Iglesias cristianas y Derechos Humanos

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    Perú Hoy: justicia y derechos humanos
    (Comisión Episcopal de Acción Social, 1995) Comisión Episcopal de Acción Social
    Justicia y Derechos Humanos es el tema central de este tercer número de Perú Hoy, con el que iniciamos el año 1995. La palabra Justicia tiene una serie de connotaciones según el espacio en el que uno se mueve, y son innumerables aquellos hermanos y hermanas nuestras que sufren precisamente porque no han encontrado que en sus vidas que la justicia sea una realidad. Así, por ejemplo, decimos que no es justo que el hambre y el desempleo o el subempleo sean realidades para sectores tan grandes de la población. Tampoco es justo que nuestras cárceles tengan una población penal, que en un 70% no ha sido sentenciada, y que se hacinen los internos en penales superpoblados. Nos indigna que en prisión muchos son inocentes y tienen que sufrir un calvario inmerecido, y decimos que situaciones así claman al cielo. Al contemplar las caritas de niños hambrientos que día y noche deambulan por nuestras calles y plazas, no podemos dejar de decir que esas situaciones son tremendas injusticias. Podríamos llenar páginas con ejemplos de la vida cotidiana, que recogemos diariamente en la atención que se brinda, en los que encontramos precisamente que la justicia está ausente. Para CEAS el tema de la Justicia está en relación a las situaciones de empobrecimiento creciente de grandes sectores de la población y con las condiciones de la administración de justicia y de la vigencia de los Derechos Humanos para todos, en especial los más frágiles de la sociedad. Desde una perspectiva del servicio eclesial a las víctimas de estas situaciones, para nosotros el tema de la justicia está en relación Íntima con el de la misericordia. Se trata que la justicia «fluya como el agua» y que no sea «amarga como el ajenjo», como lo recuerdan los profetas. Se practica la justicia cuando el pan llega a la mesa del hambriento, se viste al desnudo y no se retiene la capa del pobre al caer la tarde. Cuando el jornalero que nadie contrata, al final de la tarde es llamado para colaborar en la viña, y recibe por gracia el jornal del día: un denario. Estamos recordando imágenes bíblicas de situaciones concretas que nos narra la Sagrada Escritura, en las que justicia tiene que ver con hacer que la vida humana sea realmente humana, según el proyecto de vida del Señor para todos sus hijos e hijas. Esperamos que este nuevo año, la JUSTICIA y los DERECHOS HUMANOS sean realidades al alcance de todos los peruanos en especial los más pobres.