”.1 Puesto que los enfrentamientos bélicos de la primera
mitad del siglo XIX dejaron numerosos lesionados en el mundo hispano, esta ponencia
expone algunos métodos de sanación o tratamientos con los que el cirujano, el médico y el
boticario intentaron restablecer la salud de los combatientes. También, entre otras
cuestiones, analiza cómo funcionaron las prótesis artificiales que sustituyeron las
extremidades cercenadas de los hombres de armas.