COLECCIÓN ESTUDIOS ANDINOS La memoria del mundo inca Guarnan Poma y la escritura de la Nueva coránica Jean-Philippe Husson Editor BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ Centro Bibliográfico Nacional 985.0095 Ma La memoria del mundo inca: Guarnan Poma y la escritura de la Nueva corónica [sic.] / Jean-Philippe Husson, editor.-- la ed.--Lima: Apus Graph Ediciones: Pontificia Universi­ dad Católica del Perú, Fondo Editorial, 2016 (Lima: Tarea Asociación Gráfica Educativa). 367 p. : il. (algunas col.), mapas, retrs. ; 24 cm.--(Estudios andinos/ dir. Marco Curatola Petrocchi ; 19) Incluye bibliografías. D.L. 2016-14786 ISBN 978-612-317-204-6 l. Guamán Poma de Ayala, Felipe, m. 1615? - Crítica e interpretación 2. Guamán Poma de Ayala, Felipe, m. 1615?. Nueva crónica y buen gobierno - Crítica e interpretación 3. Cronistas - Perú 4. Codicología - Perú 5. Análisis del discurso literario 6. Incas - Vida y costumbres sociales 7. Perú - Historia - Época Prehispánica - Incas - Aspectos sociales l. Husson, Jean-Philippe, editor 11. Curatola Petrocchi, Marco, 1951-, director III. Pontificia Universidad Católica del Perú IV. Serie BNP: 2016-1452 La memoria del mundo inca. Guaman Poma y la escritura de la Nueva corónica Jean-Philippe Husson, editor © Jean-Philippe Husson, 2016 De esta edición: ©Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2016 Av. Universitaria 1801, Lima 32, Perú feditor@pucp.edu. pe www.pucp.edu.pe/publicaciones Imagen de cubierta: Martín de Murúa, Historia y genealogía de los reyes incas del Perú, Manuscrito Galvin (1590), f. 76v. Cuidado de la edición: Anel Pancorvo Salicetti Diagramación de interiores: Mario Vargas Castro y Juan Carlos García M. Corrección de estilo: Jorge Coaguila Primera edición: diciembre de 2016 Tira je: 1000 ejemplares Prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio, total o parcialmente, sin permiso expreso de los editores. Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2016-14786 ISBN: 978-612-317-204-6 Registro del Proyecto Editorial: 31501361601215 Impreso en Tarea Asociación Gráfica Educativa Pasaje María Auxiliadora 156, Lima 5, Perú Las oraciones cristianas en quechua de Guarnan Poma de Ayala ¿Una nueva liturgia para una nueva Iglesia? ]ean-Philippe Husson Este ensayo se propone colmar un vacío. En el siglo que transcurrió desde el descubrimiento de El primer nueva corónica y buen gobierno -en adelante Nueva corónica-, prácticamente no hubo trabajo significativo sobre las oraciones cristianas en quechua de esta obra. Y, sin embargo, estos rezos ocupan, en el corpus de textos en quechua de la crónica, un lugar eminente. Los textos en quechua de la Nueva corónica El volumen ocupado en la Nueva corónica por los textos compuestos en quechua es limitado, cabe admitirlo, si lo consideramos en términos relativos, es decir, comparando su extensión con la de la crónica en su totalidad: una rápida evaluación nos permite estimar que equivale de unas veinte a veinticinco páginas. Es poco, sin duda, en una obra que cuenta casi mil doscientas páginas. Sin embargo, conviene observar, primero, que este corpus no representa la integralidad de la impronta del quechua -a su lado, existe un enorme stock léxico compuesto por términos sueltos-; segundo, que si lo consideramos en términos absolutos, este corpus resulta de una magnitud considerable: · es uno de los más sustanciales del primer siglo del periodo colonial. ¿Cuáles son los textos quechuas de la Nueva corónica? Un primer examen de la obra permite distinguir dos grandes categorías: - Los textos aislados, que se hallan repartidos a lo largo de la crónica. Son numerosos, pero generalmente muy cortos. Las leyendas que acompañan las ilustraciones representan una importante fracción de ellos. ]ean-Philippe Husson - Los textos que forman bloques compactos y que se distinguen además por su unidad temática. Son cinco los grupos que reúnen los textos de la segunda categoría. Sus temas son disímiles en extremo, lo que podemos interpretar como un signo de la notable riqueza del corpus en quechua de la Nueva corónica: - El grupo del capítulo «abuciones» (Abusiones) que"reflejalas prácticas mágico­ religiosas de los indígenas de los Andes (páginas 281 [283]-283 [285]) 1• En este grupo se encuentran aforismos, insultos y maldiciones. Los primeros, al atribuir un valor premonitorio a varios acontecimientos de la vida cotidiana (aparición de animales, sueños, etcétera), presentan cierta semejanza con nuestros refranes. Su extensión es aproximadamente una página y media. - El grupo del capítulo «fiestas pasquas y dansas ... », referente a la poesía, al canto y al baile en el Imperio inca (páginas 315 [317]-328 [330]). Su amplitud no pasa de dos páginas en lo que a los textos compuestos en quechua en sentido estricto respecta, es decir, excluyendo los que se presentan en lengua aimara o también -caso de la qachwa- en una lengua mixta quechua-aimara2 • - El grupo de los sermones. Son fragmentos satíricos de sermones en quechua pronunciados por varios eclesiásticos, a quienes Guarnan Poma tuvo la oportunidad de conocer (páginas 609 [623]-612 [626]) . Ocupan un poco menos de dos páginas. - El grupo de los capítulos titulados «mala reprehencion», «pretencior» y «tratos» que reproduce, también de forma burlesca, las palabras dirigidas a unos caciques por varios aprovechadores del sistema colonial . para amenazarlos o engatusarlos (páginas 712 [726]-724 [738]) . Su dimensión es de dos páginas aproximadamente. 1 Siguiendo la numeración del manuscrito de Guarnan Poma propuesta por John V. Murra y Rolena Adorno en su primera edición de la crónica (Guarnan Poma 1980 [1615]) y en las siguientes (entre ~Has la edición electrónica de la Biblioteca Real de Copenhague, presente en el sitio internet www.kb.dk/permalink/2006/poma/info/es/frontpage.htm), identificaremos cada página por dos números. El primero corresponde a la paginación propia del cronista y, luego, entre corchetes, el número que refleja la sucesión efectiva de las páginas en el manuscrito. En las citas, en cambio, no nos basamos en la transcripción anotada de dichas ediciones, sino en la versión manuscrita del autor. 2 Sobre los textos poéticos de la Nueva corónica compuestos en aimara o que manifiestan una impronta de dicha lengua, se consultarán con provecho dos trabajos publicados en el libro de actas de un simposio que organizamos en el 50º Congreso Internacional de Americanistas (Varsovia, julio de 2000): Husson 2005. Uno de estos trabajos es un análisis de la qachwa de Guarnan Poma (Cerrón-Palomino 2005: 77-99). El otro tiene por tema los textos poéticos en lengua aimara (Albó y Layme 2005: 101-172). 340 Las oraciones cristianas en quechua de Guarnan Poma - El grupo de las oraciones cristianas, al que va dedicado el presente ensayo (páginas 826 [840]-837 [851]). Ocupan seis páginas aproximadamente. De esta somera evaluación se desprende que, entre los bloques de textos en quechua, el grupo de las oraciones cristianas es, con mucho, el de mayor amplitud, pues por sí solo representa un poco menos de la mitad del total (seis páginas en un total de trece y media). Nuestra intención, al evocar las extensiones respectivas de los diferentes grupos de textos en quechua de la Nueva corónica, era solo llamar la atención sobre una paradoja: el más cuantioso de estos grupos fue precisamente el menos estudiado. Ciertamente, el interés de un grupo de textos no se reduce a su importancia cuantitativa. El que figura en el capítulo «fiestas pasquas y dansas .. . », por ejemplo, tiene un valor inestimable, pues es la única muestra que poseemos de una poesía quechua profana de origen prehispánico3, y sin embargo se reduce a solo dos páginas. Con todo, las oraciones cristianas en quechua tienen también un interés intrínseco que intentaremos destacar ahora. La heterogeneidad de las oraciones cristianas en quechua En su gran mayoría, las oraciones cristianas en quechua de la Nueva aorónica fueron compuestas por Guarnan Poma y no tienen relación alguna con la liturgia consagrada. Es verdad que existen dos excepciones representadas, primero, por el persignarse, muy breve pero varias veces repetido, luego por la salve. Veremos, sin embargo, que esta última muestra diferencias significativas con su versión oficial. El resto de las oraciones cristianas debe ser considerado como una creación del cronista. Aunque, por razones obvias, son textos bastante convencionales desde el punto de vista de la forma, no por eso dejan de manifestar una gran libertad en relación con el discurso eclesiástico y la Iglesia como institución. Si bien en ellos el cronista expresa decididamente su fervor religioso, demuestra también el carácter muy personal de su espiritualidad. El Cristo a quien se dirige Guarnan . Poma es un Cristo portador de sus ideales políticos y de sus aspiraciones por una sociedad más justa y humana. Pero antes de abordar estas oraciones extraoficiales, nos parece oportuno presentar la salve o, mejor dicho, la versión que figura en la Nueva corónica, lo que nos permitirá tener una percepción más exacta de la religiosidad del cronista y su relación con la institución eclesiástica. 3 Cuestión que fue el tema de mi tesis doctoral, la cual motivó un libro: Husson (1985). 341 Las oraciones cristianas en quechua de Guarnan Poma - El grupo de las oraciones cristianas, al que va dedicado el presente ensayo (páginas 826 [840]-837 [851]). Ocupan seis páginas aproximadamente. De esta somera evaluación se desprende que, entre los bloques de textos en quechua, el grupo de las oraciones cristianas es, con mucho, el de mayor amplitud, pues por sí solo representa un poco menos de la mitad del total (seis páginas en un total de trece y media). Nuestra intención, al evocar las extensiones respectivas de los diferentes grupos de textos en quechua de la Nueva corónica, era solo llamar la atención sobre una paradoja: el más cuantioso de estos grupos fue precisamente el menos estudiado. Ciertamente, el interés de un grupo de textos no se reduce a su importancia cuantitativa. El que figura en el capítulo «fiestas pasquas y dansas ... », por ejemplo, tiene un valor inestimable, pues es la única muestra que poseemos de una poesía quechua profana de origen prehispánico3, y sin embargo se reduce a solo dos páginas. Con todo, las oraciones cristianas en quechua tienen también un interés intrínseco que intentaremos destacar ahora._ La heterogeneidad de las oraciones cristianas en quechua En su gran mayoría, las oraciones cristianas en quechua de la Nueva corónica fueron compuestas por Guarnan Poma y no tienen relación alguna con la liturgia consagrada. Es verdad que existen dos excepciones representadas, primero, por el persignarse, muy breve pero varias veces repetido, luego por la salve. Veremos, sin embargo, que esta última muestra diferencias significativas con su versión oficial. El resto de las oraciones cristianas debe ser considerado como una creación del cronista. Aunque, por razones obvias, son textos bastante convencionales desde el punto de vista de la forma, no por eso dejan de manifestar una gran libertad en relación con el discurso eclesiástico y la Iglesia como institución. Si bien en ellos el cronista expresa decididamente su fervor religioso, demuestra también el carácter muy personal de su espiritualidad. El Cristo a quien se dirige Guarnan . Poma es un Cristo portador de sus ideales políticos y de sus aspiraciones por una sociedad más justa y humana. Pero antes de abordar estas oraciones extraoficiales, nos parece oportuno presentar la salve o, mejor dicho, la versión que figura en la Nueva corónica, lo que nos permitirá tener una percepción más exacta de la religiosidad del cronista y su relación con la institución eclesiástica. 3 Cuestión que fue el tema de mi tesis doctoral, la cual motivó un libro: Husson (1985). 341 ]ean-Philippe Husson La salve de Guarnan Poma En nuestro cotejo de la salve de Guarnan Poma con la versión oficial, tomaremos como referencia el texto presente en la Doctrina christiana y catecismo para instrucción de indios -en adelante Doctrina christiana-, fruto del Tercer Concilio Limense, celebrado en 1582-1583. Esta obra, publicada en 1584, fue objeto en 1985 de una edición facsimilar (Pereña 1985 [1584]). La comparación de las dos variantes permite evidenciar las diferencias. Una de ellas aparece en ~el medio de la oración .• Presentamos a continuación la versión paleográfica de la secuencia en cuestión tal como aparece en la Doctrina christiana, una transcripción normalizada con glosa.morfémica4 , que es nuestra, y la versión española sacada de la referida obra catequística. Vérsión paleográfica en quechua (Doctrina christiana) «Chaymátari cay carcuypacha puchucaptin~ collaná Iesusta vie<.;:say quimanta pacarimucta, ricuchihuaycu» (Pereña 1985 [1584]: 26, numeración del editor). Transcripción normalizada y glosa morfémica Chay - manta - demos- ablativo ttativo qullanan Jesús supremo riku chi ver causativo mostrar ri kay topicali- demos- zador trativo ta wiksa wayku 1 ª persona exclusiva del plural (objeto) qarqu - y pacha puchuka pti n, expulsar infinitivo tiempo terminar simultaneidad yki posesivo 2ª persona (2 actantes) 3• persona manta paqari - mu q ta ablativo nacer ;¡gentivo direccional acusativo Versión paleográfica en español (Doctrina christiana) «Y después de aqueste destierro, muestranos a Iesus fructo bédito de tu vientre» (Pereña 1985 [1584]: 25, numeración del editor). 4 Por «glosa morfémica», entendemos una glosa que indica el sentido de cada morfema del enunciado. Para hacerla más comprensible, hemos distinguido los morfemas gramaticales (su categoría está subrayada) de los morfemas léxicos (categoría no subrayada) y, entre estos últimos, los que son de origen andino (en cursivas) de los que son de origen hispano (en romanas). 342 Las oraciones cristianas en quechua de Guarnan Poma La versión quechua de la Nueva corónica es sensiblemente distinta: Versión paleográfica en quechua (Nueva corónica) «Chaymantari cay carcuy pacha puchocaptin, uiczayquimanta pacarimoc jesusta ricuchiuaycw> (Guarnan Poma 1980 [1615]: 835 [849]) . Transcripción normalizada y glosa morfémica Chay - manta - ri kay qarqu - y pacha puchuka pti n, demos- ablativo topicali- demos- expulsar infinitivo tiempo terminar simultaneidad trativo zador trativo (2 actantes) 3• persona wiksa - yki - manta paqari - mu q Jesús - ta riku chi - wayku vientre posesivo ablativo nacer ;¡gentivo acusativo ver causativo l ª persona 2• persona direccional exclusiva del mostrar plural (objeto) Hay dos diferencias: - El término qullanan desapareció. En la versión quechua oficial, traduce la palabra «bendita». Es probable que el cronista haya juzgado su empleo muy artificial, escrúpulo legítimo cuando se sabe que antes de ser objeto de una reinterpretación misionera, qullanan expresaba la preeminencia, la accesión a la dignidad suprema. - La segunda diferencia consiste en una inversión de las posiciones relativas del nombre «Jesús» y de la expresión wiksa-yki-manta paqari-mu-q. En la Doctrina christiana, los dos, provistos de la marca de acusativo, desempeñan un papel equivalente en la frase. Wiksa-yki-manta paqari-mu-q, literalmente «de tu vientre nacido», constituye una aposición que precisa la naturaleza de «Jesús». Esta construcción elaborada contrasta con la sencillez de la frase de Guarnan Poma en que cada componente determina el que lo sigue (de tu vientre/nacido/Jesús), respetando el orden natural de los elementos de un sintagma quechua. Fue, sin duda, a causa de su carácter más espontáneo que el cronista eligió esta opción. Mucho más elocuente todavía es otra divergencia, esta vez al final de la oración. Para facilitar la comprensión, añadiremos una traducción calco del texto quechua de la Doctrina christiana y del de Guarnan Poma. 343 ]ean-Philippe Husson Versión paleográfica en quechua (Doctrina christiana) «Ñocaycupac muchapuaycu Iesu Chfop coscayquichicmi ñiscápa, caman cancaycupac» (Pereña 1985 [1584]: 26, numeración del editor). Transcripción normalizada y glosa morfémica Ch ay - manta - ri kay demos- ablaávo topicali- demos- trativo zador trativo qullanan Jesús ta wiksa supremo acusativo riku chi ver causaávo mostrar vientre wayku 1 ª persona exclusiva del plural (objeto) Traducción calco del quechua qarqu - y expulsar infiniávo yki manta posesivo ablativo 2ª persona pacha puchuka pti n, áempo terminar simultaneidad (2 actantes) 3ª persona paqari mu q ta nacer ;¡genávo direccional acusaávo Ruega por nosotros, que estemos en adecuación con las palabras «os daré» de Jesucristo. Versión paleográfica en español (Doctrina christiana) «Ruega por nos [ ... ] Que seamos dignos de las promissiones de Christo» (Pereña 1985 [1584]: 25, numeración del editor). Veamos ahora la versión de Guarnan Poma: Versión paleográfica en quechua (Nueva corónica) «Nocaycupac muchapuuaycu jesu cristo coscayquichicme niscanpac camuan cancaycupac» (Guarnan Poma 1980 [1615]: 835 [849]). 344 Las oraciones cristianas en quechua de Guarnan Poma Transcripción normalizada y glosa morfémica Nuqayku - paq mucha - pu - wayku Jesucristo «qu sqayki chik mi» lª persona ben e- adorar> direc- lª persona dar lª persona pl1illl asertivo exclusiva del factivo rogar cional exclusiva actora pl1illl del plural 2ª persona (objeto) objeto (futuro) ni sqa n paq qam - wan ka nqa yku paq decir perfectivo 3ª persona ben e- pronombre instru- ser potencial lª persona benefac- factivo personal 2ª mental exclusiva del tivo persona pl1illl Traducción calco del quechua Ruega por nosotros, para que Jesucristo nos diga «os daré», para que estemos contigo. Aunque esta última versión se distingue de la primera por cambios relativamente insignificantes a nivel fonético, su sentido es totalmente distinto. La causa de estos cambios es, como en el caso anterior; el f arácter artificial de la lengua utilizada en los textos catequísticos en quechua, pero, aquí, en un grado muy superior, que la hace incomprensible, inclusive para un indígena ladino, letrado e instruido en la religión cristiana como Guarnan Poma. La noción de dignidad está traducida por el término polisémico kaman, que, entre muchos sentidos distintos, evoca el de adaptación, de adecuación a una meta; y la de promesa por la perífrasis «qu-sqayki-chik-mi» ni-sqa (el hecho de decir «os daré»). Totalmente impermeable a esta algarabía, el cronista convierte espontáneamente -aquí, a todas luces, no se trata de una transformación voluntaria- la frase en cuestión en dos secuencias independientes: Jesucristo «qu-sqayki-chik-mi» ni-sqa-n-paq (para que Jesucristo nos diga «os daré»). - Qam-wan ka-nqa-yku-paq (para que estemos contigo). En un conmovedor impulso de espontaneidad, el cronista reinterpreta inconscientemente la frase vacía de la salve oficial para convertirla en una súplica a la Virgen María considerada como protectora de los oprimidos. De este análisis podríamos recordar la distancia que separa a Guarnan Poma de la Iglesia como institución. Aunque poseía una fe profunda, ardiente, el cronista no pertenecía al aparato eclesiástico. 345 jean-Philippe Husson Con esta conclusión, estamos ahora en condiciones de examinar las otras oraciones cristianas de la Nueva corónica, que, como dijimos, fueron compuestas por el propio cronista. ¿Por qué Guarnan Poma compuso oraciones cristianas en quechua? Al componer sus oraciones en quechua, Guarnan Poma visiblemente no buscaba una mera satisfacción intelectual. Antes quería que día tras día fueran rezadas por los indios a los que, de manera significativa, se dirige en quechua en la mayor parte del capítulo5• Las menciones de plegarias a menudo están acompañadas por el verbo rezanki o uno de sus derivados conjugado en presente con un valor de futuro («rezarás»), lo que expresa este deseo de ver sus creaciones adoptadas por la población a la que las destinaba. En la mayoría de los casos, antes de revelarnos los textos de sus composiciones, el cronista recomienda a su interlocutor indio virtual la recitación de cierto número de oraciones que forman parte de la liturgia oficial. La primera vez (Guarnan Poma 1980 [1615]: 826 [840]), son así ordenados cincuenta avemarías (Muchaykusqayki María), cinco padrenuestros (Ytiyayku), otros tres padrenuestros, otros tres avemarías y por fin tres ejemplares de un rezo que Guarnan Poma llama !nin kanchik y que probablemente se identifica con el credo6 • La enumeración está seguida por el verbo rezanki («rezarás»), debidamente pospuesto, y empieza una nueva frase, en la que las palabras kayta tukuychaspa ninki («al terminar esto, dirás ... ») introducen el texto de una oración, esta vez extraoficial. Este modelo de presentación se repite cuatro veces, pero, curiosamente, las cantidades prescritas para cada plegaria consagrada fluctúan a lo largo del capítulo7. Interpretamos estas variaciones como el indicio de que las únicas oraciones que interesaban realmente 5 Guarnan Poma emplea la segunda persona. Como la variedad quechua en la que espontáneamente se expresa a menudo no distingue las desinencias singular y plural de dicha persona, es manifiesto que el cronista se dirige colectivamente a los indios. 6 Suponemos que se trata del Credo, porque la versión quechua oficial de dicha oración empieza así: lñinim Dios yaya llapa atipaqman (Creo en Dios padre todopoderoso ... ) (Pereña 1985 [1584]: 23-24). El primer término es una creación misionera artificial que pretende significar «creo», pero que significa en realidad «digo sÍ», lo que ha podido ocasionar la confusión del cronista. 7 (Guarnan Poma 1980 [1615]: 828 [842]): cincuenta avemarías, cinco padrenuestros, una salve (llamada Sapay quya porque empieza así: Muchaykusqayki sapay quya ... ) y otros doce avemarías; (Guarnan Poma 1980 [1615]: 830 [844]): cincuenta avemarías, cinco padrenuestros, un credo y doce avemarías; (Guarnan Poma 1980 [1615]: 832 [846]): cincuenta avemarías, cinco padrenuestros, otros siete padrenuestros y siete avemarÍas; (Guarnan Poma 1980 [1615]: 834 · [848]): tras haber prescrito cincuenta avemarías, cinco padrenuestros y tres credos, el cronista pide a los indios que se persignen tres veces diciendo «Jesús María». 346 Las oraciones cristianas en quechua de Guarnan Poma al cronista eran las suyas, que figuran en extenso en su obra, y que solo mencionó las otras - sin citarlas textualmente, excepción hecha de la salve- para no dar la impresión de despreciar la liturgia vigente. Lógicamente, tenemos que atribuir su falta de interés por estas últimas a un defecto intrínseco que no les permitía cumplir plenamente su función. ¿En qué faltaban estos textos oficiales? Creemos que para Guarnan Poma incurrían en el defecto redhibitorio de no ser asimil.ables por la población indígena. Ya hemos insistido en el aspecto lingüístico de esta deficiencia, del cual el cronista tenía perfecta conciencia. Pero este quería sobre todo que los indios dispusieran de oraciones que reflejaran realmente sus condiciones de vida y preocupaciones. De hecho, en las que redactó Guarnan Poma, los orantes se dirigen a Dios, Jesús o la Virgen María para encargarles su protección frente a las fuerzas hostiles. Ahora bien, estas se encarnan en los enemigos de la Iglesia en general - los luteranos, a quienes el autor llama cristiano chiqnikuq («los que odian a los cristianos»)- , pero también en los aprovechadores del sistema colonial, expresamente presentados como seres maléficos: los corregidores, los encomenderos y ... los curas. Dicho eso, los indicios más convincentes de la importancia que para Guarnan Poma revestían las oraciones cristianas de la Nueva corónica no remiten a su contenido sino a su forma. En las secciones siguientes, desarrollaremos sucesivamente dos aspectos: . la elaboración estilística de dichos textos y sus características dialectales. La elaboración estilística de las oraciones en quechua de Guarnan Poma El análisis formal de las plegarias cristianas compuestas por Guarnan Poma evidencia la presencia, que no es notable pero que tampoco es insignificante, de un procedimiento estilístico autóctono, el paralelismo semántico, que consiste en la estructuración del discurso en pares de secuencias paralelas. Entre las secuencias de un mismo par, se observa una estrecha afinidad basada en dos características comunes: primera, su construcción sintáctica es idéntica; segunda, los términos homólogos, cuando no son idénticos, siempre mantienen una relación semántica, es decir, una relación al nivel del sentido. A menudo son sinónimos; cuando no lo son, pertenecen a un mismo campo semántico. Semejante estructura binaria es característica de los textos poéticos en quechua y aimara que figuran en el capítulo titulado «fiestas pasquas y dansas ... », lo que nos asegura que dichos textos son los vestigios de una poesía prehispánica que, en el Imperio inca, había alcanzado un alto grado de refinamiento. En las oraciones 347 jean-Philippe Husson cristianas de la Nueva corónica, el empleo de este procedimiento, aunque muy minoritario, no deja de ser significativo. Una muestra nos es brindada por las siguientes frases que combinan un efecto de paralelismo entre secuencias vecinas y un dualismo interno en cada secuencia. ~rsión paleográfica en quechua (Nueva corónica) «Jesucristo nauiypi cauarinaypi cachun - + - jesucristo yscaynin rinripi cachun oyarinaypi mana allita allitapas cachun - + - jesu cristo cincaypi mutquinaypi cahu [sic: cachun] + ... »(Guarnan Poma 1980 [1615]: 836 [850]). Transcripción y glosa morfémica Jesucristo nawi ojo Jesucristo iskay dos - y - pi, qawa locativo mirar posesivo lª persona ni n eufonía posesivo 3a persona ri na - y - pi ka poten- locativo estar incoativo cial posesivo 1 a persona rinri [y} pi ka ~ ! locativo estar posesivo lª persona uya + ri - na - y - pi, mana alli - ta alli - ta - pas ka posesivo ne~ción bien bien aditivo potencial .l.:_ locativo acusativo acusativo escuchar estar persona chun imperativo 3ª persona chun, imperativo 3ª persona chun imperativo 3ª persona Jesucristo sinqa y pi mutki na y pi ka ch un nariz posesivo lª oler posesivo persona locativo potencial 1 a persona locativo estar imperativo 3ª persona Traducción Que Jesucristo esté en mis ojos y en mi mirada; Que Jesucristo esté en mis dos oídos y en (mi escuchar) [la forma en que escucho] el bien y el mal; Que Jesucristo esté en mi nariz y en mi olfato. La construcción de este pasaje se basa en la afinidad semántica de términos que expresan las percepciones sensitivas y sus respectivos centros. Esta construcción se origina probablemente en la enumeración de los cinco sentidos que figura en diversos catecismos, junto con enumeraciones similares (los siete pecados capitales, las tres 348 Las oraciones cristianas en quechua de Guaman Poma virtudes teologales)8 • Sin embargo, si bien el cronista elaboró un texto nuevo a partir de materiales que tomó prestados del discurso litúrgico, su estructura binaria, así como el efecto de paralelismo basado en la existencia de términos pertenecientes a la misma categoría semántica, lo acerca a los textos indígenas. El cuidado con el que Guarnan Poma lo compuso es sintomático de la importancia que daba a sus composiciones religiosas. El aspecto lingüístico La lengua de las oraciones cristianas manifiesta unas diferencias sensibles respecto a la de los otros textos quechuas de la Nueva corónica. La más visible es una considerable influencia del castellano en el ámbito léxico. No nos explayaremos mucho sobre este aspecto, presente en la totalidad de la literatura catequística en lenguas amerindias, limitándonos a señalar que, al lado de numerosos préstamos directos del castellano, existen otros, menos perceptibles, que podríamos llamar indirectos. Estos pertenecen a la lengua misionera y suelen ser términos quechuas vaciados de su significado original para expresar conceptos cristianos: supay («el demonio»), pampacha- («perdonar»), hucha («el pecado»), muchayku­ ( «reverenciar»), etcétera. Otros tres rasgos, el primero en el campo fonético, los otros dos en el campo morfológico, son de mayor interés porque son reveladores de las tendencias escriturarías propias de Guarnan Poma. Dichos rasgos presentan la característica común de ser ajenos a la variedad quechua que el cronista usaba en forma espontánea. Sin entrar en detalles superfluos, diremos que uno de los problemas que se plantean a los estudiosos de la Nueva corónica consiste en identificar los textos redactados en esta variedad y, especialmente, distinguirlos de los que fueron recogidos por el autor. Por ejemplo, un análisis filológico que no podemos incluir en el presente trabajo nos faculta para afirmar que los textos quechuas del capítulo «mala reprehencion» no fueron transcritos directamente tras su recolección por Guarnan Poma sino reelaborados por este en el habla que le era más familiar. Ahora bien, una vez conocida esta última, resulta que en ella no encontramos rastro de los tres rasgos a los que van dedicadas las secciones siguientes. ¿Cómo se explica esta diferencia? En nuestra opinión, el factor clave no es la pertenencia dialectal sino 8 En lo que a los cinco sentidos respecta, no los hemos encontrado en la Doctrina christiana de 1584 pero su enumeración figura en un libro de doctrina contemporáneo (Anónimo 1975: 22) que se sitúa en la continuidad de obras de origen antiguo. La ortografía, en particular, es típicamente colonial. 349 ]ean-Philippe Husson el nivel de lengua o, más concretamente, la búsqueda consciente de una expresión culta. Tienden a demostrarlo varios indicios que nos dan la impresión de que el cronista pulió su lengua, negándose a emplear varias locuciones a las que recurre espontáneamente en otros textos. Las dos variantes del numeral «cinco» El primer rasgo es de carácter fonético y se manifiesta por la forma del numeral quechua «cinco». Si cotejamos las apariciones de este numeral en la Nueva corónica, notamos una dualidad de formas, coexistiendo las dos variantes «pichica» (pich(i)qa) y «pisca» (pisqa). Dejando de lado la cuestión de la vocal i entre paréntesis, llamada vocal epentética, la variante primitiva es la primera, y la segunda es el resultado del fenómeno de espirantización de la africada palatal /el. Gracias a la frecuencia elevada de ocurrencia del numeral «cinco» en la Nueva corónica, estamos en condiciones de efectuar un análisis comparativo de las formas empleadas en las oraciones cristianas y en el resto de la obra. Empecemos con las ocurrencias ajenas a las oraciones cristianas, que encontramos cada vez que Guarnan Poma enumera los diversos grados de la aristocracia indígena. En tales casos, el cronista distingue a cada kuraka según el número de indios -en realidad son hogares- puestos bajo su responsabilidad: cinco, diez, cincuenta, cien, quinientos y mil. Al registrar las formas existentes, nos damos cuenta de que el aislamiento del numeral «cinco» o, al contrario, su presencia delante de otro numeral múltiplo de diez, rige en parte la ocurrencia de una variante u otra: - «pisca pachaca» (500); «pisca chunga» (50); «pichica» (5) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 65 [65]); - «pisca pachaca» (500); «pisca chunga» (50); «pichica» (5) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 189 [191]); - «pisca pachaca» (500); «pisca chunga» (50); «pisca» (5) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 313 [315]); - «pichica» (5); «pisca chunga» (50) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 361 [363])9; - «pisca» (5); dos veces: «pisca pachaca» (500) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 455 [457]); 9 Aquí el contexto no es una enumeración de los grados de la aristocracia indígena, sino sencillamente una lista de números que forma parte de una descripción del sistema contable de los incas. Sin embargo, esta diferencia, en el presente caso; es de nula consecuencia, pues visiblemente el cronista se expresa en forma espontánea. 350 Las oraciones cristianas en quechua de Guarnan Poma - dos veces: «pisca chunga» (50); dos veces: «pisca» (5); «pisca pachaca» (500); «pisca chuga» (50); «pisca» (5) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 456 [458]); - «pisca pachaca» (500); «pisca chunga» (50); «pisca» (5) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 457 [459]); - «pisca chunga» (50); «pichica» (5) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 738 [752]); - «PISCA PACHACA» (500) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 747 [761]); - tres veces: «pisca pachaca» (500) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 748 [762]) ; - «PISCA CHUNGA» (50) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 749 [763]); - «pisca chuga» (50) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 754 [768]) ; - «PICHICA» (5) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 755 [769]); - «pisca pachaca» (500) (Guarnan Poma 1980 [1615] : 759 [773]); - «pisca pachaca» (500) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 760 [774]); - «pisca pachaca» (500) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 773 [787]); - «pisca pachaca» (500) (Guarnan Poma 1980 [1615] : 793 [807]); - «pisca pachaca» (500) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 818 [832]); - «pisca pachaca» (500) ; «pisca chunga» (50); «pisca» (5) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 921 [935]); - «pisca pachaca» (500); «pisca chunga» (50); «pisca» (5) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 924 [938]); - «pisca pachaca» (500); «pisca chunga» (50); «pisca» (5) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 974 [992]). Constatamos que cuando el numeral «cinco» antecede a otro numeral múltiplo de diez, su forma es sistemáticamente pisqa, sin ninguna excepción. En cambio, para designar el numeral sencillo «cinco» compiten dos formas distintas, siendo pisqa la variante mayoritaria y pich(i)qa la minoritaria. Esta última aparece cinco veces, en las páginas 65 [65], 189 [191], 361 [363], 738 [752] y 755 [769], respectivamente. La forma pisqa, por su parte, cuenta nueve ocurrencias en lo que al numeral «cinco» en sentido estricto respecta y cuarenta y dos si tenemos en cuenta su composición con un múltiplo de diez. Es interesante comparar este resultado, obtenido a partir de pasajes en castellano y, por ende, en los que los préstamos del quechua corresponden al habla usada espontáneamente por el cronista10 , con los numerales que aparecen en las oraciones cristianas de la Nueva corónica. 10 A la inversa, hemos juzgado que las ocurrencias de las dos variantes que figuran en los textos o expresiones quechuas recogidos por el cronista eran menos representativas de su lengua y no las 351 jean-Philippe Husson Sabemos que, en los cortos textos quechuas que preceden directamente a las oraciones propiamente dichas y las introducen, Guarnan Poma prescribe la recitación de plegarias oficiales (el padrenuestro, el avemaría, el credo, la salve) e indica cuantas veces cada plegaria tiene que ser rezada. En ellos, los numerales «cinco» y «cincuenta» son relativamente frecuentes. La diferencia con la distribución anterior de las variantes pisqa y pich(i)qa es evidente. Encontramos una sola vez la primera, que además no traduce el numeral «cinco» sino «cincuenta», en asociación con «chunga» (diez) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 830 [844]) . En las demás ocasiones, solo encontramos la forma pich(i)qa, sea aislada - cuatro veces (Guarnan Poma 1980 [1615]: 826 [840], 830 [844], 832 [846] y 834 [848]), más una, representada por la forma «picha» (Guarnan Poma 1980 [1615]: 828 [842]) que no puede ser sino un error involuntario por «pichica»- , sea formando parte del numeral compuesto «pichica chunga» - cuatro veces (Guarnan Poma 1980 [1615]: 826 [840], 828 [842], 832 [846] y 834 [848])- . En definitiva, se han invertido las variantes minoritaria y mayoritaria. Este análisis comparativo revela el contraste entre la lengua que usa el cronista cuando se expresa en forma espontánea y la de las oraciones cristianas. La forma pich(i)qa aparece raras veces en la primera 11 , mientras que su uso es casi exclusivo en la última. Consideramos que el elemento decisivo reside en que esta variante está más cercana a la forma primitiva pichqa y, en consecuencia, sentida como más legítima que la forma alternativa pisqa. En estas condiciones, la preferencia que le da Guarnan Poma en las oraciones cristianas, contra su tendencia natural, es una clara manifestación de su voluntad de elevar el nivel de lengua de dichos textos. Sin conexión con el resultado precedente, pero no por ello menos interesante es otra conclusión, que nace de la observación del registro de las formas ajenas a las oraciones cristianas. Este registro da la impresión de presentar un estado de lengua correspondiente a una fase intermedia del paso de la forma arcaica pich(i)qa a la forma moderna pisqa, y nos ofrece un indicio de peso sobre el proceso evolutivo de la primera variante a la segunda. Observamos que la primera está ausente por hemos incluido en nuestro registro. En este sentido, hemos dejado de lado las tres expresiones rituales «pichicanmi» (Guarnan Poma 1980 [1615]: 290 [292]) , «pichecanpi» (Guarnan Poma 1980 [1615]: 781 [795]) y «pichicanmi» (Guarnan Poma 1980 [1615]: 785 [799]), cuya base es pich(i)qa. Asimismo, no hemos tomado en cuenta el numeral «pisca», que aparece en un poema que pertenece al género llamado harawi (Guarnan Poma 1980 [1615]: 309 [311]). 11 Si hubiéramos incluido las formas que no hemos considerado como representativas del habla natural del cronista (nota 9), las variantes pich(i)qa habrían sumado ocho ocurrencias, lo que de todas maneras es inferior al número de variantes pisqa a secas (diez) y muy inferior si se tiene en cuenta la posibilidad de composición con un múltiplo de diez (cuarenta y tres). ~ 352 Las oraciones cristianas en quechua de Guarnan Poma completo en los numerales complejos formados por la multiplicación de cinco y de un múltiplo de diez, como son los equivalentes de cincuenta y quinientos. De ello se puede inferir que el cambio afectó en una etapa inicial tales numerales complejos, de difícil pronunciación -fijémonos, por ejemplo, en la poco leve asociación pichqa pachaka, «quinientos»-, antes de afectar el numeral simple «cinco». Dicho esto, si bien la composición de este último con múltiplos de diez innegablemente tuvo un efecto acelerador sobre la transformación de la forma primitiva pichqa en la forma moderna pisqa, sería erróneo pensar que engendró tal fenómeno. Este se debió más bien a un factor exógeno que fue la influencia de un sustrato aimara. Así se explica la evolución del referido numeral en el dialecto del Cuzco, pero también en la lengua practicada por Guarnan Poma, si nos atenemos a una propuesta de Marco Ferrell (1996: 413-455) 12 • El morfema característico del caso acusativo El segundo rasgo es de carácter morfológico y concierne el morfema del caso acusativo. A este respecto también el quechua de Guarnan Poma presenta una dualidad de formas, según se colige de un censo exhaustivo de las ocurrencias de dicho morfema en la Nueva corónica, siendo «ta» (ta) y «eta» (kta) los alomorfos. Lo que nos causa sorpresa no es esta coexistencia, que está documentada en todas las obras filológicas escritas durante el primer siglo de la época virreinal y que persiste incluso en algunas variedades contemporáneas como la mayor parte de las que constituyen el grupo wanka. La regla que rige la repartición de los alomorfos es la siguiente: la variante ta está usada tras una consonante mientras que kta aparece tras una vocal13• Ahora bien, la distribución existente en el corpus quechua de la Nueva corónica no sigue esta regla. En la gran mayoría de los casos, la forma que aparece detrás de una vocal no es kta sino ta. Siendo excepcionales los casos en kta, sospechamos que existe alguna relación entre su presencia y la naturaleza de los textos en los cuales figuran. Esta intuición nos llevó a registrarlos, dando lugar 12 El mentado autor aduce que las obras filológicas del siglo XVI e inicios del XVII atestiguan que la espirantización de la africada palatal /e/ no había empezado en aquella época en quechua, pero que este fenómeno era un hecho ya consumado en aimara a inicios del siglo XVII (diccionario de Ludovico Bertonio) para sugerir que su existencia en los textos y términos quechuas de la Nueva corónica era una manifestación del sustrato aimara presente en la variedad manejada por Guarnan Poma (Ferrel R. 1996: 417 y nota 10). 13 La regla es más compleja en el caso del quechua wanka, en el cual interviene la noción de cantidad vocálica, característica del conjunto quechua 1 al que pertenece el grupo wanka. En esta variedad, ta se emplea tras una consonante o vocal larga, y kta tras una vocal breve (Cerrón­ Palomino 1987: 133). 353 jean-Philippe Husson a la lista que presentamos a continuación. Como en el caso anterior, empezaremos con las ocurrencias ajenas a las oraciones cristianas. - En el capítulo «Abusiones ... », dedicado a las prácticas mágico-religiosas de los antiguos peruanos, encontramos dos acusativos en kta, el primero asociado con la base nominal uru («gusano») en «uructa» (Guarnan Poma 1980 [1615]: 281 [283])14, el segundo asociado con la base aya («cadáver») en «ayacta» (Guarnan Poma 1980 [1615]: 282 [284]). En ambos casos, el contexto es un presagio que establece una correspondencia entre una circunstancia de la vida cotidiana - la aparición de un insecto- y un acontecimiento futuro. - La forma kta del acusativo aparece también en . la palabra «hapllacta» (Guarnan Poma 1980 [1615]: 313 [315])15, en que está reunida con la base nominal haplla («iracundo»). Esta palabra figura en una frase quechua del capítulo dedicado a la justicia en el Imperio inca. Según el cronista, la frase en cuestión era pronunciada al momento de la ejecución de los borrachos, iracundos y otros perturbadores del orden público. - Cuatro ejemplos de la variante kta del morfema acusativo figuran en el canto llamado qachwa, cuya lengua fue definida por Rodolfo Cerrón-Palomino como una lengua híbrida aimaro-quechua (Guarnan Poma 1980 [1615]: 317 [319]. Cfr. supra, nota 2). - Encontramos otros dos casos del acusativo en kta en los términos siguientes, «muchachocta» (muchacho-kta) y «yanaconacta» (yana-kuna-kta), dentro de un texto perteneciente al capítulo denominado «tratos», más precisamente en el que reproduce las palabras de amenaza del hijo de un encomendero a varios caciques (Guarnan Poma 1980 [1615]: 721 [735]). 14 La secuencia quechua ilustra un dibujo de Guarnan Poma que representa dos insectos, uno llevando al otro en el aire. Por eso, probablemente tenemos que interpretar aquí la palabra uru (normalmente «gusano») en el sentido más general de «insecto». 15 El diccionario de Diego González Holguín menciona varias formas compuestas sobre la raíz verbal haplla (Gorn;:alez Holguin 1952 [1608]: 150), lo que podría inducirnos a pensar que la palabra «hapllacta», tal como figura en la Nueva corónica, se descompone en los siguientes morfemas: *haplla-q-ta, siendo q el morfema característico del agentivo (el que realiza la acción expresada por el verbo) en quechua. En realidad, no solo el agentivo no aparece en ninguna de las formas verbales indicadas por González Holguín, sino que este hace corresponder con la siguiente definición: «El iracundo ocassionado en palabras descorteses ynjuriador y que comiern;:a las pendencias» (Gonc;:alez Holguin 1952 [1608]: 150) el término «Hapllaruna». El propio Guarnan Poma menciona la palabra «haplla» poco antes de la frase quechua en la que aparece «hapllacta». Esta última locución, por consiguiente, no puede interpretarse sino como haplla-kta. 354 Las oraciones cristianas en quechua de Guarnan Poma - Una última forma en kta se asocia con los términos yawar sanku, que designan un bollo hecho de harina de maíz mezclada con sangre. La expresión «yauar sancocta» aparece en una frase ritual pronunciada durante el sacrificio de una llama. El cronista nos precisa que este se opera conforme la costumbre prehispánica, es decir, mediante la incisión del corazón (Guarnan Poma 1980 [1615]: 881 [895]). De esta lista se desprende que las formas en kta solo aparecen en textos recogidos por Guarnan Poma. Es más, estos textos presentan una notable unidad de contenido. Con la sola excepción de la «amenaza» del hijo de encomendero, son transcripciones de cantos, palabras rituales o aforismos en estrecha vinculación con la tradición prehispánica. Añadiremos que entre ellos, existe uno, el canto llamado qachwa, escrito en una lengua mixta aimaro-quechua y, por ende, muy distinta de la que emplea normalmente el cronista. Otros tres -los dos primeros citados y el último- reflejan creencias o prácticas mágico-religiosas paganas que él censura explícitamente. Por consiguiente, se trata de textos que no pueden de ninguna manera ser considerados como redactados por Guarnan Poma. Interesémonos ahora por las oraciones cristianas. Con una decena de variantes kta del acusativo, son los textos quechuas de la Nueva corónica en los que aparece el mayor número de estos morfemas. Una de las plegarias, la que está compuesta para la salvación de las almas del purgatorio, se halla particularmente bien provista, ya que cuenta con seis formas en kta. Estas aparecen en los siguientes contextos, «huchazapacunactari», «suncocunactari», «[a]hijadaycunacta», «hatun huchayoccunacta», «lutiranocunacta» y «cristiano chicnecoccunactari» (Guarnan Poma 1980 [1615]: 832 [846]), en asociación con los términos o expresiones hucha-sapa-kuna («los pecadores»), sunqu-kuna («los corazones»), ahijada-y-kuna («mis ahijadas»), hatun hucha-yuq-kuna («los grandes criminales»), luterano-kuna («los luteranos») y cristiano chiqniku-q-kuna («los que odian a los cristianos»). Este resultado no deja lugar a dudas sobre las condiciones de aparición de los alomorfos ta y kta del acusativo en la Nueva corónica. En los textos redactados por el propio cronista en la variedad quechua que le era familiar, aparece sistemáticamente la primera de estas formas, ya sea tras una vocal o una consonante. Esto demuestra que en dicha variedad, el proceso de uniformización de las formas del acusativo era un hecho consumado. Sin embargo, por ser la forma primitiva, la variante kta después de una vocal continuaba siendo percibida por el cronista como más legítima que la forma alternativa ta, lo que explica que recurrió a la primera en los textos que suscitaban en él un afán de purismo. A esta categoría sin duda pertenecen las oraciones cristianas, a juzgar por la frecuencia relativamente alta de 355 ]ean-Philippe Husson aparición del acusativo en kta, cuando su variante ta es hegemónica en los demás textos compuestos por Guarnan Poma. A este respecto, kta resulta ser el homólogo de la forma pich(i)qa del numeral «cinco», en la relación que une estas formas a sus variantes ta y pisqa respectivamente. En resumidas cuentas, tanto en lo que se refiere al morfema característico del caso acusativo como al numeral «cinco», la lengua de las oraciones cristianas de la Nueva corónica se distingue de la que utiliza usualmente Guarnan Poma por la elección de las formas más conservadoras. Tratándose de textos sagrados, a los cuales el cronista daba seguramente la preeminencia sobre el resto del corpus quechua de su obra, esta opción es coherente con la voluntad de escribir en un estilo más refinado y más depurado. No obstante, podemos preguntarnos si el criterio de antigüedad es el único pertinente. A este respecto, si la evolución de kta tras una vocal hacia ta ocurrió durante la época colonial tanto para el quechua cuzqueño como para la lengua general, un análisis más fino desemboca en la comprobación de cierta disparidad cronológica. En lo que se refiere a la lengua general, ciñéndonos al área ayacuchana, la uniformización del morfema acusativo, visible en los textos escritos por Guarnan Poma en forma espontánea, se observa también, medio siglo más tarde, en la petición que los caciques de Uyupacha dirigieron al obispo de Huamanga (Itier 1992: 1-21) . En este documento, cuya fecha sitúa César Itier hacia 1670, encontramos únicamente la forma moderna ta. Ahora bien, de su estudio comparativo de cuatro obras dramáticas coloniales, todas oriundas del área cuzqueña, Bruce Mannheim colige que la desaparición definitiva de la variante kta en el dialecto del Cuzco no es anterior al inicio del siglo XVIII (Mannheim 1990: 139-177). En cada obra estudiada, este autor analiza el grado de realización de varios fenómenos lingüísticos típicos de la variedad cuzqueña e infiere una cronología relativa. Llega a la conclusión de que las cuatro obras son todas posteriores al Arte de la lengua quichua, de Juan de Aguilar, escrito en 1690. La más antigua es El pobre más rico, de Gabriel Centeno de Osma, escrita a fines del siglo XVII o en los primeros años del XVIII. Si en ella predominan las formas en ta, también subsisten casos de la forma alternativa kta, de lo cual se concluye que esta última se mantuvo vigente por más tiempo en el quechua cuzqueño que en el ayacuchano. Esta conclusión resulta aparentemente desmentida por las dos formas ta del acusativo tras una vocal que encontramos en los Comentarios reales, del Inca Garcilaso de la Vega. Pero pese a que este autor era cuzqueño y su obra maestra fue publicada en 1609, las referidas formas en ta no necesariamente son representativas, 356 Las oraciones cristianas en quechua de Guaman Poma ni de dicha época ni del dialecto del Cuzco, pues figuran en las palabras «Puiñuy quita» y «Unuiquita», extraídas del poema quechua Sumaq Ñust'a (Garcilaso de la Vega 1985 [1609], t. l, libro 2, cap. 27: 116). Ahora bien, el padre Blas Valera, a quien el Inca Garcilaso atribuye este poema, era chachapoyano y redactó su crónica antes del final del siglo XVI. En definitiva, podemos afirmar que cuando Guarnan Poma compuso su obra, el proceso de unificación del morfema acusativo, que ya había concluido en la lengua que este utilizaba en forma espontánea, aún no había empezado o era todavía incipiente en el dialecto cuzqueño. Este resultado nos lleva a formular la hipótesis de que nuestro cronista quiso escribir sus oraciones cristianas en una lengua que se distinguiera no solo por su arcaísmo, sino también por su proximidad del habla del Cuzco. Semejante voluntad no puede asombrarnos si consideramos el evidente tropismo cuzqueño que manifestaban los autores de obras catequísticas coloniales en quechua, especialmente los que elaboraron la Doctrina christiana de 158416• Pero, claro, nuestra hipótesis se hallaría fortalecida si la respaldaran también argumentos lingüísticos sacados del estudio de la Nueva corónica. En esta perspectiva, examinaremos ahora un tercer rasgo característico de la lengua de las oraciones cristianas: la presencia del morfema ri, que cumple la función de marcador de tópico. El morfema marcador de tópico ri Un marcador de tópico es un morfema gramatical cuya función es indicar que el elemento al cual viene yuxtapuesto constituye el tópico o tema de la frase. Considerando los dialectos surperuanos actuales, observamos que el ayacuchano posee un solo marcador de tópico, cuya forma es qa, mientras que el cuzqueño posee dos, siendo riel morfema adicional. Este define el tema del enunciado en asociación o en oposición con un elemento ya evocado, y aparece a menudo en frases interrogativas. Si nos interesamos por la distribución de estos dos morfemas en el corpus quechua de la Nueva corónica, es visible el contraste entre la presencia bastante bien repartida 16 Este tropismo cuzqueño aparece con una particular nitidez en las «Annotaciones, o scolios, sobre la traduccion de la Doctrina christiana ... » (Pereña 1985 [1584]: 167-187, numeración del editor), en las que los autores de la Doctrina christiana justifican sus opciones lingüísticas y sus traducciones en los casos más delicados. Estas anotaciones constan de dos partes, una relativa al quechua y la otra al aimara. La primera incluye numerosas alusiones al dialecto del Cuzco que los autores visiblemente consideraban como la referencia suprema. 357 jean-Philippe Husson de qa en textos de varias índoles a lo largo de la obra y la frecuencia de aparición desigual en extremo de ri. De esta última partícula se cuentan siete ejemplares, de los cuales seis figuran en las oraciones cristianas. El sétimo aparece en un corto texto dirigido a los campesinos, a quienes el autor recomienda que cuiden sus cultivos y animales domésticos: allí sarata papata llamata waqaychaychik' atuq pumamanta («protejan bien el maíz, la papa y las llamas de los zorros y pumas») (Guarnan Poma 1980 [1615]: 860 [874]) . Después de este primer consejo, de carácter general, viene otro, que se refiere específicamente a la protección de los maizales. Es cuando aparece el marcador de tópico ri: saratari llamakunamanta atuq lluychu anas chiwillu pisqukuna yutu pisaqakunamanta uritu runa suwakunamanta waqaychaychik («en cuanto al maíz, protéjanlo de las llamas, zorros, venados, zorrinos, tordos y pájaros en general, perdices pequeñas y grandes, papagayos y hombres ladrones») . El resto de los ejemplares del marcador de tópico ri figura en el grupo de las oraciones cristianas, y más precisamente en dos de ellas, la salve y otra plegaria, compuesta por el cronista para la salvación de las almas del purgatorio. La salve contiene un solo morfema ri, que aparece en la siguiente secuencia: Chaymantari, kay qarquy pacha puchukaptin, ... («Y después de ello, cuando tome fin este destierro ... ») (Guarnan Poma 1980 [1615]: 835 [849]). Esta ocurrencia no es significativa de las tendencias escriturarías de Guarnan Poma, pues la salve pertenece a la liturgia oficial. Tal no es el caso de la <;>ración para la salvación de las almas del purgatorio que es una creación del cronista y que, por sí sola, concentra cinco ocurrencias del morfema ri (Guarnan Poma 1980 [1615]: 832 [846]) . Es más, el fenómeno de concentración de las partículas ri no afecta la totalidad de la oración en cuestión, sino más específicamente una de sus frases. En efecto, encontramos cuatro ocurrencias en la siguiente secuencia: chaymantari kay pachapiri tukuy cristianokunata waqaychaytaq, Dios yaya; huchasapakunaktari pampachapuy, Dios yaya; infieles, mana qanman sunqukunaktari, qanman kutirichi[y}, Dios yaya («y después de eso, en esta tierra protege a todos los cristianos, Dios Padre; y los pecadores, perdónales, Dios Padre; y los infieles, los que no dirigen17 sus corazones hacia ti, hazlos volver hacia ti, Dios Padre»). Que esta corta secuencia contenga más partículas ri que el resto del corpus quechua de la Nueva corónica nos parece revelador de una intención que tiene mucho más que ver con preocupaciones estilísticas que con necesidades propiamente semánticas. A este respecto, aunque 17 La frase quechua es elíptica. El verbo sobreente.ndido es sin duda un derivado de la raíz kuti, ya presente en kuti-ri-chi y que concuerda con el sentido que se deduce del contexto: «volver, dirigir hacia alguien». 358 Las oraciones cristianas en quechua de Guarnan Poma no hay regla que prohíba la presencia de varios morfemas ri en una misma frase - qa sí está sometido a tal prohibición- , la misma concentración de las ocurrencias de dicha partícula le quita lo esencial de su contenido de marcador de tópico, reduciéndolo a una simple conjunción entre enunciados conexos18 • Más significativo aún es el hecho de que la frase citada más arriba, además de incluir cuatro ocurrencias del marcador de tópico ri, contiene dos formas arcaicas kta del morfema de caso acusativo tras vocal y que ambas preceden directamente a la partícula ri («huchazapacunactari» y «suncocunactari»). Un tercer ejemplo de esta asociación («cristiano chicnecoccunactari») está presente en otra frase de la misma plegaria. Esta última, por consiguiente, resulta ser un caso especialmente representativo del alto grado de artificio de la lengua de Guarnan Poma en sus oraciones cristianas. Nos parece muy reveladora la ausencia de la partícula ri en el dialecto de la costa central descrito por Domingo de Santo Tomás, así como en la variedad ayacuchana actual y, en cambio, su presencia en el quechua cuzqueño, tanto colonial como contemporáneo. Aquí no cabe duda de que en su afán de purismo, el cronista recurrió a un rasgo característico de la lengua del Cuzco. En resumen, de los tres rasgos que distinguen la lengua usada por el cronista para escribir sus oraciones cristianas de la que habitualmente empleaba, el primero (forma arcaica pich(i)qa del numeral «cinco») puede ser definido como conservador; el segundo (variante kta del acusativo tras vocal), conservador y cuzqueño; y el tercero (marcador de tópico ri), cuzqueño. La anomalía reside en que el primero, además de conservador, era contrario a la tendencia de la variedad cuzqueña, cuyo sustrato aimara obraba en pro de la transformación de pichqa en pisqa. Pero, aunque podemos sospechar que esta evolución estuviera en marcha en la época de Guarnan Poma, en las obras filológicas del siglo XVI e inicios del XVII prácticamente no encontramos huella de la forma moderna, ni siquiera en numerales compuestos como cincuenta, lo que, habida cuenta del carácter normativo de dichas obras, tiende a indicar que el clero misionero se había pronunciado a favor de la variante arcaica. En definitiva, los criterios que definen las opciones escriturarías del cronista en sus oraciones cristianas son el conservadurismo y la preferencia por los rasgos cuzqueños cuando estos no infringían las normas del clero. 18 Cabe señalar que este papel de conjunción coincide con el que indica Diego González Holguín en su gramática. Además, el quechuista jesuita no menciona ninguna diferencia funcional entre los morfemas qa y ri (Gonc;:alez Holguin 1607: ff. 121 reverso y 141 anverso). 359 jean-Philippe Husson Guarnan Poma y la lengua del Cuzco Que la búsqueda por Guarnan Poma de un nivel de lengua más elevado se traduzca por la elección de rasgos dialectales conservadores no sorprenderá a nadie. Pero que se manifieste por el apego a formas cuzqueñas merece una explicación. Encontramos elementos de respuesta en una breve mención que el cronista dedica al dialecto del Cuzco. Como ocurre muy a menudo en la Nueva corónica, este pasaje, que se refiere a los habitantes del Cuzco en general, esconde tras una apariencia anodina un contenido altamente significativo: « ... y bien criados como espanoles y saserdotes yn[di]os negros todos hablan como ynga - hamoy ynga - hamoy auqui - hamoy coya - hamúy nusta - hamoy palla» (Guarnan Poma 1980 [1615]: 1052 [1060]). En pocas palabras, Guarnan Poma nos dice mucho. En su percepción del quechua cuzqueño, se transparenta primero un sentimiento de respeto. El cronista considera el dialecto del Cuzco como una lengua de gran prestigio, lo que explica la presencia de préstamos de esta variedad como los marcadores de tópico ri en las oraciones cristianas de la Nueva corónica. En el fragmento citado, el prestigio que Guarnan Poma reconoce al quechua cuzqueño se manifiesta por la abundancia de los títulos de la nobleza.incaica: hamu-y, Inka («ven, Inca»); hamu-y, Awki («ven, Señor»); hamu-y, Quya («ven, Reina»); hamu-y, Nusta («ven, Princesa»); hamu-y, Palla («ven, Dama»). Pero, si los títulos de nobleza son elocuentes, lo son también los imperativos hamu-y que los acompañan. La presencia de la raíz verbal hamu­ («venir») no es fortuita: el cronista escogió esta raíz para expresar la distancia que separa su lengua de la del Cuzco, pues, en otras partes de la Nueva corónica, el equivalente quechua del verbo «venir» reviste sistemáticamente la forma samu-: - «samóca» (samu-nqa; futuro, 3a persona) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 283 [285]). - «samoncam» (samu-nqa-m; futuro, 3ª persona) (Guarnan Poma 1980 [ 1615]: 317 [319]). - dos veces: «samusac» (samu-saq; futuro, ia persona) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 319 [321]). - «samuni» (samu-ni; presente, ia persona) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 724 [738]). - «samunqui» (samu-nki; presente, 2ª persona) (Guarnan Poma 1980 [1615]: 724 [738]). 360 Las oraciones cristianas en quechua de Guaman Poma Este registro demuestra que la aspiración de la /s/ inicial, esto es, su transformación en la fricativa glotal /h/, es un rasgo ajeno a la lengua de Guarnan Poma, quien eligió deliberadamente una locución provista de este rasgo, característico del quechua cuzqueño, para subrayar las divergencias entre las dos variedades. Estas divergencias atestiguan el carácter artificial de la lengua en la que el cronista escribió sus oraciones cristianas. Otra prueba reside en que los rasgos que caracterizan dicha lengua no aparecen de manera permanente sino episódica. Esta presencia intermitente nos parece sintomática del esfuerzo considerable que realizó el autor para contrarFestar sus tendencias lingüísticas naturales. En definitiva, la disciplina que impuso a su lengua tiene mucho que ver con el fenómeno de ultracorrección, por no decir de autocensura. Conclusión De este estudio, se desprende que Guarnan Poma dt,Ayala puso mucho cuidado en la redacción de süs oraciones cristianas en quechua. No cabe duda de que para él eran textos de suma importancia. ¿Cuál era su meta al incluirlos en su obra? En nuestra opinión, solo es concebible una: la oficialización de estas oraciones, es decir, su consagración por la Iglesia como textos oficiales. En otros términos, el cronista se había fijado el objetivo de hacer adoptar, al menos en el territorio de lo que él llamaba el Reino de las Indias, una nueva liturgia. Aquí surge una pregunta: ¿esta reivindicación implícita no sería un primer paso hacia otro objetivo de mayor envergadura, es decir, la fundación de una nueva Iglesia, específicamente india? Pensamos que esto sería coherente con el contenido de la Nueva corónica, el cual, fundamentalmente, puede ser definido como la presentación de una entidad a la vez humana («los indígenas») y territorial («el Reino de las Indias») que Guarnan Poma se empeña en defender y promover a través de sus múltiples facetas: histórica, cultural, social, geográfica, etcétera. En estas condiciones, una Iglesia india dotada de su propia liturgia no sería sino el componente religioso de tal entidad. Dicho esto, la agudeza de nuestro cronista no podía dejar de recordarle esta realidad insoslayable: no se puede concebir una Iglesia india sin un clero indio y este, a inicios del siglo XVII, no existía. La cuestión, empero, se planteó más tarde, a finales del siglo XVII, en el Perú. De singular importancia a este respecto fue la acción de un religioso mestizo nativo de Arequipa, Juan Núñez Vela de Ribera. Esta acción, que se desarrolló en el último decenio del siglo XVII, apuntaba a poner en práctica una real cédula del rey Carlos II que suprimía los obstáculos legales al acceso de los indios al sacerdocio, pero que tardaba en ser aplicada (Wuffarden 2005: 231-232). En esta perspectiva, 361 jean-Philippe Husson Núñez Vela dirigió en 1693 a los que llamaba «los ilustres caballeros incas [ ... ] y todos los Indios y Mestizos sus parientes y amigos» 19 una carta colectiva en la que proponía que se fijara en la iglesia de la Virgen de Copacabana, en Lima, un cuadro provisto de los nombres de todos los inquisidores que habían actuado en pro de esta decisión (Núñez de Vela 1693). A inicios del siglo XVII, cuando Guarnan Poma redactó su Nueva corónica, la cuestión no estaba suficientemente madura como para ser debatida en público. Sin embargo, no nos parece abusivo considerar como un antecedente de la iniciativa de Núñez Vela este juicio que el cronista emite sobre los padres titulares de doctrinas. Presentándolos significativamente como extranjeros o mitmaq, Guarnan Poma exige que su cargo solo les sea concedido a título precario: que los d[ic]hos . p[adr]e. dotrinantes estrageros q[ue] en la lengua de los yn[di]os se llama - mitimac de castilla todos no se puede llamarse propetario aunq[ue] sea hijo de espanol como no sea hijo de yn[di)o - y aci de neguna manera es propetario los p[adr]e de las dotrinas guamanpomiana». En Jean-Philippe Husson (ed.), Entre tradición e innovación: cinco siglos de literaturas amerindias. Actas del simposio ART 9 («Fondo autóctono y aportes europeos en las literaturas amerindias. Aspectos metodológicos y filológicos»), 50º Congreso Internacional de Americanistas (Varsovia, julio de 2000). Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 77-99. FERREL R., Marco A. 1996 «Textos aimaras en Guarnan Poma», Revista Andina (Cuzco) 14 (2), diciembre, 413-455. GARCILASO DE LA VEGA, Inca 1985 [1609] Comentarios reales de los incas. 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